Susurró el niño. "Dios, habla conmigo". Y entonces una alondra del campo cantó, pero el niño no escuchó
Así que el niño gritó "Dios, háblame!".
Y un trueno resonó por todo el cielo, pero el niño no escuchó.
El niño miró alrededor y dijo, "Dios, déjame verte."
Y una estrella se iluminó brillantemente, pero el niño no se dió cuenta.
Y el niño gritó, "Dios muéstrame un milagro!" Y una vida nació, pero el niño no se dió cuenta.
Así que el niño lloró desesperadamente y dijo:
"Tócame Dios, para saber así que te encuentras aquí".
Con lo cual Dios se inclinó y tocó al niño. Pero el niño alejó a la mariposa, y se apartó sin saberlo.
Muchas veces, las cosas que pasamos por alto son aquellas que hemos estado buscando. No te pierdas las bendiciones del todopoderoso simplemente porque no están envueltas como tú lo esperas. Aunque no lo notes y en ocasiones hasta lo olvides, Dios está contigo y te protegerá por siempre.
Sea cual fuere la situación en que te encuentres, Dios siempre está a tu lado, es el amigo que no te falla; solo basta con que te detengas un instante a disfrutar de las maravillas que el Creador colocó en la tierra para tu deleite y beneficio. Tal como el aroma presente en las flores, tu buen Dios adorna tu vida y acompaña tu existencia. No olvides con toda tu fé incluirme en tus oraciones, que yo con todo fervor y generosidad oraré por ti y por tu familia.