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De: IGNACIOAL (Mensaje original) |
Enviado: 30/06/2010 17:47 |
M A D R I D
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 29/06/2010 08:26 |
A la entrada de la Gran vía, en los números 1 y 2, uno a cada lado, se encuentran dos edificios de gran belleza:
Edificio Gran Peña.- Dirección: Gran Vía, 2. Construido por los arquitectos Eduardo Gambra Sanz y Antonio de Zumárraga, se trata de uno de los primeros edificios construidos en la Gran Vía. Fue proyectado en 1914 como sede de la Sociedad Gran Peña, que ocuparía los sótanos, el ático, y la plantas baja y primera; mientras que el resto del edificio se destinó a viviendas para alquiler. Las obras empezaron en 1915, prolongándose hasta el año siguiente. Desde el punto de vista arquitectónico, está construido sobre un solar en esquina, destacando en el exterior la fachada, que podríamos inscribirla dentro del barroco clasicista.
Edificio Grassy.- Dirección: Gran Vía, 1 y 3. Situado al comienzo del primer tramo de la Gran Vía, fue construido entre 1916 y 1917 por el arquitecto Eladio Laredo y Carranza. Concebido como un edificio de viviendas y oficinas, arquitectónicamente presenta una clara concepción ecléctica. Comprende dos casas independientes que se unen por un vestíbulo en la planta baja y por el patio. Destaca la rotonda de la esquina rematada con dos templetes superpuestos de influencia renacentista. El edificio es conocido por albergar el establecimiento del relojero francés Alejandro Grassy, que hoy en día también funciona como museo, y en donde podremos observar la magnífica colección de relojes del siglo XVI al XIX que pertenecía al maestro Grassy.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 06/08/2010 12:14 |
La Fuentecilla Calle Toledo, s/n (junto a la embocadura de la Calle de la Arganzuela)
Fue construida en 1816 por Alfonso Rodríguez, arquitecto de la Real Casa, aprovechando los materiales de la antigua fuente de la Abundancia. Esta fuente estuvo emplazada en la plaza de la Cebada desde el siglo XVII y su realización ha sido atribuida a Alonso Cano. La fuentecilla se compone de un zócalo en el que se hallan colocados un grifo y un oso que aluden a los blasones de la Villa. Sobre el zócalo, se asienta un cuerpo cuadrangular decorado con escudos de armas y rematado por un león que apoya sus patas delanteras en dos hemisferios. La figura del león viene a simbolizar a la monarquía española dominando los dos mundos.
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Monumento a Daoíz y Velarde Plaza del Dos de Mayo, s/n.
Realizado por Antonio Solá en 1822, representa a los primeros héroes de la Guerra de la Independencia. Ubicado inicialmente en el Parterre del Retiro, fue trasladado temporalmente al Museo de Escultura, enclavándose definitivamente en 1869 en la plaza del Dos de Mayo, junto al arco del viejo Parque de Artillería de Monteleón, escenario de la heroica resistencia del pueblo de Madrid contra la invasión francesa, el 2 de Mayo de 1808, siendo sus primeros protagonistas el capitán de artillería Luis Daoíz y el oficial Pedro Velarde. En el centro de la plaza, permanece en conmemoración de aquel día, el arco de entrada al parque de Monteleón, y el citado monumento.
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Monumento a los Caídos por España - Plaza de la Lealtad s/n. Está situado en la Plaza de la Lealtad, junto al Paseo del Prado, en el mismo sitio donde el 2 de Mayo de 1808, las tropas francesas al mando del general Murat fusilaron a numerosos madrileños. Acabada la Guerra de la Independencia, las Cortes de 1814 quisieron rendir un homenaje a todas aquellas víctimas, construyendo un monumento en su memoria. Sin embargo, con la vuelta de Fernando VII esta iniciativa quedó paralizada, y no fue hasta el 21 de Abril de 1821, durante el Trienio liberal, cuando se colocó la primera piedra. Las obras fueron realizadas por el arquitecto Isidro González Velázquez, ganador del primer premio de un concurso de proyectos que se había convocado para su materialización. De nuevo, con la restauración del absolutismo la construcción volvió a quedar paralizada hasta que en 1836 el Ayuntamiento decidió continuar la obra, quedando terminada el Dos de Mayo de 1840. El monumento esta compuesto por cuatro cuerpos. En la parte del zócalo se eleva un sarcófago con un medallón en bajo relieve que representa los bustos de los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, artífices de la sublevación contra los franceses en el cuartel de artillería de Monteleón. También hay una urna que contiene las cenizas de los madrileños fusilados en estas jornadas. Sobre este zócalo se colocó un obelisco de piedra de 46 metros de altura. En los cuatro frentes se colocaron estatuas que fueron realizadas en piedra de Colmenar con arreglo a los modelos que en 1823 hizo el escultor Esteban de Ágreda, y que representan a la Constancia -realizada por Francisco Elías-, el Valor –de José Tomás-, la Virtud –de Sabino Medina- y el Patriotismo –de Francisco Pérez-. Desde 1985, el monumento pasó a dedicarse a todos los caídos por España en cuya memoria se colocó una llama que arde permanentemente. |
Monumento a Isabel la Católica
En un lateral del Paseo de la Castellana, a la altura del Museo de Ciencias Naturales, se yergue un hermoso monumento dedicado a la Reina Isabel la Católica. Se trata de un grupo escultórico titulado genéricamente "Camino hacia la unidad de España". Representa a la reina Isabel La Católica montada a caballo y flanqueada por el Gran Capitán y el Cardenal Mendoza. El monumento fue realizado en bronce y piedra por Manuel Oms y Canet en 1883.
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Estatua de Francisco de Quevedo Glorieta de Quevedo
Se trata de un monumento dedicado a Francisco de Quevedo, ubicado en la glorieta de su mismo nombre, realizado en 1902 por Agustín Querol a petición de Alberto Aguilera. En un principio estuvo emplazada en la glorieta de Alonso Martínez.
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Monumento a la Infanta Isabel "La Chata" Paseo del Pintor Rosales, s/n.
Situado en el paseo de Rosales, está dedicado a la infanta doña Isabel de Borbón, hija de la reina Isabel II y conocida popularmente como “la Chata”. Por iniciativa del diario ABC se creó una suscripción pública para recaudar fondos, a la vez que se convocaba un concurso de proyectos para su construcción. Los ganadores fueron el arquitecto García Lomas y el escultor Zaragoza. El monumento, que vino a inmortalizar a la Chata en mármol blanco, fue inaugurado en 1955. |
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 08/08/2010 11:14 |
Casas Palacios
Para el que lo quiera ver.
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Casa de las Siete Chimeneas. Plaza del Rey, 1, c/v Calle de las Infantas, 31. Es uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil del siglo XVI que quedan en Madrid. Fue proyectada y construida entre 1574 y 1577 por el arquitecto Antonio Sillero para Pedro de Ledesma, secretario de Antonio Pérez. En 1583, la casa fue adquirida por el comerciante genovés Baltasar Cattaneo. Tres años después este genovés mandó al arquitecto Andrea de Lurano realizar la primera ampliación del inmueble, resultando un caserón de planta rectangular, de dos alturas y un tejado a cuatro aguas rematado por siete chimeneas. De estas chimeneas le viene el nombre a la casa. En el siglo XVIII su nueva función de residencia se amplió el antiguo caserón con la construcción de un edificio anexo, transversal, resultando en conjunto una planta en forma de «L». Durante esta época también fue residencia del famoso Marqués de Esquilache. De nuevo en 1874 el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos realizó una nueva reforma, en 1881, el arquitecto Manuel Antonio Capo emprendió la reforma de las fachadas y restauró la casa devolviéndola su aspecto original, sin que ello implicara transformar profundamente las construcciones que se habían ido añadiendo a la antigua casa. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1948 y fue otra vez reformada en 1957 por los arquitectos Fernando Chueca Goitia y y José Antonio Domínguez Salazar. Desde la década de 1980 hasta la actualidad es sede del Ministerio de Educación y Cultura.
Palacio del Cordón. Plaza del Cordón, 1. Algunos autores y arquitectos han considerado que este palacio barroco fue construido durante los dos primeros tercios del siglo XVIII. Sin embargo, gracias a un estudio de las licencias municipales que se conservan en el Archivo de Villa, hoy podemos saber que fue en 1692 cuando el ayuntamiento dio licencia a Cristóbal de Alfaro para construir unas casas en la entonces calle de Tentetieso, hoy calle del Doctor Letamendi. Es un edificio que presenta dos alturas y planta baja en su parte frontal, mientras que gana altura en los laterales para salvar el desnivel de las calles del Doctor Letamendi y del Cordón. Es de trazas sencillas y equilibradas, con un gusto por la simetría en la disposición de vanos, balcones y rejerías. El conjunto esta centrado entorno a una sencilla portada que sirve de eje y en la que destacan las características `orejetas` típicas del barroco madrileño. Entre los personajes ilustres que lo habitaron figuran los políticos Manuel Becerra y Alberto Aguilera, este último alcalde de Madrid.
Casa Palacio del Conde de Miranda. Plaza del Conde de Miranda, 1. Compartiendo manzana con la Basílica Pontificia de San Miguel, se encuentra esta casa palacio que se construyó en el siglo XVIII para residencia del Conde de Miranda del Castañar. Esta casa palacio, bastante tosca en su aspecto exterior, presenta la típica estructura de las residencias y casas solariegas de la nobleza, con la planta baja adecuada para las dependencias domésticas y de los criados y la planta principal destinada a albergar la propia residencia. Previamente a su construcción el conde tuvo que adquirir las dos casas que había en el solar, una de ellas la compuso con una carga fiscal de 1500 maravedíes en 1733 y la otra la adquirió sin carga fiscal, pues había sido liberada en 1652 por Lorenzo de Mendoza y Juana de Castilla.
Casa Palacio Domingo Tres Palacios. Plaza de Ramales, 3, c/v Calle de la Cruzada, 4, c/v Calle de Santiago, 15. Este palacio fue construido en 1768 por el arquitecto Andrés Díaz Carnicero para residencia de Domingo Trespalacios, constituyendo otro ejemplo más del auge de la arquitectura civil y residencial del siglo XVIII madrileño. Se trata de un edificio de planta poligonal compuesto por tres alturas sobre sótano y provisto de un gran patio y tres fachadas en las que cabe destacar la simetría de los huecos y sus balcones curvilíneos. Después de la Guerra Civil se estableció en la planta baja del edificio la sede del Colegio Oficial de Arquitectos hasta 1941, pues un año antes de su traslado el palacio fue objeto de una profunda remodelación, realizada por el arquitecto José Antonio Fraile Ruiz de Quevedo, con el fin de transformarlo en un edificio de viviendas y oficinas. Con posterioridad una nueva reforma se centró en conseguir una mayor integración del inmueble con su entorno, empleándose técnicas de enfoscado en las fachadas que permitieran simular la sillería de las antiguas construcciones.
Casa Palacio de Elduayen.
Calle de Fomento, 11, c/v Calle de Torija, 7. Fue construida sobre un solar que hacía esquina entre las calles de Fomento y Torija, donde estuvo la residencia del Marqués de Cañizares, Conde de Luna de Aragón, y en el siglo XVIII del Marqués de la Regalía. La casa palacio actual no se sabe a ciencia cierta cuando se construyó, pero es probable que se edificara durante la primera mitad del siglo XIX, ya que por su composición arquitectónica se está más cerca de construcciones palaciegas y aristocráticas de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Este edificio de estilo clásico está compuesto por sótano y tres cuerpos en altura que presentan una acusada simetría en la disposición de los vanos y los balcones. La armonía de la fachada, realizada en ladrillo, se completa con las decoraciones en piedra blanca que se disponen en las líneas de imposta que separan los diferentes cuerpos del edificio y con unos elegantes balcones situados en el piso principal que se decoran con motivos barrocos.
