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De: 2158Fenice (Mensaje original) |
Enviado: 04/03/2013 07:58 |
El maltrato es el pan que reciben cada día miles de mujeres en el mundo.Qué triste realidad es ver al hombre el Siglo XXI, aún conservando
y fomentando sus conductas primitivas,y que no está dispuesto a cambiar sus ancestrales costumbres,vicios, y hábitos milenarios.
Mujeres poetas extraordinarias,con diferentes personalidades, para las mujeres del siglo XXI , y un poeta de excepción Mario Benedetti
Gioconda Belli (Nicaragua)
Y Dios me hizo mujer
Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.
Esta nostalgia
Este sueño que vivo, esta nostalgia con nombre y apellido, este huracán encerrado tambaleando mis huesos, lamentando su paso por mi sangre... No puedo abandonar el tiempo y sus rincones, el valle de mis días está lleno de sombras innombrables, voy a la soledad como alma en pena, desacatada de todas las razones, heroína de batallas perdidas, de cántaros sin agua. Me hundo en el cuerpo, me desangro en las venas, me bato contra el viento, contra la piel que untada está a la mía. Qué haré con mi castillo de fantasmas, las estrellas fugaces que me cercan mientras el sol deslumbra y no puedo mirar más que su disco -redondo y amarillo- la estela de su oro lamiéndome las manos, surcándome las noches, desviviéndome, haciéndome desastres... Me entregaré a los huracanes para pasar de lejos por esa luz ardiendo. Estoy muriéndome de frío.
Gioconda Belli
Huelga
Quiero una huelga donde vayamos todos. Una huelga de brazos, piernas, de cabellos, una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga de obreros de palomas de choferes de flores de técnicos de niños de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande, que hasta el amor alcance. Una huelga donde todo se detenga, el reloj las fábricas el plantel los colegios el bus los hospitales la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos. Una huelga donde respirar no sea permitido, una huelga donde nazca el silencio para oír los pasos del tirano que se marcha.
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Alfonsina Storni (Argentina)
Mi yo
Hay en mí la conciencia de que yo pertenezco al caos, y soy sólo una forma material, y mi yo, y mi todo, es algo tan eterno como el vertiginoso cambio universal.
Soy como algo del Cosmos. En mi alma se expande una fuerza que acaso es de electricidad, y vive en otros mundos tan llenos de infinito que me siento en la Tierra, llena de soledad.
Cuando en un día tibio percibo la caricia de la vida, hay algo que pasa por mí tan intenso y extraño, que deso morirme para seguir viviendo como nunca viví ...
¡Vida! ¡Toda la vida! ... Es el grito que siento subir de mis entrañas hasta la inmensidad ... ¡Cada célula mía quisiera ser un astro, un mar, todo el misterio de la fecundidad!
Mi cuerpo, que es mi alma, suele sentirse guzla, una guzla de plata con cuerdas de cristal naturalmente templa la cuerda y es po reso que me siento encarnada en todo lo ancestral.
Hombre pequeñito, hombre pequeñito...
Hombre pequeñito, hombre pequeñito, suelta a tu canario, que quiere volar... Yo soy el canario, hombre pequeñito, déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, hombre pequeñito que jaula me das. Digo pequeñito porque no me entiendes, ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto ábreme la jaula que quiero escapar; hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala; no me pidas más.
Oye: yo era como un mar dormido ...
Oye: yo era como un mar dormido. Me despertaste y la tempestad ha estallado. Sacudo mis olas, hundo mis buques, subo al cielo y castigo estrellas, me avergüenzo y escondo entre mis pliegues, enloquezco y mato mis peces. No me mires con miedo. Tú lo has querido.
Peso ancestral
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró ni abuelo; no han llorado los hombres de mi raza, eran de acero.
Así diciendo te brotó una lágrima y me cayó en la boca ... más veneno. Yo no he bebido nunca en otro vaso así pequeño.
Débil mujer, pobre mujer que entiende dolor de siglos conocí al beberlo: ¡Oh, el alma mía soportar no puede todo su peso!
Palabras a mi madre
No las grandes verdades yo te pregunto, que No las contestarías; solamente investigo Si, cuando me gestaste, fue la luna testigo, Por los oscuros patios en flor, paseándose.
Y si, cuando en tu seno de fervores latinos Yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro Te adormeció las noches, y miraste, en el oro Del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos. Porque mi alma es toda fantástica, viajera, Y la envuelve una nube de locura ligera Cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Y gusta, si el mar abre sus fuertes pebeteros. Arrullada en un claro cantar de marineros Mirar las grandes aves que pasan sin destino.
