La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Hoy en día este mundo esta lleno de violencia, de sexualidad ilícita, de adulterios, de pleitos, de contiendas, de odio, de rencor, vivimos en un mundo lleno de oscuridad, sin embargo Dios nos ha puesto a nosotros para que llevemos luz, en la palabra dice que somos la luz del mundo, y que por lo tanto no tenemos que estar abajo, sino arriba, somos llamados a ser cabeza y no cola, no te conformes con menos de eso, vamos, tu lo puedes logra, si lo puedes creer, lo puedes lograr.
Fuimos llamados para alumbrar a otros, a través de nuestras buenas obras; Jesús dijo "Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida", si tienes al Señor definitivamente tienes que resplandecer, tienes que brillar, no te queda de otra, tienes que brillar en tu empresa, en tu trabajo, en tu hogar, en tu iglesia, en tu red, en tu grupo de amistades, en la universidad, tienes que ser excelente.
Sin embargo muchos de nosotros hemos dejado de hacerlo, decimos ser cristianos pero estamos opacados, no tenemos el brillo de Dios en nuestra vida, imagina una moneda de oro opaca tirada en el suelo, nadie la ve, todos pasan, la pisotean, se paran sobre ella, nadie la quiere, a nadie le llama la atención, por el contrario si la moneda brilla con toda intensidad, seguramente el primero que pase la vera, hará todo lo necesario por levantarla, por obtenerla, lo que llamo su atención fue el brillo, el resplandor de la moneda.
Son similares situaciones las que usted enfrenta todos los días, le esta pidiendo a Dios un milagro, que le aumenten el salario, pero no esta brillando lo suficiente para que su jefe se fije en usted, esta opacado, seguramente le negaran el aumento. Quizá exista una plaza vacante en la empresa en donde laboras, con un mejor salario, una mejor oficina, mejores horarios, si tu eres brillante, seguramente te la darán, no dudaran en tomarte en cuenta y ponerte en esa posición, por que la luz se debe de poner en alto para que alumbre, si eres luz, tu lugar es arriba, nunca abajo.
Ahora bien, analiza conmigo esto, alguna vez te enamoraste, por supuesto que si, que hermoso es estar enamorado, no es cierto que en mas de una ocasión estando con tu media naranja, levantaste la vista y te fijaste en la luna y suspiraste, muchos de ustedes aún cantaron "luna de xelaju, que supiste alumbrar......!!!!", los enamorados disfrutan la luz de la luna, verdad que son bellas las noches de luna llena, cuando la luna alumbra con todo su esplendor, pero le cuento que la luna es simplemente un pequeño asteroide de roca que mantiene su orbita alrededor de la tierra y a muchos les ha arrancado mas de un suspiro, la luna como tal no brilla, no tiene vida, sin embargo lo que sabe hacer muy bien es resplandecer, resplandece la luz del sol, y es por eso que la vemos tan hermosa, tan imponente en las noches más oscuras.
De igual forma nosotros, solos, no podemos resplandecer, no podemos brillar, pero cuando estamos alineados con Dios, todo nuestro ser empieza a resplandecer, a brillar, aún en la peores adversidades, en las mas oscuras de las noches, estamos brillando, iluminando a todos los que nos rodean, haciendo retroceder la oscuridad y las tinieblas. Recuerdo ahora a Moisés, él subía al monte a orar y cuando descendía su rostro brillaba, resplandecía la presencia de Dios. Tu eres un hijo de Dios, si oras y buscas al Señor constantemente, el te hará brillar, el resplandor de su gloria te hará verte totalmente diferente, llamaras la atención de muchos, que querrán estar contigo, compartir contigo.
Brilla, vamos, sacúdete el polvo y brilla, muchos no están brillando, por que aunque son hijos de Dios, no le buscan constantemente, a otros el enemigo de nuestras almas los ha llenado de polvo, le ha echado tierra encima, para que no brilles y que nadie vea el resplandor que tu tienes, no te dejes enterrar, Dios te dio un talento maravilloso, todos nosotros tenemos cualidades, somos brillantes en diferentes áreas, pero no te dejes enterrar, el talento que fue enterrado por aquel siervo infiel e inútil, tenía la misma capacidad de producir lo que produjeron los dos y los cinco talentos que le fueron entregados a los otros, pero a este lo enterraron, ni intereses ganó, vamos no te dejes enterrar, Dios anda buscando personas a quienes entregarles las llaves del reino, personas confiables que brillen en la adversidad, que resplandezcan, se como la luz de la aurora que va de aumento en aumento hasta que el día es perfecto.
Apóstol Héctor Escobar