cuando andas,
cuando evolucionas,
y no dejas tras de ti
odios y amarguras.
Cuando a tu paso
vas dejando
amigos y hermanos,
cuando has dejado
un grato recuerdo
en todos aquellos
que te han conocido,
es cuando la vida
tiene dulce sentido.
Si tras de ti has dejado odio,
esas serán las raíces
que darán en el futuro
frutos amargos;
si la planta que crece
tiene raíces de amor,
los frutos serán dulces
¡y serán tu alimento
en el andar de cada día