Casa Palacio de Isla Fernández. Plaza de San Martín, 4. En 1850 el arquitecto Manuel Heredia y Tejada construyó esta casa palacio para uso residencial, con planta rectangular, con dos alturas sobre planta baja y organizada en torno a tres patios, dos laterales y uno en la parte posterior. Este inmueble es un ejemplo importante de la arquitectura palaciega y de la estética del periodo isabelino, destaca la simetría y el rigor clasicista en la composición de la fachada, compuesta por enormes pilastras e idéntica disposición de vanos y balcones en el primero y segundo piso, y por arcos de medio punto en la planta baja. Diez años después el edificio fue ampliado en altura por el arquitecto Manuel Martínez Puchol y con el tiempo fue destinado a diversos usos. HHasta el año 2005, albergó la sede de la Cámara de la Propiedad Urbana de Madrid.
Casa Palacio del Marqués de Cerralbo. Calle de Ventura Rodríguez, 17. Situado en pleno barrio de Argüelles, fue mandado construir como residencia personal de Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, y notable coleccionista de armas y cuadros. Su construcción se realizó entre 1884 y 1885 bajo la dirección del arquitecto Alejandro Lureda, resultando un palacio clasicista, con reminiscencia de los palacios italianos de estilo neo-palladiano, con jardín y mirador. Tras la muerte del marqués en 1922, y en virtud de una donación, en 1924 fue convertido en Museo. De este modo, en sus diversas estancias como el salón de baile, la sala de billar, o el comedor de gala, se pueden observar numerosos objetos y obras de arte, como lámparas venecianas, porcelanas de Meissen, pinturas del Greco, Ribera, Murillo, Zurbarán y Alonso Cano entre otros, así como multitud de tapices, arcones, bargueños, y una notable colección de armas y armaduras, de los que buena parte pertenecieron a la colección particular del marqués. Después de la Guerra Civil, el edificio fue restaurado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia. En 1962 fue declarado Monumento Nacional.
Palacio de la Infanta Isabel. Calle de Quintana, 7. Situado sobre un solar de gran extensión en el barrio de Argüelles, fue construido en el último cuarto del siglo XIX como palacio de don José Manuel de Cerragería y Gallo de Alcántara, conde de Cerragería. Sin embargo, el edificio es más conocido por albergar a partir de 1902 la residencia de la infanta doña Isabel de Borbón, hija de Isabel II y popularmente conocida como la «Chata». El palacio, de planta rectangular y organizado entorno a un patio central, fue uno de los edificios de la ciudad construidos con mejores materiales y mayor esmero. Además, tras fijar en él su residencia la Infanta Isabel, fue reformado y decorado por varios de los artistas más importantes del momento. En este sentido destaca el espléndido mural de la sala de visitas realizado por José Gamelo, y que representa la proclamación en Segovia de los Reyes Católicos, y sobre todo la magnífica escalera de acceso al palacio, realizada por Mariano Benlliure. Tras la proclamación de la República el 14 de Abril de 1931, la Chata, como el resto de la Familia Real partió al exilio, el palacio fue cerrado y quedó abandonado, con lo que empezaron a aparecer síntomas de deterioro que se agravaron notablemente durante los años de la Guerra Civil, pues al estar cerca del frente sufrió importantes daños y destrozos. En 1941, tras la muerte de Alfonso XIII, la Familia Real vendió el palacio al Ejército del Aire, quien lo restauró e instaló en él las dependencias del Cuartel General del Mando Aéreo del Centro, y de la Jefatura de la Primera Región Aérea del Ejército del Aire, función que actualmente continúa desempeñando.
Palacio Longoria. Situado este edificio en la calle de Fernando VI, es conocido hoy en día por albergar a la Sociedad General de Autores y Editores. Este magnífico palacio modernista fue construido por el arquitecto catalán, discípulo de Gaudí, José Grases Riera, entre 1902 y 1903 como Casa-Palacio del financiero y político Javier González Longoria. El edificio, que fue levantado sobre un solar de esquina cuadrado, está compuesto por dos cuerpos rectangulares unidos mediante un torreón cilíndrico situado en la esquina. En el exterior destaca la fachada, embellecida por multitud de formas sinuosas muy al estilo catalán, entre las que resaltan los nervios, la decoración vegetal y las rejerías. Pero sin ninguna duda lo más bello del edificio es la escalera principal situada en el interior, construida de hierro, bronce y mármol, que constituye una auténtica joya del modernismo madrileño. El 8 de marzo de 1950 fue adquirido por el compositor Jacinto Guerrero como presidente de la Sociedad General de Autores y Editores, cuya sede central continúa hoy en día albergando.
Palacio Bermejillo. Situado en la calle Eduardo Dato, fue construido entre 1913 y 1916 por el arquitecto Eladio Ladero, como residencia de don Javier Bermejillo del Rey, marqués de Bermejillo. Realizado en un lenguaje cercano al neoplateresco, se trata de un palacete de tres pisos levantado sobre una planta en forma de cuadrilátero irregular, estructurada en torno a un patio cubierto. En el exterior destaca la fachada principal -flanqueada por dos torreones- así como la galería de arcos de medio punto del piso superior, de estilo renacentista. Del interior lo más destacado es su decoración, sobre todo de los artesonados de madera, de las cerámicas de Talavera y Sevilla empleadas en zócalos y suelo, así como la rejería. Desde su construcción el edificio ha pasado por muy diversos usos, hasta que el 6 de Febrero de 1964 fue adquirido por la Dirección General del Patrimonio del Estado, que lo destinó a sede de la Dirección General del Patrimonio Histórico. Dedicado posteriormente a Instituto Nacional de Educación Especial, y más tarde a Real Patronato sobre Discapacidad, desde 1982 alberga la sede del Defensor del Pueblo, para lo cual, fue objeto de una profunda restauración.
Casa Palacio Ricardo Angustias. Plaza de Ramales, 1. Esta casa palacio construida entre 1920 y 1922 por el arquitecto Cayo Redón y Tapiz fue más bien el resultado de una genial ampliación y reforma de un edificio de viviendas que ya existía. Del edificio resultante, concebido como residencia para su propietario Ricardo Angustias, destaca la ampliación en altura de dos nuevas plantas, la última de ellas concebida como un torreón de reminiscencias medievales, sin que ello supusiera alterar la simetría de la fachada. La dificultad consistía en cómo pasar de un número par de ventanas en la fachada principal, en concreto cuatro por cada piso, a una solución final con una torre y una única ventana. Redón optó por introducir cinco huecos en el primer piso añadido, resaltando los tres centrales por medio de su integración en un único balcón. Sobre las dimensiones de este balcón se proyectarían las del torreón. Esto se reforzaría con la disposición de unos miradores sobre los aleros laterales para remarcar la silueta del nuevo edificio y se emplearía una decoración pictórica sobre estuco en el último piso y parte del torreón, a su vez, embellecido con una columnata y rematado por cubierta. El resto del edificio fue profundamente reformado y los elementos de fachada, como ventanas, balcones y ménsulas, fueron igualmente embellecidos.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 10/08/2010 09:04 |
Posada de la Villa.- Cava Baja, 9
Primera posada en el interior del Madrid de los austrias, fundada en 1642, hoy transformada en restaurante, especializado en cocina madrileña castellana donde destacan el cordero asado por cuartos en horno de leña y cocido madrileño de puchero hecho en lumbre baja. La Posada de la Villa se encuentra en el Casco histórico de Madrid, en la calle gastronómica por excelencia, a solo 100 m. de la Plaza Mayor.
Esta típica posada del siglo XVII, en el corazón del Madrid de los Austrias, es uno de los restaurantes con más sabor de Madrid en todos los sentidos; porque, aparte de sus sabrosos asados castellanos en horno de leña o sus postres típicos, tiene una decoración a la antigua usanza que lo hace muy acogedor. Ideal para banquetes al estilo del Siglo de Oro y comidas para grupos de incentivos, la Posada dispone de 4 salas con capacidad para unos 350 comensales. El restaurante también recomienda, callos a la madrileña, sopas de ajo y caracoles a la madrileña. |
Restaurante Sobrinos de Botín.- Calle de Cuchilleros, 17. Esta casa fue fundada en 1725 para dar hospedaje y alojamiento a los muchos inmigrantes y viajeros que llegaban a la Corte. Con posterioridad, la familia Botín se hizo cargo del negocio y en 1860 lo transformó en pastelería. Los pasteles y comidas que se elaboraban en Casa Botín debían ser de excelente calidad y muy apreciados por los madrileños, como así nos relata Pérez Galdós en su «Fortunata y Jacinta». En 1920 se hizo cargo del negocio la familia González y siguió empleando para sus asados y pasteles un horno centenario decorado con azulejos que todavía hoy se mantiene incombustible. El restaurante cuenta en la actualidad con cinco comedores dispuestos en sus tres plantas y sus más de 60 empleados siguen trabajando para hacer de este lugar uno de los más emblemáticos de la ciudad. |
Restaurante Lhardy.- Carrera de San Jerónimo, 8. Esta casa fue fundada como una pastelería por el suizo Emilio Lhardy en 1839. En su trastienda se elaboraban los productos típicos de su lugar de origen, como los bollos suizos, los croissants y los canapés, una novedad en la repostería madrileña de la época. A los pocos meses, las buenas expectativas llevaron a Lhardy a ampliar el negocio e instaló una charcutería y un lujoso restaurante. Desde entonces, su casa se convirtió en lugar de encuentro y reunión de aristócratas, políticos e intelectuales y se fue haciendo costumbre degustar un buen jerez a la hora del aperitivo. También fue creciendo la fama de su gastronomía y los banquetes que se celebraban en sus salones, sobre todo en el conocido salón japonés del primer piso, al que solían acudir personajes como Isabel II, Alfonso XII, Espartero, Prim, O´Donnell, Serrano y Pérez Galdos, entre otros. En 1880 el decorador Rafael Guerrero, padre de la conocida actriz María Guerrero, se encargó de dar una nueva imagen al local, resaltando la elegancia de su fachada con cristalerías y maderas de caoba traídas de la antigua colonia de Cuba. Todos estos matices han llevado a considerar a Lhardy como el primer restaurante de lujo que se instaló en Madrid, rango que conserva en la actualidad, al igual que su decoración decimonónica y su tradición gastronómica. |
La Carmencita.- Calle Libertad, 16.
A esta casa, típica taberna madrileña, situada en la zona Centro de Madrid, que data de 1850 acudían con frecuencia personalidades como Lorca, Neruda, Alberti o el escultor Mariano Benlliure, querido por la afición gracias a sus obras homenaje de temática taurina. El establecimiento remodelado en los 90, se muestra tal y como estaba decorado en sus principios: de sus paredes cuelgan fotos de Bienvenida y entradas antiguas. Su especialidad es la cocina vasca, con alguna concesión castiza. Se recomienda los chipirones en su tinta, croquetas de merluza, rabo de toro, cordero al chilindrón, pastel de setas, callos a la madrileña o albóndigas castizas.
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Restaurante Oliveros.- Calle San Millan, 4 Es uno de los restaurantes más antiguos de la capital, que aún hoy conserva la misma presencia de cuando se inauguró en el año 1857. Cabe resaltar sus azulejos en relieve y su fachada, típica de las tabernas madrileñas del siglo XIX. El interior, también mantiene el aspecto tradicional con fotografías del antiguo Madrid, reliquias de las primeras radios de España y un sin fin de detalles que evocan recuerdos de antaño a todos los comensales. La taberna fue adquirida por José Manuel Oliveros en el año 1922, y abrió sus puertas con el nombre de Casa Manolín. En los años cincuenta, tomó el relevó en la regencia del restaurante su hijo hasta que pasó a manos de su nieto Julio Oliveros, actual propietario del local, quien sigue manteniendo viva la tradición. Los visitantes de la Taberna Oliveros pueden encontrar cualquier tipo de comida tradicional madrileña. Uno de los platos más solicitados por el comensal y referente de esta casa, es el típico cocido madrileño, presentado de forma exquisita y con un gran sabor. Además de la cocina madrileña, esta familia no pierde sus raíces asturianas, por ello también sirven platos típicos del Principado. Cabe destacar la deliciosa tzabaza, un plato de callos con garbanzos, y las fabes, que hacen las delicias de todos aquellos que la prueban. Como colofón, le recomendamos que pruebe el paponzuelo, dulce ideado por la bisabuela de Julio Oliveros y que se ha convertido en el más solicitado de la taberna. |
Casa Lucio.- Cava Baja, 35.