Bien Pudiera Ser
Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido no fuera más que aquello que nunca pudo ser, no fuera más que algo vedado y reprimido de familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente, medido estaba todo aquello que se debía hacer ... Dicen que silenciosas las mujeres han sido de mi casa materna ... Ah, bien pudiera ser ...
A veces en mi madre apuntaron antojos de liberarse, pero se le subió a los ojos una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo eso mordiente, vencido, mutilado Todo eso que se hallaba en su alma encerrado, pienso que sin quererlo lo he libertado yo.
Frente al mar
Oh mar, enorme mar, corazón fiero De ritmo desigual, corazón malo, Yo soy más blanda que ese pobre palo Que se pudre en tus ondas prisionero.
Oh mar, dame tu cólera tremenda, Yo me pasé la vida perdonando, Porque entendía, mar, yo me fui dando: «Piedad, piedad para el que más ofenda».
Vulgaridad, vulgaridad me acosa. Ah, me han comprado la ciudad y el hombre. Hazme tener tu cólera sin nombre: Ya me fatiga esta misión de rosa.
¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena, Me falta el aire y donde falta quedo, Quisiera no entender, pero no puedo: Es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma, Me empobrecí porque entender sofoca, ¡Bendecida la fuerza de la roca! Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres, Allá en las tardes que la vida mía Bajo las horas cálidas se abría... Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Mírame aquí, pequeña, miserable, Todo dolor me vence, todo sueño; Mar, dame, dame el inefable empeño De tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza. ¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo! Desdichada de mí, soy un abrojo, Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso, Ah, la ciudad la pudre y la equivoca; Pequeña vida que dolor provoca, ¡Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele... La vida mía debió ser horrible, Debió ser una arteria incontenible Y apenas es cicatriz que siempre duele.
Alfonsina Storni (Argentina
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Delmira Agustini (Uruguay)
"Mi nostalgia ha pintado tu perfil wagneriano sobre el velo tremendo de la ausencia..." Delmira Agustini
Los retratos
Si os asomárais a mi alma como a una estancia profunda, veríais cuánto la entenebrece e ilumina la intrincada galería de los Desconocidos ... Figuras incógnitas que, acaso, una sola vez en la vida pasaron por mi lado sin mirarme, y están fijas allá dentro como clavadas con astros ...
Las alas
¡Yo tenía ... dos alas! ... ¡Dos alas, que del Azur vivían como dos siderales raíces! ... Dos alas, con todos los milagros de la vida, la muerte y la ilusión. Dos alas, fulmíneas como el velamen de una estrella en fuga; Dos alas, como dos firmamentos con tormentas, con calmas y con astros ...
¿Te acuerdas de la gloria de mis alas? ... El áureo campaneo del ritmo; el inefable matiz, atesorando el iris todo, más un iris nuevo ofuscante y divino, que adoraran las plenas pupilas del Futuro, ( ¡Las pupilas maduras a toda luz! ) ... El vuelo ...
El vuelo eterno, devorante y único, que largo tiempo atormentó los cielos, despertó soles, bólidos, tormentas: abrillantó los rayos y los astros ¿Y la amplitud? : tenían calor y sombra para todo el Mundo, y hasta incubar un "más allá" pudieron.
Un día, raramente desmayada a la tierra, Yo me dormí en las felpas profundas de este bosque ... Soñé divinas cosas... Una sonrisa tuya me despertó, paréceme ... ¡Y no siento mis alas! ... ¿Mis alas? ... - Yo las vi deshacerse entre mis brazos - ... ¡Era como un deshielo!
El diamante
Hoy, en una mano burda instintiva, deforme, he visto el diamante más bello que pueda encender el Milagro... Parecía vivo y doloroso como un espíritu desolado ... Vi fluir de su luz una sombra tan triste, que he llorado por él y por todos los bellos diamantes extraviados en manos deformes ...
Íntima
Yo te diré los sueños de mi vida en lo más hondo de la noche azul ... Mi alma desnuda temblará en tus manos, sobre tus hombros pesará mi cruz.
Las cumbres de la vida son tan solas, ¡Tan solas y tan frías! Yo encerré mis ansias en mí misma, y toda entera como una torre de marfil me alcé.
Hoy abriré a tu alma el gran misterio; ella es capaz de penetrar en mí. En el silencio hay vértigos de abismos: yo vacilaba, me sostengo en ti.
