EL MAL DE OJO
Muchos de nosotros creemos en supersticiones de todo tipo; algunos son escépticos otros muy creyentes no importa la religión que sea
Los judíos, católicos e islámicos, compartieron la creencia pagana en la existencia del "mal de ojo", suposición que ya existía dentro e las civilizaciones egipcia, griega, romana y otras. La defensa contra este “mal” suele representarse a través del uso de algún objeto en el que aparezca representada la palma de una mano abierta, constituida en amuleto que ha sido utilizado por el remanente de “pensamiento mágico” que pervivió entre los miembros de las tres religiones abrahámicas. El sentido del amuleto contra el “mal de ojo” se puede reconocer, incluso, en algunos fósiles lingüísticos que perduran en nuestras lenguas. La palabra árabe, “khamsa”, que significa “cinco”, se asocia con el deseo de no ser ojeado. Los sefaradíes, por su parte, han incorporado también la "hamsa”, que se convirtió en un símbolo judío e israelí, que es usado para evitar el maleficio.
La Biblia no permite la adivinación y la magia. Sin embargo menciona varias veces “kamiyot” o fetiches.
En hebreo se conoce “ain hara”, como una fuerza real, citada en muchas ocasiones por el Talmud.
Los sefaradíes que hablan ladino, dicen “ainará que no se te poze” pronunciando la “z” como “dz”; los ashkenazies, sobre el mismo tema en idish expresan: “kainnainhore dir nisht".
Nos pasa muy a menudo que en una conversación, tengamos el mismo pensamiento, en simultaneo con nuestro interlocutor, sobre el mismo u otro tema. Cuando uno de ellos lo manifiesta, el otro efusivamente!!!, informa que esta pensando lo mismo. El psicoanálisis esto lo denomina transmisión del pensamiento .El mal de ojo funcionaría en forma similar; pero el receptor de ese “mal” hace recibo del mismo tanto en forma consciente como inconsciente. No creer en eso y rechazarlo desactiva y deja sin efecto el daño que se procura causar por esta vía. Las personas extrovertidas, generalmente no creen en el mal de ojo, pero no dejan de comunicarse a través de términos que proceden de supersticiones ancestrales.
|