Este castizo restaurante de cocina castellana, situado en pleno Madrid de los Austrias, en La Latina, uno de los barrios más típicos y antigüos de Madrid, abre sus puertas al público en Noviembre de 1974, desde entonces su fama ha traspasado fronteras, gracias a su especialidad: los "huevos rotos o estrellados", una receta al parecer muy sencilla -huevo cuajado sobre patatas fritas en aceite de oliva virgen- pero que tiene su secreto.
Con una decoración estilo ladrillo visto, siempre suele haber algún famoso comiendo en el local. Dicen que no hay huevos en toda España como los huevos de Lucio, y "no exagero en decirlo".
El restaurante recomienda: huevos estrellados, arroz con leche y callos.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 11/08/2010 08:56 |
La farmacia Deleuze Isasi según los escasos testimonios que existen, procede de la época de Carlos III. Sita en la calle San Bernardo, 39, destaca por su decoración barroca que se asemeja más a una estancia palaciega que a una botica. Los tradicionales tarros de botica son porcelanas procedentes de la Real Fábrica del Buen Retiro. Destacan también la gran araña del techo y los lienzos de las paredes.
En la rebotica, de estilo modernista, hay un busto de Galeno y una copa con la imagen de Platón. Tras unos años de gran deterioro, la familia Deleuze, actual propietaria, compró la farmacia en 1947 muy deteriorada, en 1948 la farmacia se restauró para recuperar su decoración y su esplendor original.
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Farmacia Lavapiés - Plaza de Lavapiés, 1 - Fundada en 1852
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Farmacia La Paloma - Calle Toledo, 46 - Fundada en 1900
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Farmacia de la Reina Madre -Mayor, 59 -Fundada en 1913
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Farmacia Juanse - Calle San Andrés, 3 - Fundada en 1892
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Farmacia El León - Calle el León, 13 - Fundada en 1922
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 13/08/2010 08:34 |
Plaza Mayor |
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La Plaza Mayor de Madrid, es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
El primer proyecto de construcción fue realizado por Juan de Herrera por orden de Felipe II, con el fin de remodelar la antigua plaza del Arrabal, lugar de celebración de un importante mercado. Sin embargo, el proyecto de remodelación no se llevó a cabo hasta el año 1617 por Juan Gómez de Mora, discípulo de Juan de Herrera. Con ella Felipe III añadió prestigio a su reinado.
En el siglo XVII fue gran escenario de acontecimientos públicos; fiestas, recibimientos solemnes, juegos de cañas (espectáculo considerado padre del rejoneo) y toros. En sus portales se reunieron los más famosos gremios (agrupaciones profesionales) de la época, Su huella se puede apreciar aún hoy en las casas que rodean la plaza. El aspecto que presenta hoy la plaza se debe a Juan de Villanueva, que la reconstruyó tras el tercer incendio sufrido en el año 1790 (los dos anteriores se produjeron en los años 1631 y 1672).
En el centro de la plaza se encuentra la estatua ecuestre de Felipe III, obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca.
En la parte central de uno de los laterales de la Plaza Mayor, se halla la Casa de la Panadería, antigua sede del gremio de los panaderos; pasó luego a albergar la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la que debe la espectacular decoración de su fachada, cuyas pinturas fueron totalmente renovadas hace pocos años.
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Casas de la Panadería y la Carnicería |
Construida en 1590 por Antonio Sillero, la planta baja era completamente libre, permitiendo el paso entre la calle mayor y la Plaza. La Casa de la Panadería sufrió su primera transformación en 1617 por Gómez de Mora, para integrarla en el conjunto de la Plaza. Tras el incendio de 1790, uno de los muchos que han asolado la Plaza Mayor a lo largo de su historia, fue reconstruida por Juan de Villanueva, junto con el resto del soberbio conjunto arquitectónico del que forma parte, destacando entre otros el balcón central, donde los últimos Austrias presidían los cortejos que se celebraban en la plaza, el escudo real y sus pinturas realizadas durante los últimos años de la década de los ochenta por Carlos Franco Rubio. En su interior, merece ser visitado el Salón Real, decorado con frescos de Claudio Coello y José Ximénez Donoso del siglo XVII y un espléndido zócalo de azulejos elaborados en Talavera de la Reina originales de la época.
En 1996 el carillón del reloj volvió a sonar con motivo de la festividad de la Almudena, tocando compases del pasacalles "Los Nardos" para marcar los cuartos; del chotis "Madrid" para señalar las medias horas; de la zarzuela "La Verbena de la Paloma" para los tres cuartos y del "Himno de la Almudena" para marcar las horas. En la actualidad alberga los fondos del Archivo Municipal, y su balcón central se utiliza para dar el pregón de las fiestas de San isidro, patón de la ciudad.
En el lateral opuesto a la casa de la Panadería se sitúa la casa de la Carnicería. En esta casa de la plaza mayor se encontraba el depósito general de carnes que abastecía los mercados y las tiendas de la ciudad.
Se desconoce la fecha exacta de la construcción de este edificio, pero se cree que fue reconstruida después del incendio que se produjo en la plaza en 1631, resultando un edificio de características similares a la Casa de la Panadería, con amplios soportales, porticado y con dos torres angulares que remataban los cuerpos laterales. A finales del siglo XIX acogió las dependencias de la Tenencia de Alcaldía y de la Casa de Socorro del distrito de la Audiencia. En la actualidad es la sede de la Junta Municipal del Distrito de Centro.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 17/08/2010 11:29 |
Taberna La Bola.- Calle de La Bola, 5
Para disfrutar de nuestro plato más típico, el cocido, sin duda hay que darse un paseo por la taberna La Bola. La Bola lleva preparando cocidos desde 1870. Fue en ese año cuando Cándida Santos, conocida como la Rayúa, transforma una antigua botillería situada en la calle Bola en una casa de comidas y hace famosa su cocina. Desde entonces, varias generaciones han continuado con el negocio. Lo que realmente ha hecho famoso al cocido de la taberna La Bola es su forma de cocinarlo. Según explica, Mara Verdasco, actual regente del local, “se sigue realizando como en 1822, en puchero y con cocina de carbón”.
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Taberna Casa Alberto.- Calle Huertas, 18 Los fogones de Casa Alberto llevan elaborando los guisos caseros más tradicionales desde hace 177 años. Inaugurado en 1827, su especialidad, el rabo de toro estofado está considerado como uno de los mejores de todo Madrid. Según cuentan en sus orígenes, los madrileños acudían a Casa Alberto a tomar un chato de vino, junto a un huevo duro y un trozo de bacalao. En la actualidad, los clientes pueden degustar platos típicos como callos a la madrileña y bacalao, champiñón, albóndigas, boquerones en vinagre, croquetas de jamón o chuletón de buey servido en plato caliente, acompañadas de un buen vino de la casa procedente de La Rioja. Todo elaborado en el momento y con productos naturales, lo que imprime al guiso el carácter casero que tanto gusta a sus clientes. Ganaderos, como Victorino Martín, toreros y críticos taurinos se dejan caer de vez en cuando por este restaurante. Para recordar que Miguel de Cervantes vivió y escribió en el edificio donde hoy se sitúa Casa Alberto, la segunda planta de esta taberna mantiene todos los recuerdos y objetos que el ilustre escritor dejó
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Restaurante Casa Labra.-
Calle de Tetuán, 12.
En las inmediaciones de la Puerta del Sol fue fundada en 1860 esta antigua casa de comidas, especializada en la preparación de bacalao frito y el vino tinto. Conserva su decoración original, con una fachada curva adaptada a la estructura del edificio y compuesta por cuarterones de madera y un curioso cartel de cristal con el rótulo del establecimiento. En su interior, además de su mostrador de cinc y tradicionales mesas de mármol, el visitante puede recrear la vista en las pintadas y numerosos refranes que hacen alusión a la historia del local. Y es que este restaurante ha pasado a la historia de Madrid por que en él, el día 2 de Mayo del año 1879, Pablo Iglesias fundo en la clandestinidad el Partido Socialista Obrero Español.
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Casa Antonio.- Calle Latoneros, 10
Conservaba el aspecto de las antiguas tabernas madrileñas, con un pequeño saloncito con mesas de madera y unos banquitos donde descansar para tomar unas deliciosas tapas acompañadas de una caña, tirada como mandan los cánones, o el vino del día. Guardaba la estética propia de las tabernas de finales del siglo XIX, al tener aún su fachada pintada de rojo y conservar los cristales grabados al ácido. Esta costumbre se pierde a principios del siglo XX al imponerse en Madrid una moda procedente de Andalucía, que consistía en decorar las tabernas con azulejos tanto en el exterior como en el interior.
Esta casa de tapeo y comidas, se encontraba en un lugar privilegiado de Madrid, en pleno centro, muy cerca de la Plaza Mayor, hipocentro de las tabernas y restaurantes más típicos de esta ciudad.
Hoy en día "Casa Antonio", se ha convertido en una pastelería-licorería, llamada "El Almendro", bellamente decorada con azulejos.
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La Chata.- Cava Baja, 24.
La Cava Baja no tiene desperdicio. Es una de las calles de Madrid con más tradición en lo que a tapeo se refiere. La Chata es uno de los lugares donde reponer el cuerpo con buenas viandas y algún que otro caldo, todo ello en un ambiente muy taurino.
Este local debe su nombre al apodo que recibía una condesa que visitaba el local con asiduidad. Ubicado en uno de los barrios más castizos de la capital, está decorado con fotos de matadores de los años treinta. Es punto de reunión de aficionados taurinos a la hora de la cena, en la que se sirve cochinillo al horno, callos madrileños, ciervo, rabo de toro y bacalao a la Chata, hecho con salsa de tomate y un toque secreto
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Los Timbales.- Calle de Alcalá, 227
Debe su nombre a los timbales que cuelgan de las paredes, ya que son los custodios de los timbales de la plaza desde que se inauguró. Las paredes están recubiertas de azulejos pintados con escenas taurinas. En un ambiente taurino, se puede degustar todo tipo de raciones, desde el jamón o el lomo a la ensalada de pimientos con bonito, una buena tortilla de picadillo, aceitunas con mejillones y el pulpo a la gallega. El restaurante prepara rabo y solomillo de toro y lenguado con pasas y piñones, entrecot de buey y pescados como la merluza y la lubina
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 25/08/2010 10:22 |
Iglesias en el Madrid de los Austrias |
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Capilla del Obispo.- Plaza de la Paja, 9. Está situada sobre el solar de una antigua capilla, propiedad de uno de los linajes más poderosos de Madrid, los Vargas. Fue precisamente un miembro de esta familia, Francisco de Vargas, quien ordenó en 1520 la construcción del templo. Las obras fueron acabadas en 1535 por su hijo, Don Gutierre de Vargas y Carvajal, Obispo de Plasencia, y de quien la capilla ha adoptado el nombre con la que es más conocida, ya que su advocación verdadera es la de San Juan de Letrán. Tras la concesión a la familia Vargas de la custodia del cuerpo de San Isidro en 1518, las reliquias del santo fueron trasladados a esta capilla desde la contigua parroquia de San Andrés, por lo que hasta 1544, año en que los restos vuelven a su antiguo emplazamiento, la Capilla del Obispo fue también conocida como la Capilla del Cuerpo de San Isidro. Este magnífico edificio, monumento nacional desde 1931, representa la transición del gótico (nave y ábside cubiertas por bóvedas góticas de crucería) al renacimiento (puerta y decoración interior). Levantado como una capilla de la parroquia de San Andrés, con la que en un principio estaba comunicada, destaca en el interior el prodigioso retablo mayor, obra del palentino Francisco de Giralte, discípulo de Berruguete, quien lo concluyó hacia 1550 con la colaboración de Juan Villoldo el mozo, quien realizó la policromía. En 1544, una vez retirados los restos de San Isidro, la capilla pasó a ser panteón de los Vargas. A tal efecto Francisco Giralte también construyó el sepulcro del obispo fundador, con su estatua orante y la de sus familiares; así como los sepulcros de los padres de éste, Francisco de Vargas e Inés de Carvajal, situados a ambos lados del presbiterio. Recientemente ha sido restaurada.
