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El rincón de la poesía: Hoy Alfonsina
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De: 2158Fenice (Mensaje original) |
Enviado: 12/07/2024 04:33 |
Monumento a Alfonsina Storni erigida en la playa La Perla en la Ciudad de Mar del Plata frente al lugar donde se presume se suicido. En ese mismo lugar un balneario lleva su nombre “balneario “Alfonsina.
LA MUERTE DE ALFONSINA
Voy a dormir
Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera; una constelación; la que te guste; todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes... te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases.
para que olvides...Gracias. Ah, un encargo: si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido.
Alfonsina Storni
Vado a dormire
Denti di fiori, cuffia di rugiada, mani di erba, tu, dolce balia, tienimi pronte le lenzuola terrose e la coperta di muschio cardato.
Vado a dormire, mia nutrice, mettimi giù. Mettimi una luce al capo del letto una costellazione; quella che ti piace; tutte van bene; abbassala un pochino.
Lasciami sola: ascolta erompere i germogli... un piede celeste ti culla dall'alto e un passero ti traccia un percorso
perché dimentichi... Grazie. Ah, un incarico se lui chiama di nuovo per telefono digli che non insista, che sono uscita...
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Fragmentos de letra de la canción “Alfonsina y el mar” Compositores:
Ariel Ramirez / Felix Cesar Luna
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Así reza la canción que tan maravillosamente interpreta Mercedes Sosa. |
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“Bájame la lámpara
Un poco más
Déjame que duerma
Y si llama él
No le digas que estoy
Dile que Alfonsina no vuelve
Y si llama él
No le digas nunca que estoy
Di que me he ido”
¿Cuánta angustia pudo haber soportado esta increíble y emblemática poetisa para ir a buscar su muerte al fondo del mar?.
Dice el relato popular que Alfonsina Storni había acordado morir junto con el escritor Leopoldo Lugones, amigo íntimo que se envenenó en 1937. Pero a último momento desistió. En octubre de 1938, la escritora, abrumada por una profunda tristeza fruto de la pérdida de un amor, e inspirada por la decisión de su amigo, se dirigió hacia la playa y se internó caminando en el mar hasta que las olas le cortaron la respiración. La imagen creada es la de una poetisa destruida por la angustia que se dirige a la muerte, vacilante. Probablemente la canción Alfonsina y el mar, escrita por Ariel Ramírez y Félix Luna, haya colaborado a diseñar esa versión romántica de su suicidio.
Según una muy buena nota de Agustín Marangoni, el cuadro fue muy distinto. La noche del martes 25 de octubre de 1938 Alfonsina concretó un plan que estaba fraguando hace largos meses. Mediante una intervención quirúrgica, a la que tuvo que someterse en 1935 para combatir un cáncer, le amputaron un seno. A pesar de que la cirugía sirvió para combatir en parte la enfermedad, la poetisa nunca se recuperó de aquella agresión, sentía que su cuerpo había sido mutilado, se reconocía incompleta, lo cual la hundió en una tremenda depresión que la acompañó los últimos años de su vida. También soportaba dolores agudos que sólo las dosis de morfina que se aplicaba diariamente eran capaz de calmar. Y sufría de neurastenia.
La ciudad elegida para terminar con su vida fue Mar del Plata, aunque ya había intentado suicidarse en el Río de la Plata y en el Tigre. No pudo por cuestiones del azar: una persona que la reconoció y se acercó a hablarle. Acorde al comportamiento de la mayoría de los suicidas, sentada en el escritorio de su habitación escribió una nota temblorosa en tinta roja que decía: Me arrojo al mar. Dos días antes había garabateado su famoso poema Voy a dormir, dedicado a su hijo, para las páginas del diario La Nación. Estos versos sirvieron como carta de despedida. Un dato curioso es que el lunes 24 por la mañana había querido comprar un revolver, pero no se lo vendieron porque, de acuerdo con una reglamentación de la época, las mujeres no podían portar armas de fuego.
A la una de la mañana del martes salió a la calle en el más absoluto silencio. Nadie la vio partir. Ella estaba hospedada en el Hotel San Jacinto, ubicado en 3 de Febrero 2861, propiedad de Luisa Orioli de Pizzigati –donde ubicaron la placa–. A paso lento avanzó por las calles polvorientas hasta llegar a la escollera del Club Argentino de Mujeres, que en aquel momento se elevaba sobre el mar en una extensión de 200 metros, exactamente donde hoy se encuentran las playas que llevan su nombre. Uno de sus zapatos quedó atrapado entre los fierros antes de saltar al agua.
Durante el trayecto pudo haberse arrepentido mil veces, pero no: la decisión ya estaba tomada. Sus pies avanzaron impávidos en la noche marplatense; atravesó el espigón y se lanzó al mar donde llenó –inhalando sumergida– sus pulmones de agua. En menos de tres minutos murió asfixiada.
El cadáver de la escritora fue encontrado por los obreros Atilio Pierini y Oscar Parisi postrado en la orilla, azul por el frío y salpicado con arena. Llevaba horas humedecido por el mar de octubre. La Nación tituló al día siguiente “Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poetisa de América”. Y el mito comenzó a crecer.
Fragmento
“Y te vas hacia allá
Como en sueños
Dormida, Alfonsina
Vestida de mar”...
NOTA PUBLICADA EN EL NUEVO DIARIO EL 10 DE FEBRERO DE 2017
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De: karmyna |
Enviado: 13/07/2024 00:52 |
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