“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Juan 20:19
Tiempos duros para los discípulos. Era el día domingo siguiente a la crucifixión y aún guardaban en sus corazones las amargas imágenes de la muerte de Jesús. Si al Maestro, a pesar de ser un hombre muy conocido, lo habían matado, que no harían con ellos hombres simples del pueblo. Los temores eran, desde una visión objetiva, lógicos y razonables. En aquel encierro creían sentirse seguros. Sus enemigos no podían entrar. Pero ellos tampoco podían salir. Hasta que Jesús, ya resucitado, apareció en medio para darles lo que necesitaban, paz.
Amigo lector, no se puede vivir con miedo. El miedo paraliza. Ahoga. Asfixia. Y existe una sola forma de combatirlo, y no es mediante salvavidas químicos ni la fuerza de la voluntad humana. Al temor se lo combate con la paz y e l amor de Dios.
El mismo Jesús, que milagrosamente entró en aquella “cárcel” de tristeza y amargura en que los suyos se escondían, es quien tiene el poder para librarte de toda cadena que hoy te pueda sujetar. . Llamalo a través de una oración para que acuda en tu auxilio. El Espíritu Santo estará a tu lado para darte lo que tu alma anhela: La paz.
¡Él puede y quiere transformar tu prisión en libertad!
Iglesia Nueva Vida | Av. Cabildo 3546
Pastor Edgardo Eliseir