Parroquia de San Andrés.- Plaza de San Andrés, 1. Dedicada a San Andrés Apóstol, se trata de una de las iglesias más antiguas de Madrid. El primer dato documental que tenemos sobre su existencia es su aparición en el Fuero de 1202 como una de las parroquias de la ciudad, aunque no obstante, y según la tradición, ya existía desde la época de San Isidro, que fue feligrés de esta parroquia siendo enterrado en ella hacia el año 1130. Incluso también se cree que pudo estar situada sobre lo que fue una primitiva iglesia cristiana del Madrid islámico, ya que la jurisdicción de San Andrés se extendía por lo que fue el antiguo barrio mudéjar, posterior morería. A finales del siglo XV, sirvió de Capilla Real a los Reyes Católicos cuando residían en las casas de Don Pedro Laso de la Vega, desde donde se dio paso a la iglesia mediante la construcción de un pasadizo que daba acceso a la tribuna real. En 1656 se arruinó la capilla mayor, lo que motivó que al año siguiente se iniciara la construcción de un templo nuevo -con una orientación distinta respecto al primitivo-, así como la de la capilla de San Isidro Labrador, que se acabó uniendo al conjunto y cuyas obras finalizaron en 1699. Saqueada y parcialmente destruida durante la Guerra Civil, fue restaurada posteriormente con algunas modificaciones respecto al edificio original.
Iglesia Arzobispal Castrense.- Calle del Sacramento, 9. Se trata de la iglesia del antiguo convento del Santísimo Sacramento, de monjas bernardas, que fue fundado en 1615 por Cristóbal Gómez de Sandoval (Duque de Uceda y valido de Felipe III), sobre unas casas anejas a su palacio de la calle Mayor, hoy Capitanía General y Consejo de Estado. El convento, parcialmente derruido durante la Guerra Civil aunque reconstruido posteriormente, fue demolido en los años 70 para construir un bloque de apartamentos, salvándose únicamente la iglesia, que fue adquirida por el Ministerio de Defensa en 1979 con destino a albergar la iglesia Arzobispal Castrense de la I Región Militar, función que actualmente desempeña. Esta iglesia fue construida entre 1671 y 1744 según un proyecto realizado por tres arquitectos; el fraile jesuita Francisco Bautista, Manuel del Olmo y Bartolomé Hurtado García, si bien fue este último quien inició las obras dirigiéndolas hasta su fallecimiento en 1698. Tras la muerte de Hurtado, se hizo cargo de las obras Andrés Esteban hasta su conclusión en 1744, y fue consagrada al Santísimo Sacramento. Arquitectónicamente, se trata de un típico ejemplo de iglesia del barroco madrileño. Su planta es de cruz latina, de una sola nave, y cubierta por una bóveda de medio cañón con lunetos en las arcadas. En el exterior es interesante la fachada construida en granito, con tres arcos y un bajo relieve encima del acceso principal que representa a San Benito y San Bernardo adorando al Santísimo Sacramento. Tras su adquisición por el Ministerio de Defensa en 1979, se encargó su exhaustiva restauración. En 1982, cuando el templo se encontraba todavía en plena restauración, fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. El 25 de Junio de 1985 abrió sus puertas al culto con su imagen renovada.
Iglesia Pontificia de San Miguel.- Calle de San Justo, 4. Esta iglesia esta emplazada sobre el solar de la antigua parroquia de San Justo y Pastor, una de las más antiguas de la ciudad, como nos señala el Fuero de 1202. Desconocemos su origen y fundación; sólo sabemos que en 1438 se hizo en la parroquia un voto a San Pedro, y que en 1481 la familia de los Coello fundó una capilla en dicha parroquia. El primitivo templo se quemó en un incendio en 1690, por lo que en 1739 se inició la construcción del actual, que fue costeado por el Cardenal Infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, Arzobispo de Toledo, costando 1.421.000 reales. Tras la demolición de la vecina parroquia de San Miguel de los Octoes en tiempos de José Bonaparte, su feligresía pasó a esta parroquia, con lo que su advocación pasó a ser San Justo y San Miguel. Trasladada la parroquia de San Justo y Pastor a la iglesia del antiguo convento de las Maravillas en las postrimerías del siglo XlX, la antigua parroquia pasó a ser iglesia pontificia, quedando con la advocación de San Miguel. En cuanto al edificio, de una gran belleza, fue construido entre 1739 y 1745, y aunque en un principio se encargó al arquitecto Teodoro Ardemans, su construcción definitiva se debe a al italiano Giacomo Bonavía. Levantado sobre una planta de cruz latina, lo más destacable del edificio es su fachada convexa, rematada por dos torres y por un frontón. En el primer cuerpo de la fachada son de gran interés las alegorías de la Caridad y de la Fortaleza, realizadas respectivamente por Roberto Michel y Nicolás Carisana. De este último es también el bajo relieve que hay sobre la puerta y que representa a los dos santos titulares sufriendo el martirio.
Parroquia de Santa Cruz.- Calle de Atocha, 6 Situada en la plaza de su nombre, el primitivo templo se quemó en 1620 edificándose uno nuevo, que tras el incendio y posterior reconstrucción de 1763 perdurará hasta su definitiva demolición durante los años de la revolución de 1868. Tras su demolición, la parroquia se trasladó a la calle de Atocha, a la iglesia del antiguo colegio de Santo Tomás, que había sido desamortizado en 1836. Tras el incendio de Santo Tomás a finales del siglo XIX, la parroquia de Santa Cruz continuó su periplo por Madrid siendo trasladada a la que había sido iglesia del convento de los carmelitas en la calle del Carmen. Mientras tanto, sobre el solar de la antigua iglesia de Santo Tomás, se empezó a construir en 1889 el edificio actual. Acabadas las obras en 1902, la parroquia de Santa Cruz se trasladó definitivamente a su emplazamiento actual en la calle Atocha. En cuanto al edificio, fue construido bajo la dirección del arquitecto Francisco de Cubas, ayudado por su discípulo Miguel de Olabarría. Se trata del típico templo ideado por Cubas, en estilo neogótico, y levantado sobre una sola nave con ocho capillas laterales. Resulta interesante la fachada, formada por un gran arco apuntado con arquivoltas, y en donde podemos ver un relieve de Aniceto Marinas que representa la Apoteosis de la Cruz. Pero lo que más destaca es su alta torre de ochenta y cinco metros, de planta cuadrada y coronada por una terraza, y que de alguna manera continúa la tradición de la torre de la antigua parroquia, de 144 pies, edificada en 1660, y que era conocida como la `atalaya de la Corte`.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 26/08/2010 09:54 |
Plaza de Oriente |
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Situada frente a la fachada Este del Palacio Real, la creación de la Plaza de Oriente fue una iniciativa de José Bonaparte, que mandó derruir algunas de las casas medievales que ocupaban esa zona y ocupó parte del conocido como Huerto de la Priora, perteneciente al Monasterio de la Encarnación. El proyecto no fue
concluido por la derrota francesa en la Guerra de la Independencia.
Isabel II sería la que concluyera el actual trazado con la construcción del Teatro Real y los jardines. La estatua ecuestre de Felipe IV que preside la plaza fue trasladada desde el Retiro hasta la Plaza de Oriente en 1843. Esta estatua está basada en el retrato que Velázquez realizó al monarca.
Entre los monumentos que la circundan destacan el Palacio y el Teatro Real.
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Teatro Real |
El derribo del Teatro de los Caños del Peral, lugar en que hasta aquel momento tenían lugar las representaciones escénicas, se decidió en 1816, por considerarse que amenazaba ruina. En 1818, el Arquitecto Mayor del Ayuntamiento, Antonio López Aguado, recibe el encargo de realizar el proyecto de un nuevo teatro destinado a albergar el teatro de la ópera, así comienza la andadura del nuevo edificio, que concluirá Custodio Moreno en el año 1850. Hasta que el Teatro Real abrió sus puertas el 19 de Noviembre de 1850 con La Favorita de Donizetti, la ópera en Madrid había tenido su sede en los Teatros del Príncipe, de la Cruz y del Circo, además de las representaciones, limitadas a la corte, del Teatro de Palacio.
La inauguración del nuevo coliseo la propició la afición operística de la Reina Isabel II, y el teatro conoció un gran esplendor hasta que se cerró, por amenazar ruina, en 1925. A partir de aquí se suceden un conjunto de modificaciones, llegando a la actual reconstrucción de 1995. De planta irregular hexagonal, presenta dos fachadas principales: una orientada a la Plaza de Isabel II con poca decoración, y la otra al Palacio Real y Plaza de Oriente, realizada por González Velázquez más ornamentada. En el interior destaca el techo de la Gran Sala pintado por Lucas y la lámpara de bronce dorado. A su bella fachada se le añade el interés de poseer uno de los mayores escenarios del mundo.
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Palacio Real |
El Palacio Real de Madrid considerado como uno de los mejores palacios de Europa, se levanta sobre el lugar que en su día ocupó el Alcázar árabe, y fue residencia de la dinastía de los Austrias, siendo Felipe V el primer Rey de la Casa de Borbón que lo habitó como residencia oficial, hasta que un incendio ocurrido en 1734 lo redujo a cenizas.
Juan Bautista Sachetti es encargado de la realización de los nuevos planos, adaptados al espacio deseado por Felipe V. El Palacio no pudo habitarse hasta tiempos del Rey Carlos III, en 1764, y ya entonces se había quedado pequeño para las necesidades de la Corte, por lo que se hizo necesario un estudio para su ampliación, del que fue encargado Sabatini.
En su interior alberga excelentes salones con numerosas riquezas artísticas, destacando entre ellos el Salón del Trono. Junto al Palacio se encuentran los bellos Jardines de Sabatini y el Campo del Moro. Situado en la Calle de Bailén, frente al Teatro Real, este Impresionante conjunto monumental de estilo barroco clasicista italiano, tiene una superficie total de cien mil metros cuadrados, incluidos los sótanos, lo que le convierte en el mayor edificio de Madrid, con 870 ventanas, 240 balcones, 44 escaleras y 110 puertas generales.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 31/08/2010 10:51 |
Casas Palacios |
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Casa de las Siete Chimeneas. Plaza del Rey, 1, c/v Calle de las Infantas, 31. Es uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil del siglo XVI que quedan en Madrid. Fue proyectada y construida entre 1574 y 1577 por el arquitecto Antonio Sillero para Pedro de Ledesma, secretario de Antonio Pérez. En 1583, la casa fue adquirida por el comerciante genovés Baltasar Cattaneo. Tres años después este genovés mandó al arquitecto Andrea de Lurano realizar la primera ampliación del inmueble, resultando un caserón de planta rectangular, de dos alturas y un tejado a cuatro aguas rematado por siete chimeneas. De estas chimeneas le viene el nombre a la casa. En el siglo XVIII su nueva función de residencia se amplió el antiguo caserón con la construcción de un edificio anexo, transversal, resultando en conjunto una planta en forma de «L». Durante esta época también fue residencia del famoso Marqués de Esquilache. De nuevo en 1874 el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos realizó una nueva reforma, en 1881, el arquitecto Manuel Antonio Capo emprendió la reforma de las fachadas y restauró la casa devolviéndola su aspecto original, sin que ello implicara transformar profundamente las construcciones que se habían ido añadiendo a la antigua casa. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1948 y fue otra vez reformada en 1957 por los arquitectos Fernando Chueca Goitia y y José Antonio Domínguez Salazar. Desde la década de 1980 hasta la actualidad es sede del Ministerio de Educación y Cultura.
