5ª
Palabra Tengo Sed.
Pasaje
Bíblico Juan 19:28
Después
de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la
escritura se cumpliese: Tengo sed.
Y
estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre
una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca.
Tengo Sed decía el Señor, habían pasado varias horas
desde que nuestro Señor salió del pretorio, de aquel concilio en donde
disputaban que harían con el, crucifícale gritaban todos a gran voz, saliendo del pretorio marcha una procesión
con rumbo al calvario sufriendo va un varón, la cruz sobre su espalda
llagándole está, no puede caminar, no puede dar un paso y cae sobre el camino,
recibe un latigazo aquel que en su dolor exclama con un grito perdónales Señor.
Así lo narra el coro triste llamado pretorio.
No había probado agua y su caminar había sido largo y
tormentoso, con un incesante sol, había perdido sangre y obviamente se
había deshidratado, estaba sediento
espiritual y físicamente, estaba recibiendo de la humanidad el peor de los
tormentos, la peor de las injusticias, la peor de las vergüenzas, el peor de
los maltratos físicos e inimaginables, estaba en ese momento cargando nuestras
culpas y el pecado de todos nosotros, la sed que nosotros debiéramos experimentar
y sufrir, en ese momento Jesucristo la estaba padeciendo de la forma más cruel,
le habían robado sus ropas y seguro el sol también le quemaba y le
deshidrataba, dijo: Tengo Sed.
Nuestro Señor en ese momento hablaba de una SED espiritual,
sed de que alguien lo reconociera como hijo de Dios como hermano y como amigo,
que alguien dijera: Yo te creo que eres el Cristo el hijo de Dios El Rey de los
judíos, y que entendiera la sed que estaba experimentado, esa sed más fuerte
aun que la física, era la de su alma al ver que los allí presentes, un sinfín
de incrédulos que le observaban y le
maltrataban, le escupían, le maldecían y le injuriaban, le aceptara en su corazón y que alguno dijera
verdaderamente este es El Rey de los judíos, más no lo hubo y a ninguno halló.
Tengo
Sed
dijo el Señor, le acercaron una esponja que empaparon en vinagre, y se la
dieron a beber como burla a su sed de la humanidad, de esa forma se cumple la
palabra en donde dice:
SALMOS
69 20-21 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé
quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé. Me
pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.
Estaba bebiendo esa copa amarga la hiel de nuestros pecados,
estaba bebiendo la maldad de todos nosotros, porque justo no hay ni aun uno,
todos somos pecadores, y siendo Rey, por nosotros se hizo pecado, siendo hijo
de Dios vino a este mundo a comprarnos con sangre preciosa derramada en la
cruz, nosotros valemos cada gota de su sangre bendita, nos compró con sangre
preciosa, dio su vida por ti y por mí en esa cruz, y por amor a nosotros se
entrego como un cordero llevado al matadero, y cuando tubo sed nadie se compadeció, le
gritaban, le ofendían, le maltrataban, y hiel (pecado) vinagre amargo fue lo
que le ofrecieron en su sed, esperó quien se compadeciese de el y no lo hubo,
al que es y que será, al que vive y vive para siempre, al que ahora mismo reina
al lado de Jehová Dios, al Rey precioso que nos compró y para el bendito de
Israel no hubo agua pura ni uno que le dijera te creo Señor eres el Rey, te
acepto te amo, no hubo nadie.
No hubo agua pura para mi Señor, para nuestra fuente
inagotable, esa fuente que no se cansa de dar y bendecir, que desparrama en
abundancia a todo aquel que pida.
El mismo Salvador que ahora cuando estamos enfermos,
angustiados, abatidos, cansados, pobres y sedientos nos ayuda nos tiende la
mano nos levanta, Para el no hubo agua pura cristalina y transparente, solo le
dieron a beber hiel, vinagre, para nuestro Salvador quien ahora nos dice: Clama
a mí y yo te responderé, para el que siempre nos ayuda, nos bendice y perdona.
El Señor que es la fuente de agua de vida, que todo aquel
que toma de ella no tendrá sed jamás, la palabra dice: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mi cree, no tendrá sed jamás.
Amado hermano y amigo, Jesucristo tiene sed de un amigo
de alguien que reconozca que es nuestro único y soberano Rey, nuestro Señor y
Salvador, aun hoy mismo tiene sed de ti,
quieres venir a sus plantas y decirle perdónanos Señor, porque en tu sed te
dieron a beber la hiel amarga de nuestros pecados, ese vinagre amargo representaba
el pecado mismo, la maldad de la humanidad. Alguien quiere decirle hoy perdónanos
Señor; aun ahora mismo Señor tu intercedes por nosotros ante el Padre celestial y le dices Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen, tu eres el mismo que ahora dice, el que en mi cree, no tendrá sed jamás.
Amigo (a) ríndete a sus plantas no tardes un día más hoy
es el día en que debemos decir perdónanos Señor, rendirnos en adoración debemos decir me presento ante ti como
ofrenda agradable con olor fragante, ellos los romanos te dieron corona de
espinas, yo te corono como mi Rey y Señor, con un profundo amor y
agradecimiento por haber tomado mi lugar en la cruz del calvario, te amo Rey de
mi corazón, te amo por tu amor y porque tú Señor siendo un Rey me compraste con sangre preciosa, perdóname Señor
mi Salvador a ti sea la gloria por los
siglos de los siglos amén.
Dios te bendiga por siempre
Por: María Elena de Lambaren.
Isaías 53
3. Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el
rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
4. Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
5. Mas
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6. Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
7. Angustiado
él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como
oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
8. Por
cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue
cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue
herido.
9. Y
se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte;
aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10. Con
todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya
puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11. Verá
el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento
justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12. Por
tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos;
por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores,
habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.