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De: 2158Fenice (Mensaje original) |
Enviado: 11/04/2010 07:22 |
Tango / El tango
Alrededor de 1880, en Buenos Aires, capital de la Argentina, inmigrantes de Europa y África se reunían en los bares y burdeles en busca de unas copas y algo de compañía, y de sus dificultades nació el tango. La música y el baile se inspiran fuertemente en muchas naciones de inmigrantes. De África vienen los ritmos implacables de los tambores de los esclavos. De las pampas de Argentina viene la influencia de la milonga-- música que combina los ritmos indios con música española antigua. El tango habla de una existencia fatal, en la que el dolor y la pena son el destino esperado. Fue Carlos Gardel el máximo exponente del tango argentino en el mundo. En 1915 el tango fue la moda en Europa, y de pronto los americanos lo bailaban. Algunas mujeres americanas comenzaron a llevar "protecciones" contra los roces demasiados íntimos de sus parejas.
El tango ya es Patrimonio de la Humanidad
Fuente: Clarin
Lo declaró la UNESCO, durante la cuarta reunión de expertos del Comité Intergubernamental. "Es un reconocimiento y un compromiso para seguir fomentando su difusión", dijo desde Abu Dhabi el ministro de cultura porteño, Hernán Lombardi.De los porteños, de los argentinos, de todos... El tango fue declarado hoy Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, durante la cuarta reunión de expertos del Comité Intergubernamental de la UNESCO que se realiza en los Emiratos Arabes.
"Esta proclamación singnifica un reconocimiento y a la vez un compromiso para seguir fomentando la difusión del tango en sus diferentes estilos y estimulando la producción a través de concursos de música, canto, baile y poesía", explicó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, poco después de conocer la noticia.
Exultante, el funcionario consideró que la inclusión del tango en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad "es un homenaje a centenares de cantores, milongueros y músicos que fueron preservando esta tradición de voz en voz" tanto "en los tiempos en las que el tango era moda" como "en las que no era moda".
Por su parte, el músico Miguel Angel Estrella consideró que el tango se "merecía este reconocimiento y homenaje". Y agregó: "estoy contento como perro con dos colas. Como argentino y músico se me puso la piel de gallina cuando dieron la noticia".
La candidatura del tango –para quedar incluida en una lista representativa de las manifestaciones culturales de todo el mundo- había sido presentada en conjunto por Buenos Aires y Montevideo, al considerarlo una de las principales expresiones de la identidad de los habitantes rioplatenses.
En junio un órgano de expertos de la UNESCO había recomendado incorporar a la declaración de patrimonios culturales de la humanidad a 76 expresiones, como danzas, rituales, lenguas, técnicas artesanales tradicionales, danzas y músicas propuestas por países de todo el mundo.
El Tango, apunte histórico
por J. Alberto Mariñas
Tango argentino, Carlos Gardel, historia del tango, tango baile, tango canción , tango poesía, música midi... todo cabe en estas páginas de El Tango, un lugar de Internet en español mantenido por José Alberto Mariñas desde Madrid.
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Es difícil escribir un apunte histórico sobre el tango, pero al mismo tiempo, es muy arduo eludirlo porque son muchos los que a través de estas páginas solicitan, aunque sólo sea, una ligera orientación que les ponga en la pista de este completo fenómeno cultural - baile, música, canción, poesía - que por una u otra razón atrae a tanta gente. Aunque sobre el tango y sus figuras son muchas las cosas que se discuten y ponen en duda, es generalmente aceptado que el tango nace en Buenos Aires a finales del siglo XIX aunque algunos prefieren decir a modo conciliador, que nació a las orillas del Río de la Plata, con el fin de contentar a los uruguayos que reclaman una copaternidad del fenómeno.
En un hecho de origen popular como el tango y, por tanto, de nacimiento evolutivo resulta imposible apuntar una fecha de nacimiento. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los estudiosos coinciden en dar por buena la década de 1880 como el punto de partida de lo que entonces no era más que una determinada manera de bailar la música. La sociedad donde nace el tango escuchaba y bailaba habaneras, polkas, mazurcas y algún vals, por lo que respecta a los blancos, mientras que los negros, un 25% de la población de Buenos Aires en el siglo XIX, se movían al ritmo del candombe, una forma de danza en la que la pareja no se enlazaba y bailaba de una manera más marcada por la percusión que por la melodía.
Puerto, 1885
Musicalmente, el tango entronca en su genealogía con la habanera hispano-cubana y es por tanto hijo del trasiego mercantil entre los puertos de lengua española de La Habana (Cuba) y Buenos Aires (Argentina). Sin embargo, estos orígenes explican poco sobre su nacimiento. Inicialmente, el tango es interpretado por modestos grupos que cuentan sólo con violín, flauta y guitarra o incluso, en ausencia de ésta, el acompañamiento de un peine convertido en instrumento de viento con la mediación de un papel de fumar y un avezado soplador que marca el ritmo. El instrumento mítico, el bandoneón, no llega al tango hasta un par de décadas después de su nacimiento, en 1900 aproximadamente, y poco a poco sustituye a la flauta.
Inicialmente, el tango debió ser un modo de interpretar melodías ya existentes, modo sobre el que fueron creándose otras nuevas que en un inicio ni siquiera contaban con una transcripción musical, ya que a menudo sus intérpretes y creadores no sabían escribir o leer música. De hecho, con el correr de los años, algunos de los primeros tangos ya transcritos no van firmados por sus autores sino por avispados personajes que sí sabían escribir música y aprovecharon el vacío existente sobre la autoría de determinados tangos celebrados popularmente, para ponerlos a su nombre y ganar con ello unos pesos.
Quizá a estas alturas del texto, alguno se pregunte sobre el origen del nombre. Es una buena pregunta, pero carece de respuesta, o lo que es lo mismo, hay miles. En España en el siglo XIX se empleaba la palabra tango para un palo flamenco, en la geografía africana hay algunos topónimos con ese nombre, en documentos coloniales españoles se usa el vocablo para referirse al lugar en que los esclavos negros celebraban sus reuniones festivas… algunos incluso dicen que el origen podría estar en la incapacidad de los africanos para pronunciar bien la palabra "tambor" que quedaría así transformada en "tangó". En fin, es una buena pregunta pero la irremisible falta de documentación escrita y el origen ágrafo del tango y sus primeros padres callará la respuesta para siempre.
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Postales anónimas Gaucho e indios patagones Argentina, hacia 1870 |
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Las cifras hablan: Argentina pasó de tener dos millones de habitantes en 1870, a cuatro millones veinticinco años más tarde. La mitad de esa población se concentraba en Buenos Aires donde el porcentaje de extranjeros llegó a ser del 50 por ciento y adonde acudían también gauchos e indios procedentes del interior del país.
En este ambiente, se comienza a bailar en tugurios y lupanares el nuevo ritmo que se asocia así desde su inicio al ambiente prostibulario, ya que eran sólo prostitutas y "camareras" las únicas mujeres presentes en las academias o perigundines.
Puesto que se trataba de féminas dedicadas en alma y, sobre todo, en cuerpo a sus accidentales acompañantes, el tango se comenzó a bailar de un modo muy "corporal", provocador, cercano, explícito… de un modo socialmente poco aceptable como se vería cuando, siendo ya un fenómeno emergente, el tango comenzó asalir del arrabal de su ciudad de origen y empezó a expandirse.
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Hombres practicando el tango en la calle
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En los primeros tiempos, cuando el tango comienza a convertirse en canción, las letras que acompañan la música son obscenas y sus títulos dejan lugar a pocas dudas: "Dos sin sacarla", "Qué polvo con tanto viento", "Con qué tropieza que no dentra", "Siete pulgadas"... o incluso "El Choclo" que aunque literalmente significa mazorca de maíz, en sentido figurado y vulgar, equivale al castellano "chocho" o "coño".
De su baja cuna a su encumbramiento como baile rey en los salones del mundo occidental, el tango recorrió un curioso camino de ida y vuelta entre el Nuevo y el Viejo Continente, con una parada decisiva y brillante en París.
¿Cómo llegó allí? También en este punto las respuestas son dispares y algunas vario pintas. Determinados textos, mucho más ingenuos que eruditos, dan incluso nombres y apellidos de "la" persona responsable de este viaje. La realidad, en su extensión como en su nacimiento, parece más compleja y, sobre todo, plural.