Palacio del Cordón. Plaza del Cordón, 1. Algunos autores y arquitectos han considerado que este palacio barroco fue construido durante los dos primeros tercios del siglo XVIII. Sin embargo, gracias a un estudio de las licencias municipales que se conservan en el Archivo de Villa, hoy podemos saber que fue en 1692 cuando el ayuntamiento dio licencia a Cristóbal de Alfaro para construir unas casas en la entonces calle de Tentetieso, hoy calle del Doctor Letamendi. Es un edificio que presenta dos alturas y planta baja en su parte frontal, mientras que gana altura en los laterales para salvar el desnivel de las calles del Doctor Letamendi y del Cordón. Es de trazas sencillas y equilibradas, con un gusto por la simetría en la disposición de vanos, balcones y rejerías. El conjunto esta centrado entorno a una sencilla portada que sirve de eje y en la que destacan las características `orejetas` típicas del barroco madrileño. Entre los personajes ilustres que lo habitaron figuran los políticos Manuel Becerra y Alberto Aguilera, este último alcalde de Madrid.
Casa Palacio del Conde de Miranda. Plaza del Conde de Miranda, 1. Compartiendo manzana con la Basílica Pontificia de San Miguel, se encuentra esta casa palacio que se construyó en el siglo XVIII para residencia del Conde de Miranda del Castañar. Esta casa palacio, bastante tosca en su aspecto exterior, presenta la típica estructura de las residencias y casas solariegas de la nobleza, con la planta baja adecuada para las dependencias domésticas y de los criados y la planta principal destinada a albergar la propia residencia. Previamente a su construcción el conde tuvo que adquirir las dos casas que había en el solar, una de ellas la compuso con una carga fiscal de 1500 maravedíes en 1733 y la otra la adquirió sin carga fiscal, pues había sido liberada en 1652 por Lorenzo de Mendoza y Juana de Castilla.
Casa Palacio Domingo Tres Palacios. Plaza de Ramales, 3, c/v Calle de la Cruzada, 4, c/v Calle de Santiago, 15. Este palacio fue construido en 1768 por el arquitecto Andrés Díaz Carnicero para residencia de Domingo Trespalacios, constituyendo otro ejemplo más del auge de la arquitectura civil y residencial del siglo XVIII madrileño. Se trata de un edificio de planta poligonal compuesto por tres alturas sobre sótano y provisto de un gran patio y tres fachadas en las que cabe destacar la simetría de los huecos y sus balcones curvilíneos. Después de la Guerra Civil se estableció en la planta baja del edificio la sede del Colegio Oficial de Arquitectos hasta 1941, pues un año antes de su traslado el palacio fue objeto de una profunda remodelación, realizada por el arquitecto José Antonio Fraile Ruiz de Quevedo, con el fin de transformarlo en un edificio de viviendas y oficinas. Con posterioridad una nueva reforma se centró en conseguir una mayor integración del inmueble con su entorno, empleándose técnicas de enfoscado en las fachadas que permitieran simular la sillería de las antiguas construcciones.
Casa Palacio de Elduayen.
Calle de Fomento, 11, c/v Calle de Torija, 7. Fue construida sobre un solar que hacía esquina entre las calles de Fomento y Torija, donde estuvo la residencia del Marqués de Cañizares, Conde de Luna de Aragón, y en el siglo XVIII del Marqués de la Regalía. La casa palacio actual no se sabe a ciencia cierta cuando se construyó, pero es probable que se edificara durante la primera mitad del siglo XIX, ya que por su composición arquitectónica se está más cerca de construcciones palaciegas y aristocráticas de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Este edificio de estilo clásico está compuesto por sótano y tres cuerpos en altura que presentan una acusada simetría en la disposición de los vanos y los balcones. La armonía de la fachada, realizada en ladrillo, se completa con las decoraciones en piedra blanca que se disponen en las líneas de imposta que separan los diferentes cuerpos del edificio y con unos elegantes balcones situados en el piso principal que se decoran con motivos barrocos.
Casa Palacio de Isla Fernández. Plaza de San Martín, 4. En 1850 el arquitecto Manuel Heredia y Tejada construyó esta casa palacio para uso residencial, con planta rectangular, con dos alturas sobre planta baja y organizada en torno a tres patios, dos laterales y uno en la parte posterior. Este inmueble es un ejemplo importante de la arquitectura palaciega y de la estética del periodo isabelino, destaca la simetría y el rigor clasicista en la composición de la fachada, compuesta por enormes pilastras e idéntica disposición de vanos y balcones en el primero y segundo piso, y por arcos de medio punto en la planta baja. Diez años después el edificio fue ampliado en altura por el arquitecto Manuel Martínez Puchol y con el tiempo fue destinado a diversos usos. HHasta el año 2005, albergó la sede de la Cámara de la Propiedad Urbana de Madrid.
Casa Palacio del Marqués de Cerralbo. Calle de Ventura Rodríguez, 17. Situado en pleno barrio de Argüelles, fue mandado construir como residencia personal de Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, y notable coleccionista de armas y cuadros. Su construcción se realizó entre 1884 y 1885 bajo la dirección del arquitecto Alejandro Lureda, resultando un palacio clasicista, con reminiscencia de los palacios italianos de estilo neo-palladiano, con jardín y mirador. Tras la muerte del marqués en 1922, y en virtud de una donación, en 1924 fue convertido en Museo. De este modo, en sus diversas estancias como el salón de baile, la sala de billar, o el comedor de gala, se pueden observar numerosos objetos y obras de arte, como lámparas venecianas, porcelanas de Meissen, pinturas del Greco, Ribera, Murillo, Zurbarán y Alonso Cano entre otros, así como multitud de tapices, arcones, bargueños, y una notable colección de armas y armaduras, de los que buena parte pertenecieron a la colección particular del marqués. Después de la Guerra Civil, el edificio fue restaurado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia. En 1962 fue declarado Monumento Nacional.
Palacio de la Infanta Isabel. Calle de Quintana, 7. Situado sobre un solar de gran extensión en el barrio de Argüelles, fue construido en el último cuarto del siglo XIX como palacio de don José Manuel de Cerragería y Gallo de Alcántara, conde de Cerragería. Sin embargo, el edificio es más conocido por albergar a partir de 1902 la residencia de la infanta doña Isabel de Borbón, hija de Isabel II y popularmente conocida como la «Chata». El palacio, de planta rectangular y organizado entorno a un patio central, fue uno de los edificios de la ciudad construidos con mejores materiales y mayor esmero. Además, tras fijar en él su residencia la Infanta Isabel, fue reformado y decorado por varios de los artistas más importantes del momento. En este sentido destaca el espléndido mural de la sala de visitas realizado por José Gamelo, y que representa la proclamación en Segovia de los Reyes Católicos, y sobre todo la magnífica escalera de acceso al palacio, realizada por Mariano Benlliure. Tras la proclamación de la República el 14 de Abril de 1931, la Chata, como el resto de la Familia Real partió al exilio, el palacio fue cerrado y quedó abandonado, con lo que empezaron a aparecer síntomas de deterioro que se agravaron notablemente durante los años de la Guerra Civil, pues al estar cerca del frente sufrió importantes daños y destrozos. En 1941, tras la muerte de Alfonso XIII, la Familia Real vendió el palacio al Ejército del Aire, quien lo restauró e instaló en él las dependencias del Cuartel General del Mando Aéreo del Centro, y de la Jefatura de la Primera Región Aérea del Ejército del Aire, función que actualmente continúa desempeñando.
Palacio Longoria. Situado este edificio en la calle de Fernando VI, es conocido hoy en día por albergar a la Sociedad General de Autores y Editores. Este magnífico palacio modernista fue construido por el arquitecto catalán, discípulo de Gaudí, José Grases Riera, entre 1902 y 1903 como Casa-Palacio del financiero y político Javier González Longoria. El edificio, que fue levantado sobre un solar de esquina cuadrado, está compuesto por dos cuerpos rectangulares unidos mediante un torreón cilíndrico situado en la esquina. En el exterior destaca la fachada, embellecida por multitud de formas sinuosas muy al estilo catalán, entre las que resaltan los nervios, la decoración vegetal y las rejerías. Pero sin ninguna duda lo más bello del edificio es la escalera principal situada en el interior, construida de hierro, bronce y mármol, que constituye una auténtica joya del modernismo madrileño. El 8 de marzo de 1950 fue adquirido por el compositor Jacinto Guerrero como presidente de la Sociedad General de Autores y Editores, cuya sede central continúa hoy en día albergando.
Palacio Bermejillo. Situado en la calle Eduardo Dato, fue construido entre 1913 y 1916 por el arquitecto Eladio Ladero, como residencia de don Javier Bermejillo del Rey, marqués de Bermejillo. Realizado en un lenguaje cercano al neoplateresco, se trata de un palacete de tres pisos levantado sobre una planta en forma de cuadrilátero irregular, estructurada en torno a un patio cubierto. En el exterior destaca la fachada principal -flanqueada por dos torreones- así como la galería de arcos de medio punto del piso superior, de estilo renacentista. Del interior lo más destacado es su decoración, sobre todo de los artesonados de madera, de las cerámicas de Talavera y Sevilla empleadas en zócalos y suelo, así como la rejería. Desde su construcción el edificio ha pasado por muy diversos usos, hasta que el 6 de Febrero de 1964 fue adquirido por la Dirección General del Patrimonio del Estado, que lo destinó a sede de la Dirección General del Patrimonio Histórico. Dedicado posteriormente a Instituto Nacional de Educación Especial, y más tarde a Real Patronato sobre Discapacidad, desde 1982 alberga la sede del Defensor del Pueblo, para lo cual, fue objeto de una profunda restauración.
Casa Palacio Ricardo Angustias. Plaza de Ramales, 1. Esta casa palacio construida entre 1920 y 1922 por el arquitecto Cayo Redón y Tapiz fue más bien el resultado de una genial ampliación y reforma de un edificio de viviendas que ya existía. Del edificio resultante, concebido como residencia para su propietario Ricardo Angustias, destaca la ampliación en altura de dos nuevas plantas, la última de ellas concebida como un torreón de reminiscencias medievales, sin que ello supusiera alterar la simetría de la fachada. La dificultad consistía en cómo pasar de un número par de ventanas en la fachada principal, en concreto cuatro por cada piso, a una solución final con una torre y una única ventana. Redón optó por introducir cinco huecos en el primer piso añadido, resaltando los tres centrales por medio de su integración en un único balcón. Sobre las dimensiones de este balcón se proyectarían las del torreón. Esto se reforzaría con la disposición de unos miradores sobre los aleros laterales para remarcar la silueta del nuevo edificio y se emplearía una decoración pictórica sobre estuco en el último piso y parte del torreón, a su vez, embellecido con una columnata y rematado por cubierta. El resto del edificio fue profundamente reformado y los elementos de fachada, como ventanas, balcones y ménsulas, fueron igualmente embellecidos.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 16/09/2010 09:45 |
Edificio Telefónica.- Gran Vía, 28. Situado en el segundo tramo de la Gran Vía, fue construido entre 1925 y 1929 por el arquitecto Ignacio de Cárdenas Pastor para sede de la Compañía Telefónica Nacional de España. La Compañía, que fue fundada en 1924, era en realidad una filial de la empresa norteamericana ITT (International Telephone and Telegraph) por lo que el edificio fue proyectado por el eminente arquitecto estadounidense Lewis S. Weeks, a quien se debe su estructura metálica hormigonada al estilo americano. No obstante, la resolución final del proyecto fue matizada por Cárdenas, quien supo conjugar el funcionalismo de Weeks con la arquitectura local, empleando para ello el barroco madrileño en el tratamiento de las fachadas. La Telefónica fue el primer edificio de una cierta altura en Madrid, y sus 81 metros de altura inauguraron de alguna manera la temática del rascacielos en las calles de la ciudad, aunque formalmente no puede ser considerado como tal. Debido a su altura, durante la Guerra Civil fue utilizado por el ejército republicano como observatorio militar. Entre 1951 y 1955, y según estaba contemplado por Cárdenas, el edificio fue ampliado.
