Se pensi sia più “Spirituale” smettere di
guardare la TV perchè annulla il cervello,
ma poi ti trovi a giudicare coloro che
ancora la guardano,
sei caduto in una trappola dell’ego.
Se pensi sia più “Spirituale” evitare di
leggere quotidiani e riviste di gossip,
ma poi ti trovi a giudicare coloro
che li leggono,
sei caduto in una trappola dell’ego.
Se pensi sia più “Spirituale” ascoltare
musica classica o i suoni della natura,
ma poi ti trovi a giudicare chi
ascolta la musica commerciale,
sei caduto in una trappola
dell’ego.
Se pensi sia più “Spirituale” diventare
vegetariano, comprare cibi bio,
praticare yoga e meditare, ma poi ti ritrovi
a giudicare coloro che
non fanno tutte queste cose, sei caduto in
una trappola dell’ego.
Bisogna sempre stare attenti al sentimento
della “superiorità”.
Esso è infatti l’indizio più importante che abbiamo
per capire
che stiamo incorrendo in una trappola
dell’ego.
L’ego si nasconde abilmente in pensieri nobili come quello di
iniziare una dieta vegetariana
o usare la bicicletta per poi trasformarsi
in senso di superiorità nei confronti di coloro
che non seguono lo stesso percorso
“spirituale”.
Facciamo attenzione alle trappole
dell’ego.
Si piensas que es más "Espiritual" andar en bicicleta o en
transportes públicos a trabajar,
pero luego te encuentras a juzgar a los que van en coche,
has caído en una trampa del ego.
Si
crees que es más "Espiritual"
dejar de ver la TELEVISIÓN, porque cancela el cerebro,
pero te
encuentras a juzgar a quellos que todavía la ven en,has caído en una trampa del
ego.
Si crees que es más "Espiritual" evitar la lectura de los
periódicos y las revistas de gosip,
pero luego te encuentras a juzgar a aquellos que los leen,
has caído en una trampa del ego.
Si
crees que es más "Espiritual"
escuchar música clásica o sonidos de la naturaleza,
pero luego te encuentras a juzgar a los que escuchan
música comercial, has caído en una trampa del ego.
Si piensas que es más "Espiritual" convertirse en un
vegetariano, comprar alimentos biológicos,
practicar yoga y meditar, pero luego te encuentras
a juzgar a los que no hacen todas estas cosas,
has caído en una trampa del ego.
Siempre debes tener cuidado al sentimiento de
"superioridad".
De hecho, este es el indicio más importante que
tenemos para entender
que estamos cayendo en una trampa del ego.
El ego hábilmente se oculta en los pensamientos nobles
cómo el de iniciar una dieta vegetariana,
o usar la bicicleta para luego transformarse en un sentido
de superioridad hacia los que no siguen el mismo camino
"espiritual".
Prestemos atención a las trampas del ego
.
“ Qualche parola sull’anima ”
una poesia di Wisława Szymborska (Polonia)
L’anima
la si ha ogni tanto, nessuno la ha di continuo, per
sempre.
Giorno
dopo giorno, anno dopo anno, possono passare senza di lei.
A volte
nidifica un po’ più a lungo, sole in estasi e paura
dell’infanzia,
a volte
solo nello stupore dell’essere vecchi.
Di rado
ci da’ una mano in occupazioni faticose,
come
spostare mobili, portare valige
o
percorrere le strade con scarpe strette,
quando si
compilano moduli, si trita la carne,
di regola
ha il suo giorno libero.
Su mille
nostre conversazioni partecipa ad una,
ed anche
a questo non necessariamente,
poiché
preferisce il silenzio,
quando il
corpo comincia a dolerci e dolerci,
smonta di
turno, alla chetichella,
è
schifiltosa,non le
piace vederci nella folla,
il nostro
lottare per un vantaggio qualunque
e lo
strepito degli affari, la disgusta,
gioia e
tristezza non sono per lei due sentimenti diversi,
è
presente accanto a noi solo quando essi sono uniti.
Possiamo
contare su di lei
quando
non siamo sicuri di niente e curiosi di tutto,
tra gli
oggetti materiali le piacciono gli orologi a pendolo e gli
specchi,
che
lavorano con zelo anche quando nessuno guarda.
Non dice
da dove viene e quando sparirà di nuovo,
ma
aspetta chiaramente simili domande.
Si
direbbe che così come
lei a noi,
anche noi
siamo necessari a lei, per
qualcosa.
Algo sobre el alma (por Wislawa Szymborska)
alma se tiene a veces. nadie la posee sin pausa y para siempre
Día tras día, año tras año pueden transcurrir sin ella.
A veces sólo en el arrobo
y los miedos de la
infancia
anida por más tiempo. A veces nada más
en el asombro de haber
envejecido.
Rara vez nos asiste
en las tareas
pesadas,
como mover los muebles,
cargar las
maletas
o recorrer caminos con zapatos
apretados.
Cuando hay que cortar carne
o llenar
solicitudes,
generalmente está de
asueto.
De mil conversaciones
toma parte sólo en
una,
y no necesariamente,
pues prefiere el
silencio.
Cuando el cuerpo nos empieza a doler y
doler,
escapa sigilosamente de su hora de
consulta.
Es algo quisquillosa
:
con disgusto nos ve en la
muchedumbre,
le repugna nuestra lucha por supuestas
ventajas
y el rumor de los negocios.
La alegría y la
tristeza
no son para ella sentimientos
distintos.
Sólo cuando se unen está presente en
nosotros.
Podemos contar con
ella
cuando no estamos seguros de
nada
y tenemos curiosidad por
todo.
De los objetos
materiales
le gustan los relojes con
péndulo
y los espejos que trabajan
afanosos
aunque no mire nadie.
No dice de dónde viene ni cuándo se irá de
nuevo,
pero evidentemente espera esa
pregunta.
según parece, así como ella a nosotros,
nosotros a ella también le servimos de algo.