Esta mascarilla está hecha de yogur, patatas y aceite de oliva y se compromete a hacer que tu piel se quede flexible, suave y aterciopelada. Necesitas una patata, una cucharada de yogur blanco y 10 gotas de aceite de oliva extra virgen. Hervir las patatas hasta que estén suaves. Eliminar la piel y usar un tenedor para reducirlo a una papilla. En este punto, añadir el yogur y el aceite de oliva y mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.
Aplica la mascarilla sobre la cara y el cuello y dejar actuar durante 20 minutos. Luego enjuaga con agua tibia y aplicar una crema hidratante.