por Tonya Stoneman
FUNDAMENTALMENTE, COCINAR ES UN ACTO DE SERVICIO, UN ACTO DE HOSPITALIDAD. PERO EN EL MUNDO DE LOS CHEFS DE COCINA Y DE LA ALTA COCINA, ESA OPINIÓN PUEDE SER DESCONOCIDA. ¿CÓMO MANTIENE USTED UNA PERSPECTIVA REALISTA EN SU CAMPO DE TRABAJO?
Por desgracia, los medios de comunicación, de los cuales soy parte, han convertido a los chefs en celebridades. Pero los mejores chefs recuerdan siempre que cocinar para las personas es un acto de servicio. Es una parte importante del simbolismo, y uno ve esto en toda la Biblia. Muchos de los grandes milagros de Jesús estuvieron relacionados con la comida —la alimentación de las multitudes, por ejemplo. Siempre pienso en esos panes y en esos peces, y en el hecho de que cada vez que preparo una comida para la gente, estoy, en cierta manera, reproduciendo ese acto de servicio de Cristo.
También creo que es importante comer con desconocidos. Eso es algo que yo quisiera que estuviera más arraigado en los cristianos. Vamos a comedores populares para gente de bajos recursos y preparamos comida para extraños, pero no nos sentamos a comer con ellos. ¡Qué lamentable!
Invitémoslos a nuestra mesa a la primera oportunidad que se nos presente. Entonces veremos el poder real de la comida, que es la capacidad de relacionar. Cuando usted tiene a desconocidos alrededor de su mesa, y todos inclinan sus cabezas para dar gracias por la comida, ocurre algo maravilloso.
MUCHAS PERSONAS HOY NO SE TOMAN EL TIEMPO NECESARIO PARA COMER ACOMPAÑADOS. ¿CÓMO INFLUYE LA COMIDA EN LA VIDA FAMILIAR?
No creo que deba subestimarse la importancia de la comida en todos los aspectos de la vida familiar, y tampoco en nuestra relación con Dios. Para mí, hay dos clases diferentes de personas en lo que a comida se refiere: hay los sibaritas de la cocina, que tienden a concentrarse más en lo que es la comida y cómo sabe. Y luego están los que tienden a centrarse más en los aspectos de la preparación y el servicio.
Digo con frecuencia que la comida tiene dos roles: Primero, mantiene al cuerpo en movimiento, porque si uno no come, se muere. Segundo, conecta a los seres humanos unos a otros, a sus tradiciones, y por supuesto, a Dios, quien hizo todos los alimentos.
Nadie cocinará tan bien para nosotros, como alguien que nos ama y se preocupa por nuestro bienestar. Esa es la comida que más nutre, gracias a cómo y por qué se hizo. Por eso, cocinar para nuestras familias, cocinar con nuestras familias y comer con nuestras familias, tiene una influencia enorme.
¿CUÁL ES LA HERRAMIENTA MÁS IMPORTANTE EN SU COCINA?
La mesa. No importa lo bueno que uno sea preparando platillos, si no existe el lugar para que la familia tenga comunión. Las palabras “comunión” y “comunicar” tienen la misma raíz: “común”, que significa “hacer común, dispersar de manera ordinaria”. Por eso, para mí, ese es el verdadero milagro de la comida. Cuando se prescinde de la mesa y del acto de servicio, todo se arruina.
La palabra en latín focus, traducida significa “fogón”. Es el centro de la casa, porque es el lugar principal donde se produce un acercamiento con los demás y con Dios. Todo sucede allí. Por eso, cuando se elimina la comida en familia —y yo diría que, más importante aun, el cocinar juntos como familia— todo empieza a desbaratarse.
Cuando veo a una familia que no anda bien, casi siempre puedo apuntar a la falta de tiempo juntos alrededor de la mesa. Incluso las familias donde todos salen juntos a comer, tienen una ventaja sobre las que no lo hacen.
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