O no lo sabes o no te lo han dicho, pero libraste una de las batallas más importantes de tu vida aun antes de nacer.
Visualiza, millones de espermatozoides. Una dura carrera para alcanzar el óvulo donde solo uno de ellos salió ganador. ¡Y eras tú! Campeoaste, y luego de 9 meses llegaste a nacer. Tú naciste campeón
por esta razón; la gran mayoría hemos dejado en el olvido esta gran hazaña.
Hoy, han pasado los años y existen muchas personas que creen que jamás han ganado nada, y por esta razón nada ganarán en el futuro. Nada más falso. Como mencionan los grandes sabios “nosotros hemos nacido con la victoria incorporada”.
De estos pensamientos se han nutrido tantos personajes de la historia que se atrevieron a cambiar su mundo y el de los demás.
Cuenta la tradición bíblica que el adolescente David enfrentó a Goliat por que confió en una fuerza interior y divina y en su habilidad para matar a lobos que acechaban a sus ovejas. Tan cierto fue en este caso eso de: “No es el tamaño del soldado dentro de la pelea, sino el tamaño de la pelea dentro del soldado”. David se atrevió. Y ganó.
Pero... ¿Qué significa atreverse? Para explicarlo antes debemos conocer nuestros deseos. Atreverse es actuar. Atreverse al cambio es actuar con decisión. Alguien que se atreve es alguien que actúa para que sus sueños se hagan realidad.
Carlos De la Rosa Vidal - El don de atreverse a la Gloria
|