El Impacto de la Caída
El dominio de los seres humanos pasa a manos de Satanás; la maldición se extiende por toda la tierra, pero Dios se mueve para llevar redención a la humanidad caída.
Génesis 3:16-24
22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Por medio de la desobediencia a los términos del dominio delegado por Dios, los humanos "caen", y así pierden su potestad en regir lo creado (vv.22,23). Todo lo delegado en su jurisdicción (la tierra) cae bajo maldición mientras su relación con Dios, la fuente primordial de su poder para regir, se coarta (vv.17,18). Por lo tanto la humanidad pierde el esencial poder "vivificante" para gobernar el Reino de Dios (vv.19,22).
Más alla de la tragedia de la pérdida humana, tienen lugar otros dos hechos, Primero, por su desobediencia a Dios y la sumisión a las sugerencias de la serpiente, el gobierno humano se le confisca y se da a la serpiente. En Apocalipsis 12.9 se confirma que el espíritu que utilizó la forma de serpiente fue el propio Satanás.
El dominio, originalmente delegado a la humanidad, ahora recae en Satanás, quien se convierte en administrador de este reino maldito. La "semilla" y la "cabeza" de la serpiente indican una línea continua (semilla) de maldad que extiende el gobierno de Satanás (cabeza) (v.15). Sin embargo, un segundo hecho ofrece esperanza.
En medio de la tragedia de esta secuencia de eventos, Dios comienza a redimir a los seres humanos y se promete un plan para recuperar lo perdido por la humanidad (v.15). este se inicia con el primer sacrificio (v.21)
21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Jack W. Hayford
El pecado de un ser humano, Adán corrompió el mundo. La continua pecaminosidad de la humanidad causó el diluvio. En contraste con esto, la obediencia de Jesucristo trajo justificación y justicia a muchos (Romanos 5:18,19)
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
La acción de Adán constituyó una "transgresión", un extravio voluntario; la de Cristo, una acción de "gracia" . El pecado de Adán trajo consigo la "condenación y muerte", mientras que Cristo trajo "justificación y vida"
Dios te bendiga,
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