Jorge Luis Borges - La rosa profunda (1975)
Soy
Soy el que sabe que no es menos vano que el vano observador que en el espejo de silencio y cristal sigue el reflejo o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe que no hay otra venganza que el olvido ni otro perdón. Un dios ha concedido al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos de errar, no ha descifrado el laberinto singular y plural, arduo y distinto,
del tiempo, que es uno y es de todos. Soy el que es nadie, el que no fue una espada en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
Sono
Sono chi sa di essere non meno vano
del vano osservatore che nel muto
specchio di cristallo mima il riflesso
o il corpo (fa lo stesso) del fratello.
Sono, taciti amici, chi ha imparato
che altra vendetta non c’è che l’oblio
o altro perdono. Un dio volle accordare
all’odio umano questa strana chiave.
Sono, malgrado così illustri errori,
chi non ha decifrato il labirinto
singolare e plurale, arduo e diverso
del tempo, che è di tutti e di ciascuno.
Sono nessuno, non fui mai una spada
nella guerra. Sono eco, oblio, nulla.
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