INCANSABLES EN ORAR
"Asi que, hermanos mios amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vvano.". 1 Corintios 15:58
Un soldado cayó en un pozo en territorio enemigo; si salía, corría el riesgo de morir, por lo tanto era una posibilidad de vida el permanecer quieto, allí. Aburrido, empezó a observar a una hormiguita que trataba de cargar un grano de maíz y llevarlo hacia arriba. Intentó una vez y se le cayó, así que regresó a buscarlo. Pero, le pasó lo mismo otra vez y emprendió de nuevo su camino para llevarlo al hormiguero.
Esto le llamó la atención del soldado quien se propuso contar cuantas veces lo intentaría. Para su sorpresa, setenta y nueve veces el grano rodó como burlándose de quien le quería llevar pero en el viaje número ochenta ¡la hormiguita subió el grano de maíz! Lo logró porque no se dio por vencida. Alcanzó lo que se propuso porque tenía la firme determinación de almacenar ese alimento. No puso sus ojos en la cuesta arriba, tampoco calculó cuan pesada era la carga. Procuró hasta lograrlo.
Jesús dijo: "Orad sin cesar"; la Palabra de Dios en Proverbios 30: 24,25 dice que hay cuatro cosas de las más sabias de la tierra y entre esas cuatro, una es la hormiga. Que podamos ser sabios como ellas y aprendamos a no desmayar en nuestras oraciones, a no cansarnos cuando tengamos que ir una y otra vez.
Que Dios nos ayude a ser incansables en pedir aquello que Él nos puede dar. Nunca oraremos en vano.
Graciela