Torres Blancas.- El edificio Torres Blancas se encuentra en Corazón de María 2 / Avenida de América 37. El proyecto, de Francisco Javier Sáenz de Oiza, es de 1961, y las obras se prolongaron desde 1964 hasta 1969. Con este edificio, su primer proyecto internacionalmente conocido, Sáenz de Oiza, que vivió el resto de su vida en el edificio, ganó el premio de la Excelencia Europea en 1974. El edificio, de 71 metros de altura, es una estructura a base de cilindros rodeados en todo su perímetro por balcones con celosías de madera.Tiene veintiuna plantas, destinadas a viviendas y oficinas, más dos plantas adicionales en lo alto del edificio. Una de las plantas intermedias está reservada para las instalaciones generales y en la azotea hay una serpenteante piscina. A pesar de su nombre, se trata de una única torre, que tampoco es blanca, sino gris, de hormigón visto. Su denominación hace referencia al proyecto original de Sáenz de Oiza en la que aparecían dos edificios de mármol. La estructura del edificio es de hormigón armado, careciendo de pilares. Son las paredes externas y la estructura vertical interna los elementos que garantizan las funciones de sustentación.
La pretensión de Oiza era construir un edificio de viviendas singular, de gran altura, que creciera orgánicamente, como un árbol, recorrido verticalmente por escaleras, ascensores e instalaciones, como si fueran los vasos leñosos del árbol y con las terrazas curvas agrupadas como si fuesen las hojas de las ramas. Complejo Azca.- El nombre de Azca es un acrónimo de Asociación Zona Comercial A. Es una de las zonas comercial y financiera mas importantes de Madrid. El encarecimiento del suelo disponible han hecho que surjan en esta zona varios de los más altos edificios del Madrid Contemporáneo obra de los más importantes arquitectos. El espacio queda limitado por la calle Orense por el oeste, Raimundo Fernández Villaverde por el sur, La Castellana por el este y la Avenida del General Perón por el norte. El diseño inicial reservaba el espacio central para la construcción de un gran teatro de la Ópera, proyecto nunca llevado a cabo. En cuanto al resto del conjunto se perdió la idea de unidad y cada una de las entidades financieras ha construido sus torres según su criterio e interés lo que ha acabado por dar a la zona un aspecto heterogéneo carente de unidad arquitectónica.
Edificio del BBVA. Diseñado por Sáenz de Oiza, alberga la sede madrileña del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, también en Azca. Se trata de una torre de 120 metros de altura con una serie de parasoles que logran un espectacular tratamiento de la luz. El problema para construir en esta parcela era que debajo se abrían los túneles del ferrocarril Atocha- Chamartín. Se solucionó con dos enormes pilares huecos de hormigón de más de 100 metros de altura, colocados a ambos lados del túnel. Estos pilares se unen entre sí por seis enormes plataformas de hormigón, cada una de las cuales soporta cinco pisos de estructura metálica.
Torre Europa. Nos hallamos ante una torre circular inteligente de 120 metros de altura, también situada en el complejo Azca y destinada a albergar oficinas, con veintiocho plantas, rematadas por una terraza donde existen instalaciones deportivas, piscina y jardines incluidos. El exterior aparece revestido de tirantes de hormigón. El arquitecto José Luis Oriol e Ibarra idea un edificio donde las paredes, al contrario que en otras construcciones de AZCA, vuelven a ser el elemento sustentante.
Torre Picasso. Se trata del edificio más alto de la ciudad. Diseñada por el arquitecto japonés Minoru Yamasaki, autor de las torres gemelas de World Trade Center en Nueva York, fue el primer edificio inteligente de Madrid. Mide 157 metros de altura, y cuenta con 43 plantas.
La Torre Picasso destaca en la denominada zona de AZCA por el dominio del color blanco de su fachada de vidrio y aluminio. El proyecto, que ganó el concurso internacional convocado, es del año 1977 pero la obra se prolongó hasta el año 1988 debido a problemas económicos y a la muerte del genial arquitecto.
Inicialmente estaba destinado a ser un hotel y espacio para oficinas; finalmente se destinó únicamente a oficinas. Su acusada verticalidad está remarcada por las bandas verticales de vidrio y aluminio que terminan en una cornisa curva de aluminio blanco que enmarca la azotea donde se construyó un helipuerto.
PUERTA DE EUROPA.- Conocidas como Torres KIO, debido a que fueron promovidas por esta empresa kuwaití. Se trata de un conjunto de dos torres inclinadas, con una altura de unos 120 m y 23 plantas, situadas en la plaza de Castilla. Actualmente albergan la sede de Caja Madrid. Su construcción data de los años 90; la primera fase se terminó en 1992; la segunda en 1996; son obra de los arquitectos extranjeros Philip Johnson y John Burgee. Se trata de dos construcciones simétricas cuya conocida inclinación de 15º hacia el eje del Paseo de la Castellana marcan, como las tradicionales Puertas el final de esta gran vía madrileña por la zona norte. La inclinación se consigue gracias a la unión de cada planta a una estructura interna de hormigón.
El empleo de las últimas tecnologías del momento aplicadas a la construcción de estas dos torres consiguió hacer de ellas unos de los más completos y revolucionarios edificios inteligentes. Aunque inicialmente se pensó en realizarlas en granito rosa, los materiales elegidos finalmente son de poco peso: vidrio, aluminio y acero inoxidable empleado en sus características bandas. Pero el edificio mas alto de Madrid, es sin duda alguna la torre de comunicaciones Torre España
. Fue construida en el año 1982, con motivo de la celebración del mundial de fútbol en nuestro país. Está situada junto a la M-30, el anillo de circunvalación más interno de la ciudad, concretamente en la zona sureste. Mide aproximadamente 230 m de altura. |
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 20/09/2010 11:18 |
Comercios y establecimientos con tradicción |
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Durante décadas estos antiguos comercios y establecimientos de la capital, con siglos de historia, se han mantenido fieles a su estilo. Sus productos tienen un cierto sabor genuino y auténtico y han sido adquiridos por varias generaciones de clientes. El gusto por la tradición sigue vivo en Madrid.
Uno de estos tradicionales establecimientos, es "CASA DE DIEGO", fabricante de abanicos, paraguas y mantones de manila desde el año 1823. En 1858 Manuel de Diego abrió las puertas de su tienda-taller en la calle del Carmen, a finales del siglo XIX la buena marcha del negocio permitió a Manuel de Diego trasladar el negocio a la plaza de la Puerta del Sol, que entonces era el lugar más frecuentado de la ciudad. Actualmente, está dirigido por Arturo Llerandi, que constituye la cuarta generación familiar al frente del negocio. Como él mismo asegura, “sus hijos pueden ser la quinta y sus nietos la sexta al frente de una tienda con el mismo apellido”. Su experiencia en este oficio le ha llevado a trabajar para las casas reales de todo el mundo, incluida la española. Él mismo, diseñó el abanico que portó doña Letizia Ortiz, princesa de Asturias, en la Boda Real.
Otra típica fachada del siglo XIX, es la del comercio dedicado a la venta de fieltros "ARCA DE NOE / BARCO DE LA ABUNDANCIA", situado en la Plaza de Herradores, 3, fundado en el año 1863.
La "SOMBRERERIA MEDRANO", la más antigua de Madrid, cierra sus puertas por escasa rentabilidad, en el año 2006. Esta Sombrerería situada en la calle Imperial junto a la Plaza Mayor, llevaba en pie desde 1863. Ha surtido de sombreros a películas como Belle époque o La niña de tus ojos.
Entre la clientela del negocio figuraba la Familia Real.
También es muy conocida la "ANTIGUA RELOJERIA DE LA CALLE DE LA SAL, 2" situada en pleno centro de Madrid, entre la Plaza Mayor y la Puerta del sol.
Cuando en los años 60 el afamado modisto Yves Saint Laurent redescubrió las alpargatas de Castañer y las llevó a las pasarelas de medio mundo, la pequeña tienda de alpargatas "CASA HERNANZ" fundada en 1880 como Alpargatería y Cordelería, ya llevaba mas de medio siglo vendiendo este tipo de calzado. Lo que los dueños del antiguo comercio probablemente no sospechaban es que el hallazgo del modisto francés sería el comienzo de una 'revolución' que todavía -casi 50 años después- llena a diario su tienda de la calle Toledo 18 de centenares de clientes, y les lleva a vender unos 100.000 pares al año. En Casa Hernanz están acostumbrados a tener muchos clientes, sobre todo en verano, ya que su tienda es la única que vende en Madrid alpargatas cosidas a mano en 32 colores y casi 30 números.
Otra vieja fachada es la de "ROBUSTIANO DIEZ OBESO" fundada en 1881 y dedicada a la venta de simientes, semillas, granos y Legumbres. Esta situada en la calle de Hortaleza, 70. Hoy en día, es un establecimiento de óptica, que ha reformado el local, pero han conservado la fachada tal como era.
Lo que desde 1881 era un almacén de semillas, se ha convertido, tras unas largas obras de rehabilitación en una tienda de gafas muy bonita y moderna: Optica Toscana. Se ha respetado todo lo que se ha podido el antiguo almacén, así las cajoneras originales sirven para guardar las gafas- ellos sabrán donde las han metido porque hay miles-, se ha recuperado el impagable suelo de cerámica hidráulica y como elemento decorativo se han utilizado también los sobre de las semillas, dispersos por las estanterías y vitrinas.
En la calle de la Paz número 8, nos encontramos con la guitarrería "JOSE RAMIREZ" . Casa fundada en 1881, aunque el establecimiento actual data de 1995. Desde varias generaciones, esta casa viene fabricando guitarras con las maderas que se han empleado tradicionalmente en la artesanía guitarrera, como son el cedro de Honduras, ébano de Camerún, abeto alemán, ciprés, palosanto de India y Jaracanda, y el cedro rojo para las tapas, utilizado por primera vez por José Ramírez III hacia el año 1960, al descubrir su característica calidad sonora. El trabajo realizado en este taller es completamente artesano.
"DROGUERIA Y PERFUMERIA MARTINEZ ORUE". Calle de Postas, 19. En 1888 el Sr. Martínez Orué fundó esta casa en la calle de Postas, entonces copada principalmente por los comerciantes de droguería, mercería y especiería. Este establecimiento, como casi todos los de su época, daban oficio a casi toda la familia, pues además de la venta al público se elaboraban algunos de los productos en la trastienda, labor que frecuentemente realizaban las mujeres y los jóvenes. Hoy en día sigue regentando el negocio el nieto del fundador y se conserva la composición de la fachada y gran parte del mobiliario original, como el mostrador, las estanterías y las cajoneras para almacenar los productos. Incluso algunos productos muy específicos y raros se pueden encontrar aquí, como el bol francés, el esperma de ballena, la fécula de patata y el crémor tártaro.
"CASA YUSTAS", Plaza Mayor, 30, Fue fundada hace más de cien años, y es un monumento histórico nacional, ya que en su interior existen unas
espectaculares cuevas recuperadas del siglo XVI. Lleva desde 1894 vendiendo sombreros, gorras y efectos militares. Está situada en el principal núcleo comercial del Madrid Medieval, en la Plaza Mayor. Tiene la mayor exposición de sombrerería, productos turísticos y artesanía.
Sombrerería.- Desde su fundación en 1894, Casa Yustas se especializó en esta sección. En la actualidad dispone de todo tipo de sombreros para todas las ocasiones tanto para señora como para caballero.
Efectos Militares.- Casa Yustas dispone de una amplia gama de insignias y condecoraciones de todos los ejércitos. Dispone también de todo tipo de galones y banderas de todos los países.
