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General: La felicidad
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: diana72  (Mensaje original) Enviado: 01/02/2017 00:55
 En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer. Y planearon hacerlo a su imagen y semejanza. Entonces uno de ellos dijo: - Esperen; si vamos a hacerlos a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, y una fuerza y una inteligencia iguales a las nuestras. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros; de lo contrario, estaríamos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo; pero ¿qué les quitamos?
 Después de mucho pensar, uno de ellos dijo: - ¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. Aunque el problema va a ser dónde la escondemos para que no la encuentren jamás... Propuso el primero: - Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo. A lo que inmediatamente repuso el segundo: - No, recuerda que les dimos fuerza; alguna vez alguien subirá y la encontrará; y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está...
 Luego propuso otro: - Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Y otro replicó: - No, recuerda que les dimos inteligencia. Alguna vez alguien construirá una esquina por la que pueda entrar y bajar, y entonces la encontrará. Otro más dijo: -
 Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron: - No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien construirá una nave en la que puedan viajar a otros planetas, y la descubrirán; y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
 Y el último de ellos era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses. Tras analizar en silencio cada una de ellas, rompió el silencio y dijo: - Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren. Todos se sorprendieron y preguntaron al unísono: ¿Dónde? La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados en buscarla fuera que nunca la encontrarán. Y esto fue lo que hicieron y todavía nos es muy difícil encontrar la felicidad ya que no la buscamos donde la podríamos encontrar. Muchos nos acercamos pero no lo suficiente. A ver si este pequeño cuento nos ayuda y los que todavía no la hemos encontrado y reconocido aprendamos donde buscarla. Seguro que merece la pena.
Autor desconocido



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Laura Frias Enviado: 02/02/2017 16:03
Comparto unos versos de Jorge Tellier sobre esa felicidad tan efímera.

B
ajo el cielo nacido tras la lluvia
escucho un leve deslizarse de remos en el agua,
mientras pienso que la felicidad
no es sino un leve deslizarse de remos en el agua.
O quizás no sea sino la luz de un pequeño barco,
esa luz que aparece y desaparece
en el oscuro oleaje de los años
lentos como una cena tras un entierro.
O la luz de una casa hallada tras la colina
cuando ya creíamos que no quedaba sino andar y andar.
O el espacio del silencio
entre mi voz y la voz de alguien
revelándome el verdadero nombre de las cosas
con sólo nombrarlas: "álamos", "tejados".
La distancia entre el tintineo del cencerro
en el cuello de la oveja al amanecer,
y el ruido de una puerta cerrándose tras la fiesta.
El espacio entre el grito del ave herida en el pantano,
y las alas plegadas de una mariposa en calma
sobre la cumbre de la loma barrida por el viento.

Eso fue la felicidad:
dibujar en la escarcha figuras sin sentido
sabiendo que no durarían nada,
cortar una rama de pino
para escribir un instante nuestro nombre en la tierra húmeda,
atrapar una plumilla de cardo
para detener la huida de toda una estación.

Así era la felicidad:
breve como el sueño del aromo derribado,
o el baile de la solterona loca frente al espejo roto.

Pero no importa que los días felices sean breves
como el viaje de la estrella desprendida del cielo,
pues siempre podremos reunir sus recuerdos,
así como el niño castigado en el patio
encuentra guijarros con los cuales forma brillantes ejércitos.
Pues siempre podremos estar en un día que no es ayer ni mañana,
mirando el cielo nacido tras la lluvia
y escuchando a lo lejos
un leve deslizarse de remos en el agua.




 
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