"Si un hombre no puede ser un Cristiano en el lugar donde él está, él no puede ser un Cristiano en ninguno otro lugar." (Henry Ward Beecher)
Cuantas veces nos hemos encontrado con compañeros de trabajo, de colegio, escuela o en cualquier lugar en el diario vivir. Hemos visto personas que jamás pensaríamos que son evangélicos y, Si! lo son! Pero no se estaban comportando como tal en ese momento dado.
Mucha gente, Cristianos evangélicos, se avergüenzan de serlo o les incomoda o preocupa el que la gente lo sepa.
Cuantos jóvenes quieren estar a la moda y comportarse como sus amigos y amigas, lo hacen en la calle pero cuando están en casa con Papa y Mama ¿son "Cristianos"? Cuantos hombres y mujeres actúan como alguien común por llamar la atención de la mujer o el hombre que les agrada, pero cuando la persona que les agrada no esta en frente de ellos entonces vuelven a ser "Cristianos”, solo por que no querían que la persona supiera que son Cristianos.
Cuantas personas salen de sus empleos los viernes en las tardes y se van a tomarse la cervecita con sus amigos, pero cuando llegan a la casa son "Cristianos" y están listos para ir a la iglesia el domingo. Bueno si sigo mencionando ejemplos nunca terminaría. Pero es nuestra realidad, es el diario vivir de mucha gente.
Pero como dice la cita que mencione al principio, Debemos ser Cristianos en todas partes, si no podemos serlo en un lugar, no podemos serlo en ningún otro lugar. No permitamos, ni apartemos la bendición de Dios simplemente por gustarle a la gente o a los demás. No vivamos con la gente, vivamos con y para Dios, que solo nos importe lo que piense Dios de nosotros y no la "gente" de nosotros, la salvación para nuestras almas y nuestras vidas nos la dará Dios y no "la gente".
Si somos Cristianos que se nos note con un buen comportamiento en todo momento y en todo lugar, no hay que ser legalistas, ni ver al diablo en todas partes, es cuestión de vigilar la moral y nuestro testimonio de vida Cristiana, cuidar nuestra conducta y vocabulario. Recordemos que estamos en el mundo pero no somos del mundo, somos de Dios, de Jesucristo y del Espíritu Santo.
Podemos ser felices, podemos disfrutar la vida al máximo, podemos pasarla bien pero todo con la mesura de un hijo o hija de Dios.
Como siempre e dicho yo a mi mismo, y pienso siempre: “Si Jesús regresara en este momento: le agradaría verme y encontrarme haciendo lo que estoy haciendo ahora mismo?, en este mismo minuto y segundo de mi vida.?" y si mi respuesta es no, entonces estaba haciendo algo incorrecto o inapropiado.
Si somos Cristianos que se nos note.
¡Gracias Dios por tu amor incomparable!
Gracias hermanita Marita.
Por estar siempre presente compartiendo con gran alegría la Palabra de Dios.
Gracias por la amistad que nos brinda diariamente en el amor de Dios.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico