Comentario: Muchas veces hablamos de los privilegios de ser un hijo de Dios--el perdon, el don del Espíritu Santo y la victoria última cuando venga Cristo. Uno de los privilegios más grandes sin embargo es la oportunidad de bendecir a los que nos odian en la manera que más refleja el caracter de Dios mismo. Cualquiera puede devolver el odio por el odio pero solo un hijo de Dios puede devolver una bendición y una oración por su enemigo.
Oración: Padre, gracias por amarme cuando todavia era un enemgio tuyo. Gracias por ariesgar la muerte de tu Hijo para ofrecerme la oportunidad de aceptar o rechazar tu amor. Como has prometido, derrama tu amor en mi corazón para que pueda amar hasta mis enemigos como me has amado. En el nombre de tu Regalo maximo, JesuCristo, oro, Amén.