En algún lado
el niño que vive en mí
esta en un lote desolado
jugando a la pelota
o pensando en alguna travesura,
que brinde a mis labios
una suave y tibia sonrisa.

¡Hace mucho que no pienso en mí niñez
o de algo grato que viví en ella,
porque han desaparecido
de ella las mariposas, el pasto,
los gritos y el cuadrado
de aquel viejo escenario.
De la escuela Jesús María Quiñones
en donde recibí mi primer pelotazo.

El recuerdo de mis amigos
son como algo fantasmagórico
en medio de un desierto
porque hace tanto que no pienso en ellos
como antes lo hacia
para llenarme de gratos recuerdos.
Hoy sólo son una vieja ilusión.

Pero nada ha quedado en el olvido—
dentro de mí solo busco algún sitio
en donde nunca he estado—
es que trato de amarrarme
a mis pensamientos
o de volver a pisar algún césped
que nadie haya pisado—
tratando de buscar algún reflejo
para lavar la tierra de mi conciencia.

Malestar de mi pasado,
porque me gustaría tener algo de ella…
si de esta vida,
que no me toca…
y que de ello jamás había pensado.

Querer sentir sin sufrir,
querer vivir sin sobrevivir,
para dejar que la vida
me empape de su sol radiante,
para poder sentir su calor
en mi espíritu y en mi alma.

Ese que una vez sentí cuando niño—
cuando entre la vida y la fantasía,
no había ninguna diferencia—.

¿Cómo yo encuentro esa persona?
¡Sólo quiero ser
quien nunca fui!

El Poeta Rascaso
Playa de Fajardo
Puerto Rico
10-17,8-10