MAESTRO DEL AMOR
Si sabes del placer no ahorres en el beso que el gozo de amar no entraña mesura. Déjate besar, y besa tú después que siempre en los labios el amor perdura.
No beses, no, como el esclavo y el creyente, sino cual viajero en la fuente regalada. Déjate besar -sacrificio ferviente- cuanto más candente, más fiel el beso.
¿Qué habrías hecho si mueres antes sin otro fruto que la brisa en tu mejilla? Déjate besar, y en el pecho, en las manos, amante o amada -la copa bien alta.
Cuando beses, bebe, cuide el vidrio el temor: besa en el cuello, la más bella zona. Déjate besar y si te quedaba nostalgia besa de nuevo, que la vida es escasa.
A.D
SALUDOS DE TU AMIGA
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