Los "niños bien" de Buenos Aires no tenían reparos en bajar a los arrabales para divertirse, bailar y, de paso, levantarse alguna mina o alguna "milonguita" que engatusaba o se dejaba engatusar. Y para acercarse a la mujer no conocida, nada mejor que el tango. Por supuesto, el tango no era aceptable en sus casas ni bailable con las señoritas de su ambiente y por esa razón permaneció durante muchos años como algo marginal y de clase baja.
Sin embargo, los viajes de estos patricios a Europa, especialmente a París, fueron el desencadenante. París no sólo era la capital del glamour y de la moda, sino que además era una ciudad que daba cobijo a una sociedad plural, parte de la cual era alegre y desprejuiciada. Los bailes galantes de la capital francesa venían de atrás, Louis Mercier, cronista de la vida parisina escribía en 1800: "Después del dinero, hoy en día el baile es lo que más éxito tiene entre los parisinos, sea cual sea su extracción social: aman el baile, lo veneran, lo idolatran… Es una obsesión a la que nadie escapa". Si ello era así a principios del XIX también lo era a principios del siglo XX al que llegaron con una fortalecida fama locales públicos como el Bal Bullier de Montparnasse o el Moulin de la Galette. Por añadidura, el atrevimiento, a principios de siglo, no era ajeno a las costumbres parisinas, antes al contrario, algún baile anual, como el Bal des Quat’z Arts de los estudiantes, "era célebre por lo ligero de las vestimentas y por el jolgorio sexual que reinaba siempre en él".
En este contexto social no fue difícil que el osado baile creado en la capital del Plata encontrara un terreno abonado para florecer y convertirse en curiosidad al principio, en moda y furor después. Y una vez en París, el escaparate de Europa, la capital de la moda, la cuna del chic, su extensión al resto del continente primero, a todo el mundo después, fue algo sencillo y rápido. Curiosamente, es entonces, cuando Buenos Aires se mira en París, cuando finalmente el tango entra en sus salones más nobles avalado ahora por el bautismo europeo, el mejor de los pedigríes para una burguesía emergente que luchaba por hacer de su ciudad el París de América
La gloria trajo también y simultáneamente el rechazo. La sempiterna dinámica social se puso nuevamente en marcha, lo antiguo frente a lo nuevo, la censura frente a la apertura, la tradición frente a la renovación. Los detractores del tango surgieron por doquier y fueron incluso ilustres y famosos. El Papa Pío X lo proscribió, el Káiser lo prohibió a sus oficiales y la revista española La Ilustración Europea y Americana hablaba del "…indecoroso y por todos conceptos reprobable ‘tango’, grotesco conjunto de ridículas contorsiones y repugnantes actitudes, que mentira parece que puedan ser ejecutadas, ó siquiera presenciadas, por quien estime en algo su personal decencia.". La cita pertenece a esa revista española, pero resultafácil encontrar otras paralelas en publicaciones inglesas, alemanas o, incluso, francesas.
No obstante, para cuando llegó la reacción la suerte estaba ya echada: el tango había triunfado. Hubo vestidos de tango, color tango, tango-thés… el tango fue el baile rey de ese mundo de preguerra que habría de terminar muy pronto con el primer enfrentamiento armado mundial, la ascensión de Estados Unidos como potencia, el cambio de costumbres. Después, el tango siguió viviendo, nació con fuerza el tango canción que le tomó el relevo al tango baile, pero con un éxito geográficamente más restringido, el mundo, en una nueva preguerra descubrió y admiró a Carlos Gardel y al final del conflicto la supremacía de Estados Unidos desembarcó en Europa también con el swing que murió sólo para darle paso al rock.
En todos estos años el tango tiene una brillante historia de auges limitados y declives relativos y una continuada vida a lo largo de la cual se ha desarrollado tanto el baile como la música hasta llegar a un nivel de sofisticación y depuración que dejan a las claras la madurez de esta manifestación que vive ya en las primeros décadas de su segundo siglo de vida.
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Primer
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SEGUNDA PARTE
Otro Tango, otro tiempo
© Texto y fotos J. Alberto Mariñas
París vive un siglo recien estrenado, un siglo todavía alegre que aún no ha sido bautizado por el fuego. Del otro lado del Atlántico, de un país próspero y rico ha llegado un baile nuevo, provocador, atractivo, lleno de evocaciones y de ritmos, que ha sido rápidamente adoptado por la alegre burguesía, la misma que llena el Moulin de la Galette o acude con desparpajo a los bailes de máscaras.
