PONGAMOS EL SENTIDO
"Y leían en el libro de la ley de Dios claramente y ponian el sentido, de modo que entendiesen la lectura" Nehemias 8:8
Queridas amigas, hoy quisiera retomar un punto que jamás debemos descuidar. Como mujer, como esposa, como madre, pero por sobre todo, como mujer cristiana.
Si te pregunto cuantas veces recurrres a la lectura de algun versiculo tú o llevas a los tuyos a leerlo, que me responderías?
Sé que no a todas es fácil responder esto, pues cada hogar tiene su propio trajín y su propia historia. Por eso dejame recordarte algo en el libro de Nehemias.
Escrito está que el pueblo de Israel, por olvidarse o dejar de lado las leyes y los mandamientos del Señor, había sido llevado cautivo a Babilonia.Y esto puede suceder en nuestros hogares, con nuestrosa esposos o nuestros hijos adolescentes. Pero si recapacitaramos como hizo Nehemias, sobre el mal que les había sobrevenido,que oró, ayunó y clamó a Dios, veamos lo que sucedió al pueblo de Israel.
Luego, dice que Nehemias consiguió permiso del rey para regresar a Jerusalén con un grupo de judíos. Cuando estaban tratando de reconstruir las ruinas y establecerse, se reunieron a leer la Ley de Dios, y dice que ponían atención o "ponían el sentido" a la Palabra.
Es maravilloso ver, en nuestras propias vidas, como el Señor nos sacó de la esclavitud a la cual nuestros pecados nos habían llevado. Como ha levantado nuestro hogar en el que tal vez parecía que todo se habia derrumbado, pero El en Su gran amor y paciencia, está reconstruyendo las ruinas de nuestra vida y nos está estableciendo en Su reino.
¡Qué importante es que hagamos nuestra parte, pongamos atención, usemos los sentidos para entender Su Palabra y el mover de Su Espíritu Santo en nuestro medio!.
Ese pueblo recibió gran gozo al darse cuenta de que entendía lo que Dios decía; pero aún mayor fue la alegría, cuando comenzaron a hacer lo que habían entendido.
No es suficiente entender, Dios desea que demos un paso más, que empecemos a practicarla, así será como el gozo del Señor llenará nuestras vidas y nuestros hogares. Dios les bendiga.
Graciela
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