"La Favorita". Situada también en la Plaza Mayor, concretamente en el número 25, fue fundada en 1894. La Favorita es junto con Casa Yustas, otra tienda de artículos de tocado (sombreros, gorras, boinas, chisteras, bombines,...) la más antigua de todo Madrid. Actualmente la tienda cuenta ya con la cuarta generación, y esperan que la tradición continúe.
Debido a su emplazamiento y con la llegada de los nuevos tiempos, también se dedica a la venta de complementos y Souvenirs, como botas de vino, bufandas de lana y acrílicas, abanicos, camisetas, llaveros, sudaderas, dedales, imanes,...
"VINOS y LICORES MADRUEÑO".- Postigo de San Martín, 3. En 1895 Mariano Madrueño fundó esta destilería en un amplio local de 600 metros cuadrados que había adquirido en la calle del postigo de San Martín, frontero al Monasterio de las Descalzas Reales.
La amplitud del local tenía capacidad para instalar la tienda,
la trastienda, la bodega y un laboratorio, además de contar con un espacioso sótano de 300 metros cuadrados que se emplearía como almacén. En su laboratorio Mariano Madrueño elaboraba con técnicas artesanales los vermuts, licores y jarabes que luego vendía a granel. Hasta la actualidad el negocio ha estado regentado por la familia Madrueño, pasando de generación en generación los conocimientos y habilidades de este ramo, y con la convicción de preservar el encanto original del local. Así, todavía se conservan los grandes alambiques de la trastienda y las barricas de la bodega, junto con la estética de la fachada, que tan sólo ha variado en el rotulo que da nombre al establecimiento.
BOTERÍA JULIO RODRÍGUEZ - Artesanía en botas y pellejos para vino.
En el número 12 de la calle del Águila hay una botería, es un sitio donde se hacen recipientes para contener y preservar líquidos en pieles de animal.El titular del negocio, en más que posible extinción, es entusiasta y buen artesano. Julio Rodríguez, es artesano, heredero se su padre en el oficio de la confección de botas y pellejos para vino. Este, heredó el oficio de su abuelo Anastasio. El abuelo comenzó a trabajar como aprendiz en la Botería de la calle del Águila a finales del XIX y la compró en 1946. Julio Rodríguez hace botas y pellejos de todos los tamaños rematados en cuero, como hacían los antiguos. Además de hacer todo esto con sus propias manos y mucho cariño, también repara botas de cuero y toneles.
Otro referente esencial es "CAPAS SESEÑA" situada en la calle de la Cruz, 23. Abierta desde 1901, confecciona artesanalmente sus capas y conserva en su taller los métodos de corte y cosido a mano de toda la vida. Hoy la capa Seseña es reconocida como representante de la moda clásica de España y ha sido utilizada por destacadas personalidades, desde la Casa Real española hasta Hillary Clinton, pasando por artistas como Picasso, Buñuel, Rodolfo Valentino o Plácido Domingo y nombres de la literatura y el cine como Hemingway, Gary Cooper, Catherine Deneuve o Federico Fellini.
Justo detrás de la Puerta del Sol, se encuentran la plaza de Pontejos y la calle del Marqués viudo de Pontejos, y en ellas la catedral de la mercería. Concretamente, en el número 5 de la calle del Marqués viudo de Pontejos, se halla "COMERCIAL AMPARO", una mercería llena de colorido fundada en 1861, que conserva su fachada del siglo XIX.
Más conocida es el "ALMACEN de PONTEJOS", que debe su nombre a la Plaza de Pontejos en la que se ubica, y que lleva más de cien años vendiendo todo tipo de hilos, alfileres, abalorios, pasamanería, lanas y cintas. Los sucesores de su fundador, Antonio Ubillos, se encargan ahora de un negocio que se fundó aproximadamente en 1907.
Hoy ante la escasez de mercerías en los barrios madrileños, las mujeres van en peregrinación a Pontejos a buscar ese botón, aquella cremallera, una tira bordada, una hebilla, unas asas para un bolso, unas cuentas para un collar, un hilo de perlé, y, por qué no, unas lentejuelas. Todo, absolutamente todo lo relacionado con la costura se encuentra en Pontejos, y si no lo tienen es que se ha dejado de fabricar.
En 1925, Luisa Valdés era una joven viuda de militar con nada más y nada menos que seis hijas a su cargo y la menor pensión, por ser viuda de capitán de Intendencia. Ante esta desgracia acudió a S. M. la Reina Dª Mª Cristina, madre de S. Majestad el Rey D. Alfonso XIII, la cual le concedió que pudiera regentar una administración de lotería, y así es como nació "LA PAJARITA". En Noviembre de ese año se abrió la tienda al público en el número 6 de la madrileña Puerta del Sol. Luisa Juste Valdés, hija de Dª Luisa Valdés, se hizo cargo de la administración cuando su madre fue siendo mayor. En Noviembre de 1991, hubo que dejar el local de la Puerta del Sol, al parecer por unas obras temporales, pero después de mucho tiempo y avatares relacionados con el edificio, consiguieron declararlo en ruinas. Entretanto habían conseguido la licencia para seguir trabajando en un quiosquillo provisional, justo en la acera del mismo edificio en obras. La actividad en el kiosco duró cuatro años y medio, hasta Octubre de 1996, fecha en la cual la administración se trasladó a su emplazamiento actual, en el número 18 de la calle Alcalá de Madrid. Actualmente, La Pajarita sigue siendo un tradicional y auténtico símbolo de Madrid a nivel nacional y mundial en lo que a la suerte se refiere, que ha repartido importantes premios desde que se abriera.
Si hablamos de lotería, y más concretamente de la lotería de navidad, es imposible no mentar a "Doña Manolita". Doña Manolita es la administración de loterías número 67 de Madrid, y una de las más importantes de España. Su fama no es sólo a nivel nacional, si no mundial, pasando a formar parte de la historia viva de Madrid, un símbolo de la ciudad, como la Plaza Mayor o El Oso y El Madroño. La administración de loterías de Doña Manolita data de 1.904 que fue cuando, a la edad de veinticinco años Manolita, la propietaria que dio nombre al local, abrió su primera administración en la calle San Bernardo; siendo en 1.931 cuando se trasladara al número treinta y uno de la Gran Vía de Madrid, donde sigue hoy en día. Sus comienzos no fueron nada fáciles, pero su belleza y carisma hicieron de los estudiantes sus primeros clientes. La cantidad de premios que repartía fueron corriendo de boca en boca, y la gente que también quería ganar, comenzó a ir esta administración para comprar su lotería, comenzando así un camino que a día de hoy sigue avanzando. Debemos tener en cuenta la hazaña de esta mujer, que parece que queda desvanecida por la fama de sus premios. En una época en la que las mujeres estaban relegadas a un segundo plano ella abrió un floreciente negocio, convirtiéndose así en una próspera empresaria. Dicen que fue musa de artistas varios: escritores, pintores … que le dedicaban sus obras, por su belleza, por su carisma. Doña Manolita moría en Madrid en el año 1951 a los setenta y dos años de edad.
Famosa es también "CARAMELOS PACO", en la calle de Toledo, 53 y 55. Esta tienda fue fundada por Francisco Moreno Redondo en 1936 como un pequeño establecimiento de comestibles. Actualmente está dirigida por Francisco Moreno Vicente que, siguiendo la trayectoria de su padre, ha convertido el negocio familiar en toda una empresa de fabricación y suministros de caramelos publicitarios.
En el número 82 de la madrileña calle Mayor se encuentra la sastrería "EL CORTE MILITAR" fundada en el año 1942, este local aun conserva su fachada de madera típica de la época. Se dedica, como su nombre indica, a la confección y comercialización de todo tipo de uniformes, camisería y complementos (Corbatas, zapatos, guarnicionería, distintivos, etc.), para distintos Organismos y Empresas Privadas. Cuenta con una plantilla de profesionales (Cortadores, Oficiales y Administrativos), con largos años de experiencia.
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Fachadas de Peluquerías y ... |
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"El Kinze de Cuchilleros" - Es una peluquería fundada en 1900, siendo uno de los locales mas antiguos de Madrid, que todavía hoy sigue abierto como tal peluquería ofreciendo un esmerado servicio a precios razonables. Salón de Peluquería en la Calle Santa Isabel, 8, Su fachada de 1914 en cerámica decorada, hoy conservada, se ha declarado de interés histórico artístico. También sigue abierto al publico como tal peluquería ofreciendo un esmerado servicio a precios razonables.
Salón de Peluquería en la Calle de Embajadores, 31. (En la actualidad es una tienda de todo a cien regentada por chinos.)
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Antiguo despacho de leche en el rastro madrileño. (hoy en día es una casa de bebidas.)
"Antigua Huevería" en la calle San Vicente Ferrer, 28. (En la actualidad es un bar de copas.)
BARRIO DE MALASAÑA
"Espenduria de Tabacos" en la calle de La Palma, 69.
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Encuadernación Rogelio R. Luna - Calle Campomanes, 12
"Joyería" Calle Mayor / Felipe III (Antigua droguería)
Corchera Castellana. CALLE CAVA BAJA, 47
El tatarabuelo de Fernando de María sacaba el corcho de los árboles de la provincia de Zamora y Toledo en 1880 y los convertía en tapones para las botellas de lejía, de gaseosas y para los tarros de los farmaceúticos. Con esta finalidad fundó la Corchera Castellana en 1881. Es la única familia que después de 115 años sigue siendo corchera de profesión. Ahora, además de contar con la mayor variedad de tapones del mercado, también realizan artesanalmente bandejas, cajas para regalos, "pero sobre todo moldes para pelucas y barbas y bolas de encargo", comenta Fernando mostrando unas bien formadas cabezas de corcho. Algún nostálgico le encarga de vez en cuando los salvavidas antiguos hechos con cuerda y tablas de corcho para regalárselo a sus nietos, aunque, aclara Fernando, "se han dejado de hacer porque cuestan unas 3.000 pesetas y por 40 duros tienes uno de plástico".
El herbolario "Vda. de Patricio Morando" es una de las herboristerías con más tradición en Madrid desde que se fundó en 1918. Está especializada en plantas medicinales y cuenta con una gran variedad de hierbas diferentes y especias, traídas de países de todo el mundo, para que sus clientes disfruten de un amplio catálogo de productos. Es una tienda especializada que ha sabido conjugar la tradición del pasado con los conocimientos más actuales sobre plantas medicinales y especias. En el año 1.918 D. Patricio Morando alquiló al Banco Hispano Americano un local en la calle Duque de Alba nº 15. Esta calle, que realmente debe su nombre al palacio perteneciente a los Duques de Alba, está enclavada en una de las zonas más antiguas y más bonitas de Madrid, muy cerca de la famosa Plaza Mayor, junto a la Plaza de la Cebada y al castizo Rastro madrileño. Patricio Morando montó un negocio de plantas medicinales, especias y semillas. Hoy sigue siendo un negocio de tradición familiar que ya va por la tercera generación y actualmente la persona que dirige la empresa, José María Mateos (Chema) es nieto del fundador.
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De: Amaly (Mensaje original) |
Enviado: 07/10/2010 11:15 |
Teatro Español Calle del Príncipe, 35.
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Los orígenes del Teatro Español se remontan al siglo XVI, cuando la Cofradía de la Pasión y de la Soledad adquirió una casa propiedad de Isabel Pacheco para dedicarlo a la representación de funciones teatrales. El 21 de Septiembre de 1583 se inauguraba con el nombre de «Corral de la Pacheca», Tras su adquisición por el Ayuntamiento en 1683, en 1745 es reformado por el arquitecto Juan Bautista Sacchetti, transformándose en un moderno local cubierto que funcionó hasta 1802, año en que fue arrasado por un incendio. En 1807 fue reconstruido por Juan de Villanueva, y el 9 de Marzo de 1849, tras una nueva reforma pasa ya a denominarse Teatro Español. En 1887 el Teatro es declarado ruinoso, manteniéndose cerrado hasta que en 1895 es de nuevo abierto al público. Entre 1929 y 1930 es otra vez reformado por Pablo Aranda, que fue quien le dio su configuración actual, si bien el 19 de Octubre de 1975 un nuevo incendio destruyó el escenario y parte de la sala, teniendo que ser reconstruido por Lucio Oñoro entre 1979 y 1980 quien hizo pocas modificaciones respecto al anterior. |
Teatro Eslava Calle del Arenal, 11.