El baile se convertirá pronto en furor y en moda. La moda Tango que tanto servirá para dar nombre a un cocktail o a un color como para ponerle apellido a los Thés. Se disfruta la transgresión, el acercamiento, las mejillas que se rozan. Mientras los papas, los reyes y los puritanos condenan la depravación que ha venido de fuera.
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Guillaume. Au cours de Tango
Postales inglesas
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La mayoría no sabían que su tango era sólo un remedo domesticado de un baile mucho más apasionado que sólo en los peringundines se podía bailar. Pero no importó. Europa fue feliz con su Tango y Argentina no tuvo ya inconveniente en admitir a ese baile pródigo que aunque nunca abandonó el lugar de los humildes, pudo después de su periplo conquistar los mejores barrios bonaerenses.
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Postales francesas
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Al dorso de esta postal se puede leer: " Mi estimada amiga: no he podido ir este verano a ver a usted porque como verá he estado todo el verano bailando el tango argentino, como en la adjunta fotografía (ni un gramo más ni un gramo menos de pimentón) pero voy a ir una de estas tardes, y espero que bailemos en esa también un gran baile argentino y jugemos una monumental partida de Tenis. Recuerdos de todos y para todos y hasta la vista, es siempre su affo. amigo q.b.s.p. 18-Sep. 1914"
Eran otros tiempos
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Mi Buenos Aires querido... |
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Postal inglesa
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© Texto y fotos J. Alberto Mariñas
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Avenida Callao principio de siglo
Jardín Zoológico
Hotel Metropole
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Hubo un tiempo, allá por los años 10 y 20, que en Europa se decía "rico como un argentino" para aludir al hombre de inabarcables caudales.
Argentina era entonces, en efecto, una de las naciones económicamente más florecientes de la tierra, un país que a finales de siglo había unificado su territorio, desalojado a los indios de las grandes extensiones de tierras que ocupaban y, gracias a la ganadería extensiva y al cultivo de cereales, mantenía un próspero comercio con el Vejo Continente.
Coincidiendo con este periodo de bonanza, Buenos Aires, el que fuera un pueblón porteño en 1869, con 180.000 habitantes, se había convertido en una metrópoli populosa y opulenta. En 1914 un millón y medio de personas habitaba sus límites y los hacía crecer. En el año 22, 6.800 automóviles particulares circulaban por sus calles y una pujante burguesía impulsaba el desarrollo y engalanamiento de la ciudad para convertirla en el París del Sur.
En el arrabal, había proliferado el "conventillo" que daba cobijo a las familias de emigrantes, pero en el centro surgían los hoteles y edificios públicos en arquitectura de estilo francés, las grandes avenidas, los parques, el zoológico… todo era nuevo y todo hablaba de prosperidad y, también, de orgullo y del lícito deseo de ocupar un lugar preeminente en el mundo. En esa época se construye el Teatro Colón, el mayor edificio de ópera del mundo, y se inician las obras del suburbano, único ferrocarril subterráneo de Centro y Sudamérica hasta la construcción del de México en los años 60.
En el Buenos Aires floreciente de principios de Siglo, el Tango era ya un baile que había ido a Europa y había vuelto con un salvoconducto en el bolsillo que le permitía entrar en los salones del centro. Al mismo tiempo, la gente bien sentía la necesidad de separar su tango de aquel otro de arrabal y conventillo, del tango popular que se bailaba en los barrios como la Boca del Riachuelo, Avellaneda, Corrales Viejos, Pueblo de Ranas… y lo llevan a locales caros, lo enmarcan en el cabaret que será durante décadas el escenario perfecto para cantar las desventuras de percantas, milonguitas, pebetas, papusas, bacanes, otarios o cafishos.
Estercita, hoy te llaman milonguita, flor de lujo y de placer, flor de noche y cabaret.
(Milonguita, 1920)
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Hotel Palace
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Puente sobre el Riachuelo
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Obelisco, Avenida 9 de Julio
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Plaza de Mayo |
Casa de Gobierno
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De: karmyna |
Enviado: 17/04/2010 04:17 |
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