Muero de ensueños; beberé en tus fuentes puras y frescas la verdad; yo sé que está en el fondo magno de tu pecho el manantial que vencerá mi sed.
Y sé que en nuestras vidas se produjo el milagro inefable del reflejo ... En el silencio de la noche mi alma llega a la tuya como un gran espejo.
¡Imagina el amor que habré soñado en la tumba glacial de mi silencio! Más grande que la vida, más que el sueño, bajo el azur sin fin se sintió preso.
Imagina mi amor, mi amor que quiere vida imposible, vida sobrehumana, tú sabes que si pesan, si consumen alma y sueños de olimpo en carne humana.
Y cuando frente al alma que sentía poco el azur para bañar sus alas como un gran horizonte aurisolado o una playa de luz, se abrió tu alma:
¡Imagina! ¡Estrechar, vivo, radiante el imposible! ¡La ilusión vivida! Bendije a Dios, al sol, la flor, el aire, ¡La vida toda porque tú eras vida!
Si con angustia yo compré esta dicha, ¡Bendito el llanto que manchó mis ojos! ¡Todas las llagas del pasado ríen al sol naciente por sus labios rojos!
¡Ah! Tú sabrás mi amor; mas vamos lejos, a través de la noche florecida; acá lo humano asusta, acá se oye, se ve, se siente sin cesar la vida.
Vamos más lejos en la noche, vamos donde ni un eco repercuta en mí, como una flor nocturna allá en la sombra me abriré dulcemente para ti.
El raudal
A veces, cuando el amado y yo soñamos en silencio, - un silencio agudo y profundo como el acecho de un sonido insólito y misterioso - siento como si su alma y la mía corrieran lejanamente, por yo no sé que tierras nunca vistas, en un raudal potente y rumoroso ...
La ruptura
Érase una cadena fuerte como un destino, Sacra como una vida, sensible como un alma; La corté con un lirio y sigo mi camino Con la frialdad magnífica de la Muerte ... con calma
Curiosidad mi espíritu se asoma a su laguna Interior, y el cristal de las aguas dormidas, Refleja un dios o un monstruo, enmascarado
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Mario Benedetti (Uruguay)
Si Dios fuera una mujer
¿Y si Dios fuera mujer? pregunta Juan sin inmutarse, vaya, vaya si Dios fuera mujer es posible que agnósticos y ateos no dijéramos no con la cabeza y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez para besar sus pies no de bronce, su pubis no de piedra, sus pechos no de mármol, sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos para arrancarla de su lontananza y no habría que jurar hasta que la muerte nos separe ya que sería inmortal por antonomasia y en vez de transmitirnos SIDA o pánico nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría lejana en el reino de los cielos, sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno, con sus brazos no cerrados, su rosa no de plástico y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío si hasta siempre y desde siempre fueras una mujer qué lindo escándalo sería, qué venturosa, espléndida, imposible, prodigiosa blasfemia. |
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De: karmyna |
Enviado: 05/03/2013 02:06 |
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De: karmyna |
Enviado: 05/03/2013 02:47 |
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La Mjer Eencial
Porque eres mucho más que la belleza
y mucho más que un cuerpo
con una llamarda de gozo entre los flancos.
Porque eres más que un vientre para el hijo
y mucho más que la ilusión de un hombre
que preñe tus silencios
y marque con su aliento tu camino.
Porque eres la mujer, el equilibrio,
la sensatez, la calma, la cordura.
Porque en tus manos guardas bendiciones,
ay paz en tus palabras
y estás hecha de aromas y ternura,
rompe ya tus espejos, renuncia a ser fetiche
y al metro con que miden tu figura
y amamanta la historia con tus pechos
de harina recobrando tu luz y tu estatura.
¡ Vuelve a ser la mujer!
Vuelve a ser ese fuego
donde arden el amor y la decencia,
vuelve a ser tierra firme
generosa y fecunda,
vuelve a ser aire puro que agite alas y brazos,
vuelve a ser agua limpia
sin marcas ni amargura.
¡Vuelve a ser la mujer!
Ya no escuches más cantos de sirenas,
recupera tu esencia, tu destino,
te lo supilica un mundo que agoniza,
te lo reclama el hombre con su voz de martillo,
antes de que se muera la esperanza,
antes de que ya todo esté perdido.
Latinos en Italia
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De: karmyna |
Enviado: 09/03/2013 02:28 |
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