Situado en la calle Arenal, fue construido por el arquitecto Bruno Fernández de los Ronderos en el año 1870 a iniciativa del empresario Bonifacio Eslava.
El edificio, que se levantó entorno a un solar rectangular y con una capacidad para 1200 espectadores fue inaugurado el 30 de Septiembre de 1871 como salón de conciertos y almacén de instrumentos musicales.
Tras una serie de reformas en 1950 y 1979, actualmente alberga la discoteca Joy Eslava.
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Teatro de la Comedia Calle del Príncipe, 14.
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Situado en la calle del Príncipe, fue construido por el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos entre 1874 y 1875, sobre las plantas inferiores de un edificio de viviendas. Fue inaugurado el 18 de Septiembre de 1875 por el rey Alfonso XII con la representación de la comedia El espejo de cuerpo entero, a cargo de la compañía del actor Emilio Mario. Con un aforo superior a las mil localidades, según la Guía de Madrid de Fernández de los Ríos (1876), era uno de los teatros más bellos y cómodos de la capital. Destaca como novedad la utilización de elementos de fundición y hierro forjado tanto en su estructura como en su decoración. El edificio ha sufrido varias reformas; en 1897 Francisco Andrés Octavio reforma la fachada, y tras un incendio el 18 de Abril de 1915 fue de nuevo restaurado por el arquitecto municipal Luis Bellido, quien utilizó para ello de forma pionera el hormigón armado. Una placa de la fachada recuerda que en este teatro se pronunció en 1933 el discurso fundacional de la Falange Española de las J.O.N.S. En la actualidad, posee carácter de Teatro Nacional porque actúa con frecuencia la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
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Situado en la Corredera Baja de San Pablo, fue construido entre 1879 y 1880 por el arquitecto Carlos Velasco y Peinado, sobre los bajos de una casa de vecindad propiedad del promotor del teatro, el financiero Cándido Lara, y de quien el edificio ha tomado su nombre. En presencia de la princesa Isabel de Borbón, el teatro fue inaugurado el 3 de Septiembre de 1880 con la representación de dos comedias; Un novio a pedir de boca, escrita por Manuel Bretón de los Herreros; y La ocasión la pintan calva, de Vital Aza y Miguel Ramos Carrión. En cuanto al edificio en sí, en su interior está formado por un patio de butacas, dos pisos de palcos y un anfiteatro. En 1916, fue reformado por el arquitecto Pedro Mathet y Rodríguez, quien retocó la fachada dotándola de un gusto modernista, y amplió el vestíbulo principal.
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Teatro Lara Corredera Baja de San Pablo, 15.
Ha sido declarado por el Ayuntamiento edificio de interés nacional.
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Teatro María Guerrero Calle de Tamayo y Baus, 4.
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Este teatro, sede del Centro Dramático Nacional, originalmente llamado de la Princesa, fue construido entre 1884 y 1885 por el arquitecto Agustín Ortiz de Villajos y financiado por el Marqués de Monasterio. Este fue el tercer teatro que construyó Ortiz de Villajos en Madrid, después del de la Comedia y el de Price, sobre un solar cuadrangular y siguiendo las tendencias del eclecticismo. El patio de butacas se desarrolla en una tradicional forma de herradura, la estructura de la sala presenta soportes de fundición y la decoración interior se realiza con motivos mudéjares. La fachada, que no se corresponde con el eje longitudinal de la sala, es de estilo neorrenacentista y esta provista de pilastras de orden gigante, destacando el porche adosado y rematado con frontón del cuerpo central, que antiguamente se utilizaba como acceso de carruajes. En 1918 se decidió ampliar el teatro, encargándose al arquitecto Pablo Aranda la construcción de una nueva planta en el edificio, a pesar de cambiar el aspecto original de la fachada. Con otras reformas posteriores se integró el porche exterior en el vestíbulo y se alteró el diseño de la sala. El nombre actual se debe a que desde 1908 y durante mucho tiempo después fue titular del teatro la compañía de María Guerrero. |
Teatro La Latina Plaza de la Cebada, 2
Este teatro está situado en la madrileñísima plaza de la Cebada.
Fue creado en la primera década del siglo XX , en el año 1907, por el anticuario Juan Lafora Calatayud, a partir de un cine construido sobre los terrenos de un antiguo hospital.
Desde el año 1979, el teatro es propiedad de la actriz y cantante Lina Morgan.
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Teatro de la Zarzuela Calle de Jovellanos, 4.
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El Teatro de la Zarzuela surge en 1856 por iniciativa de la Sociedad Lírico Española, quienes deseaban contar con un local propio para explotar el género de la Zarzuela. Las obras fueron realizadas por José María Guallart que terminó el teatro en tan sólo siete meses. Su apertura, el 10 de Octubre de 1856, se hizo coincidir con el cumpleaños de la reina Isabel II, quien acudió en compañía del resto de la familia real a la sesión inaugural, en donde se interpretó una sinfonía para orquesta y banda militar expresamente compuesta por Barbieri, así como la representación de El sonámbulo, con letra de Antonio Hurtado y música de Barbieri y Arrieta. Desde su inauguración, el Teatro de la Zarzuela monopolizó los estrenos líricos durante la segunda mitad del siglo XIX. Del edificio original, poco o nada queda ya. El 8 de Noviembre de 1909, el teatro sufrió un incendio que lo destruyó casi por completo, quedando únicamente en pie los muros de carga, por lo que tuvo que ser reconstruido por el arquitecto Cesáreo Iradier al año siguiente. En 1956, en una reforma realizada por Antonio Vallejo y Fernando Ramírez, se suprimió la riqueza ornamental del interior y los arcos de la fachada. |
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Teatro Reina Victoria Carrera de San Jerónimo, 24.
Fue construido bajo la dirección del arquitecto José Espeliús sobre un solar a dos fachadas. Las obras comenzaron en 1915 y concluyeron nueve meses después con la inauguración del teatro el 10 de Junio de 1916. Encuadrado arquitectónicamente en un modelo claramente historicista, Espeliús lo concibió como un teatro elegante preparado para la representación del género de la opereta. El decorado es de buen gusto, destacando las tapicerías de los palcos y el telón que procedían de la Real Fábrica de Tapices. Un elemento interesante fue la claraboya de 21 metros que se situó en el techo, y que con un sencillo mecanismo lo dejaba al descubierto para renovar el aire de la sala.
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Fue construido con el nombre de Teatro Odeón por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga entre 1915 y 1917, sobre un solar que había adquirido la Sociedad de Atracciones entre las calles de Atocha y una calle particular que comunicaba con el antiguo Ministerio de Fomento, hoy calle del Doctor Cortezo. El edificio, de clara influencia ecléctica, esta inspirado en el carácter ornamental de edificios semejantes, pero también esta concebido dentro de las nuevas técnicas que buscan una mayor seguridad y funcionalidad en este tipo de establecimientos. Fue uno de los primeros edificios que se construyeron en la ciudad con estructura de hormigón armado y con salidas de emergencia. La organización del espacio interior se realiza a través de un eje diagonal que parte del torreón circular de la esquina y culmina en el escenario. A ambos lados de este eje se disponen de forma simétrica las distintas piezas del teatro, y en combinación con la altura que alcanzan sus seis pisos de palcos se consigue crear un espacio interior de enormes proporciones, que incluso se ilumina con luz natural por la disposición en el techo de un gran lucernario. Del exterior destaca la composición de sus dos fachadas, de gusto francés, a base de huecos idénticos, óculos, ménsulas, dinteles y una balaustrada corrida, pero, sobre todo, destaca el templete de columnas adosadas y la cúpula de pizarra que rematan el torreón circular de la esquina. |
Teatro Calderón
Calle de Atocha, 18 / Calle del Doctor Cortezo, 1
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Teatro Alcázar Calle de Alcalá, 20. Fue construido en el año1921 por el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga. Inicialmente se le conoció como Palacio de los Recreos albergando un teatro, una sala de fiestas y salones para tertulia. Tras una reforma en 1924, el edificio se convierte en el Cine-Teatro Alkázar, siendo inaugurado el 27 de Enero de 1925 por la Compañía del señor Cadenas, poniendo en escena la obra Madame Pompadour. El 1 de Julio de 1940 se sustituye la k por la c, denominándose desde entonces Teatro Alcázar, nombre que sigue llevando en la actualidad. |
Teatro Infanta Isabel - Barquillo, 24 - 1915
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Situado en pleno corazón de Madrid, al lado de la popular Plaza de Cascorro, el Pavón fue creado por el arquitecto Teodoro Anasagasti. Construido en 1924 bajo la iniciativa de Francisca Pavón, el teatro fue inaugurado un año más tarde por Alfonso XIII y desde sus comienzos contó con memorables estrenos como Las Leandras, del Maestro Alonso, que consolidó a Celia Gámez como gran vedette(1931) o Nuestra Natacha, de Alejandro Casona, interpretada por María Fernanda Ladrón de Guevara (1936). Después de la Guerra Civil el Pavón acogió a numerosas estrellas de la canción española como Miguel de Molina, Manolo Caracol, Antonio Molina o La Gitana Blanca; sin embargo, en 1940 decidieron convertirlo en cine. Recuperada la sala como teatro en 1985 por Carmen Troitiño, su escenario acogió importantes espectáculos, hasta que en 1990 se cerró definitivamente y se puso en venta. En 1999 la compañía Zampanó lo compró y tras afrontar su rehabilitación, recuperó este edificio emblemático, que corría grave peligro de desaparecer, intentado recuperarlo tal y como estaba en origen. Las obras que emprendieron estuvieron dirigidas por el arquitecto Ignacio de las Casas Gómez, que respetó el aspecto original del teatro. El edificio esta construido con estructura de hormigón en pilares y vigas en los tres niveles inferiores y con estructura metálica en la cubierta, en el exterior, dos terrazas de estilo catalán rematan la fachada. En cuanto a la fachada, se han recuperado los esgrafiados en forma de flor y los dibujos de tendencia geométrica que tenía la sala en su origen, siempre con la idea de conservar una de las únicas fachadas modernistas que alberga Madrid. Fue inaugurado el 1 de Noviembre de 2001 con El condenado por desconfiado, de Tirso de Molina.
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Teatro Pavón Calle de Embajadores, 9
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Nuevo Teatro Alcala CalleJ orge Juan,62, esquina con Calle Alcalá
En el archivo histórico del Ayuntamiento de Madrid figura que el Arquitecto D. Luis Ferrero es el autor de los proyectos fechados el 30 de Septiembre de 1922 y que dieron lugar a un teatro que en su primera etapa se llamó Coliseo Pardiñas y que se inauguraría en 1927.
El teatro, que más tarde fue cine, fue escenario de importantes acontecimientos teatrales y musicales, entre ellos el estreno en España del musical "Jesucristo Superstar", siendo cerrado a finales de los años 80.
Más de quince millones de euros y veinte meses ha invertido Alejandro Romay, empresario de teatro en Buenos Aires, en las obras de rehabilitación de este teatro madrileño, que volvió a abrir sus puertas al público en octubre de 2002 con el musical "Tanguera".
Una vez en funcionamiento el Nuevo teatro Alcalá y viendo que se adaptaba a las necesidades para la representación de CABARET, éste sufre una gran remodelación en su interior para llevar a cabo la gran producción y puesta en escena del Musical.
El Nuevo Teatro Alcalá es un complejo de dos salas equipadas con tecnología de última generación; sin duda, el más moderno de los que existen hasta el momento en Madrid.
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