"Desde las profundidades del alma, asciende mi clamor hacia ti, Padre de ternura. He bajado hasta las aguas profundas y estoy ahogándome. Levanto los ojos, y no veo nada. Estoy hundido en el hondo del barro, y sólo sombras rodean mis fronteras. ¿Cómo salir de aquí? Dame la mano, Padre mío. Aunque desfallezco de dolor, no quiero que el dolor ocupe el centro de mi alma.
No quiero ser, Padre mío, un espectador compasivo de mis propias heridas y fracasos. No quiero girar, planeando como ave de presa en círculos concéntricos en torno a mis desdichas, como si mi existencia fuese el centro del mundo, como si no existieran más valores e intereses que los míos. No quiero que este horrible dolor me repliegue sobre mi mismo, sino que me haga salir, como en una aurora pascual y en una apertura solidaria, hacia los hermanos que me has dado.
Quiero, Padre, en esta tarde, precisamente cuando el dolor y la muerte me derrotan aparentemente, establecer un reinado de liberación sobre el dolor y la muerte."
Ignacio Larrañaga. El Pobre de Nazaret
Textos Elegidos: El Camino Hacia La Libertad
Palabras de inspiración con algunas reflexiones acerca de lo que nos hace verdaderamente libres.
...Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres... Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
San Juan 8:32 y 36
"Jesús fue verdaderamente libre. Su libertad estaba arraigada en su conciencia espiritual de que era el Hijo Amado de Dios.
Sabía en la profundidad de su ser, que pertenecía a Dios antes de haber nacido, que había sido enviado al mundo para proclamar el amor de Dios y que regresaría a Dios después de haber cumplido su misión.
Saber estas cosas le dio la libertad para hablar y actuar sin tener que complacer al mundo y el poder para responder al sufrimiento de la gente con el amor sanador de Dios.
Es por eso que el Evangelio dice: "Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos" (Lucas 6:9)."
Henri Nouwen. La Libertad de Jesús. Pan para el Viaje.
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