Alcanzando la meta por medio de nuestra obediencia
Si un arquero calcula con precisión los principios de la energía cinética con respecto a la velocidad de la flecha, la torsión del arco, y muchos factores más, daría en el blanco todo el tiempo. Esto, por supuesto, es imposible, ya que las leyes de la física presentan un desafío. Gracias a Dios, El nos ha dado leyes más sencillas por las cuales podemos gobernar nuestras vidas. Una de los principios más elementales, pero muy importantes, que un cristiano puede aprender, es el de la obediencia.
La ley es sencilla: Si obedecemos a Dios, experimentaremos Su bendición. Si no lo hacemos, nos perderemos esa bendición.
Cuando más familiarizados estemos con la Palabra de Dios, más entenderemos lo que es la obediencia. Las leyes de Dios no fueron hechas para privarnos del placer; por el contrario, Su propósito es protegernos de los daños que nos causamos a nosotros mismos o a los demás, y guiarnos a la vida abundante que El quiere que disfrutemos.
Al pensar en las decisiones que hacemos, tendremos la tentación de no ser fieles a la enseñanza de la Biblia, y obrar como el mundo. Todos tenemos deseos y apetitos egoístas y perjudicial. En nuestra vida encontraremos oposición a la Biblia, pero la obediencia es el compromiso de obedecer al Señor, sin importar las consecuencias.
Muchas veces la obediencia implica hacer elecciones que podrían resultar en rechazo, daños o dificultades. A veces la decisión de seguir a Dios conlleva confrontaciones no deseadas; la obediencia exige valentía. Pero, no importa lo dificiles que sean nuestras circunstancias, podemos responder a ellas con confianza en Aquél que nos da el poder para hacer Su voluntad. ¿Se ha equivocado Dios alguna vez, se ha retrasado o ha resultado ser incompetente? NO!.. Nuestro Padre celestial es Todopoderoso y siempre fiel.
Las leyes de las Escrituras son profundas, pero fáciles de comprender; la Biblia enseña que cosecharemos lo que sembramos. Si obedecemos a Dios, siempre recibiremos lo mejor de El; si no lo hacemos, la vida nos resultará mucho más difícil. Por supuesto, no siempre hacemos lo que debemos, pero la Gracia divina está presente en esas situaciones. Para los cristianos, sin embargo, hacer la decisión de obedecer a Dios es fundamental para nuestra fe.
La obediencia y la fe son inseparables. Demostramos nuestra fe en Dios obedeciendo Su voluntad. Si lo hacemos, tendremos como fruto los galardones que El ha dispuesto para nosotros. Y daremos en el blanco todo el tiempo.
Dr. Charles F. Stanley
Señor derrama sobre nosotras un espíritu de obediencia, de discernimiento, entendimiento y comprensión; que podamos comprender cuán grande y maravilloso como infinito es Tu amor hacia nosotras y que apartadas de ti nada podemos hacer; ungenos con tu Espíritu, guardanos del mal, libranos de las tentaciones, que tu Santo Espíritu nos guie por sendas de Santidad, para glorificar el nombre de tu amado Hijo Jesucristo, con nuestros pensamientos, palabras y acciones. Sabemos que Tú anhelas guiarnos y enseñarnos el camino correcto y Tú has dicho Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti, basta una mirada tuya mi Señor y seremos obedientes y nos mantendremos en el camino correcto. En el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Fondo ~Perla~ ©2008
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