Julieta Molina
LA NACION
Sobre la calle Bazán y Bustos, donde en 1898 Rosario Vera Peñaloza fundó el primer jardín de infantes de la Argentina, va a estar el cine. En las aulas del emblemático profesorado se erigirán modernos bares temáticos y los talleres especiales de los niños de jardín albergarán ahora las cavas.
La centenaria Escuela Normal Pedro Ignacio de Castro Barros será convertida en el Paseo Ramírez Cultura y Entretenimiento. "Se va a abrir para toda la provincia y no sólo para 200 o 300 alumnos", sintetizó la directora de Conservación de Edificios públicos de la provincia, Valeria Soriano.
En la escuela normal, fundada en 1884, estudiaron generaciones enteras de riojanos y hasta hace un par de años se educaban cerca de 2500 personas. Era la escuela "formadora de formadores", como la describió una docente; un "colegio multibarrial" al que "iban todos, desde el hijo del ordenanza hasta el hijo del juez", como comentó una ex alumna.
La historia de este conflicto comenzó hace casi 10 años, cuando paulatinamente mudaron la primaria, luego la secundaria, después el jardín y por último el profesorado, a distintos edificios. El motivo formal, en un principio, fue una obra de restauración del edificio centenario, una "puesta en valor y refacción", financiada por el Ministerio de Planificación y Presidencia de la Nación.
Rumores confirmados
En octubre de 2009, las obras se intensificaron en la manzana que ocupaba el edificio y los rumores en una ciudad de 150.000 habitantes circularon cada vez con mayor velocidad: no se refaccionaría la escuela, sino que la convertirían en un shopping. Se conformó entonces el grupo "Ciudadanos en defensa del edificio histórico de la escuela normal" , integrado por ex alumnos, docentes y padres. El objetivo: "Mantener la función áulica del normal, preservar a la escuela que tanto queremos los riojanos", sintetizó uno de sus miembros.
Realizaron más de 35 marchas, abrazos simbólicos, vigilias, publicaciones en la prensa local, todo sin obtener respuestas oficiales. A fin de año presentaron en la Justicia un recurso de amparo contra la decisión gubernamental de concretar el Proyecto Ramírez.
El texto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, firmado por el juez Angel Roberto Avila el 26 de febrero de este año, negaba taxativamente el cambio de función del edificio. Allí se expone: "Sólo existe una cuestión generada en los medios [...] que indicaban que se cambiaría el destino de la escuela normal", y que en realidad se trata de la realización de trabajos de refacción y puesta en valor de la escuela, como parte del Programa Nacional de Mejoramiento de la Infraestructura Escolar Provincial.
Sin embargo, como se enterarían días más tarde los vecinos, las obras para el nuevo Paseo Cultural ya estaban licitadas y adjudicadas.
En enero, un documento al que tuvo acceso LA NACION constata: "Por expreso pedido del gobernador de la provincia, Luis Beder Herrera, se realiza el proyecto de intervención del edificio para la refuncionalización como Nuevo Paseo Cultural", firmado, irónicamente, por la directora de Conservación de Edificios públicos, Valeria Soriano. La empresa que ganó la licitación de la primera etapa de la obra Nuevo Paseo Cultural, cotizada en $ 2.691.751, fue GyS Proyecto y Construcción, de Rodolfo Guell, ex marido de Valeria Soriano. La fecha: 22 de enero de 2010.
En abril pasado, el gobernador Beder Herrera presentó formalmente el proyecto del nuevo Paseo Cultural, con el eslogan de "Avanzamos con la obra que convertirá a este lugar histórico en un lugar para todos".
Los chicos de jardín de infantes, en tanto, fueron enviados a otro edificio, a 30 cuadras del original, con espacios para 100 chicos, aunque son más de 300. Las dos salas se dividen con un placard.
El gobierno provincial nunca explicó a los ciudadanos por qué debía destruirse la escuela para realizar un paseo cultural, por qué cambiaron las intenciones del plan original de refaccionar la escuela, o por qué se transformó la función escolar en una manzana donada para tal fin. En tanto, la resignación parece esparcida por la ciudad. "Siempre es así. Se sabe que en las provincias no se puede frenar al poder", dijo a LA NACION una docente.