El comino viene de la planta llamada Cuminum cyminum cuyas semillas
son las que se utilizan para crear la especia que conocemos con el nombre de “comino”.
Aunque en general es probable que se encuentre molido, sobre todo en los supermercados,
también es posible encontrar las semillas enteras tanto a granel como envasadas.
Por lo tanto, es una planta a la que se le da uso como especia aromática,
pero las propiedades o a nivel medicinal, curativo y digestivo son muchas.
Existen dos diferentes tipos de semillas de comestibles de esta planta.
La más común (de hecho se la llama “comino común”)
es la semilla de la citada Cuminum cyminum, pero también existe otra variedad
llamada comino negro, cuyo nombre científico es Bunium bulbocastanum.
Propiedades del comino
Sus propiedades son principalmente gastronómicas, pero no se queda atrás en cuanto al resto.
Además de potenciar los platos más ricos de medio mundo, como por ejemplo el delicioso humus
(originario de la región de los actuales Siria y Líbano, de donde también proviene históricamente la especia)
sirve para hacer más digestivos los mismos.
En cuanto a sus propiedades vitamínicas y minerales, el comino destaca entre todas las especias.
Por ejemplo contiene grandes cantidades de magnesio, fósforo, calcio y potasio,
todos ellos minerales muy importantes para la salud y el mantenimiento.
Es preciso destacar que la mezcla de calcio y magnesio es ideal para el mantenimiento
y fortalecimiento del sistema óseo.
Pero de todos los minerales en lo que más destaca es en hierro.
La cantidad es de 66,4 mg de hierro por cada 100 gramos de comino.
Está claro que nadie se va a comer 100 gramos de comino.
No es comparable a nivel cantidad de alimento a ingerir, pero sí a nivel de hierro general que contiene.