LA ORACION SALUDABLE
“SEŇOR, ENSEŇANOS A ORAR,COMO TAMBIEN JUAN ENSEŇO A SUS DISCIPULOS” (JUAN 11:1) BIBLIA PLENITUD. VERSION REINA VALERA 1960
Quizá has sentido que tu oración perdió sentido y que ya no hay gozo para hacerla? Entonces en este punto podemos comprender que hemos complicado nuestra relación con Dios, la manera en que nos acercamos a Él.
Debemos retomar sus instrucciones que son sencillas. A Dios le gustan las oraciones sencillas que salen del corazón, que son inspiradas por el Espíritu Santo. Busquemos la guía del Espíritu Santo para orar por nosotros y por otros, creyendo que Dios presta su oído a nuestras oraciones y tendrá cuidado de ellas, para respondernos a su debido tiempo, como nos dice en su palabra; “todo tiene su tiempo debajo del sol” pero sobre todo que el gozo y la dicha de acercarnos a Él no la perdamos, por volver la oración una rutina, o hacer de ella una ley para cumplir. Invierte bien esos tiempos que estas pasando en oración, haciendo oraciones conforme a su voluntad, que sean peticiones que El anhele responder. Pero también disfruta de ese tiempo, reconociendo quien es El y deleitándote en su presencia.
Desarrollo una vida de oración, esto no será de la noche a la mañana, lo lograras día a día, Dios tiene un plan personal para ti. Cuando ores, se preciso, confía en El, mantente expectante, recuerda que él es tu Padre que te ama, te ama con amor eterno, porque El es amor, no dudes de su interés por ti.
Si necesitas ayuda, comienza diciéndole, como lo hicieron los discípulos con Jesús: “Señor, enséname a orar”.
Lina Maria Lopez - Misionera
CON CARIÑO MAHCH5