REVELACIÓN
OH SEÑOR de la Luz:
Te has revelado a mí
-criatura impura para tu reino-
en el acontecer alado de la mariposa
en el crecer sin pausa de la callada aurora
en el volar del pájaro y su trino
en el florecer mágico de las rosas
en el designio misterioso del alba y de la noche
del vivir y del morir.
No temo ya a la muerte
porque sé que ella es vida.
Oh inefable Omnipotente.
Los mundos giran alrededor de tu belleza
los astros reflejan su luz por tu Verdad.
Antes de conocerte
antes de presentirte
antes de que la gran rosa de fuego abriese
y descendiera en mil pétalos incandescentes hacia mí
todo era tiniebla, locura y muerte.
Temblaba de zozobra y espanto
al presentir el momento
de abandonar esto que llamamos vida.
Tu espada de verdad y de justicia
me horadó el corazón en lo más hondo
y fundaste con tu luz
-oh increado-
junto a mi soledad
el resplandor, la eterna y pura luz del goce pleno
del éxtasis divino
del mundo de la vida.
Así, Señor, nunca más me sentiré en soledad
desamparada.
Tengo a mi lado
-oh fe inconmovible-
la esperanza en tu fuego, en tu belleza
en tu palabra viva y palpitante.
Y veré crecer mi fe
en inefable gozo sumergida.
Y sentiré vibrar mil cuerdas místicas
en el espacio azul, anochecido.
Y uniré mi canto, para que llegue
mi partícula de luz, mi chispa nueva
hacia tu morada infinita.
Y me uniré a Jesús y a mis hermanos
en pan de Caridad
junto al umbral de vida.
Autora: Malisa Moretti Canedo
(de su libro: "Vigilia Alucinada")
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