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« Pabellon Asgard: El castillo de Valhalla
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| De: Polaris (Mensaje original) |
Enviado: 10/11/2009 08:35 |
**Los vientos huracanados azotan nuevamente la roca pulida del castillo de Valhala donde los jovenes aspirantes a dioses guerreros caminan desorientados por el frio de la mañana. Más aun asi, no muestran el menor cambio ante el mismo, impidiendoles ceder el orgullo de un entrenamiento basado en largos dias y noches solos en la nieve, como unica fuente de calor su propio cuerpo. Los hombres de Asgard eran fuertes, exigiendoseles sudor y sangre a aquellos que se ofrecian para proteger a la heraldo de Odin y representar el nombre del dios que les prometia una vida llena de gracias y complaciencias a quien por él muriese. En Asgard el frio es comun pero, los ultimos días se habia vuelto extremo a costa de que el invierno se abria paso como dama vestida de blanco caminando hacia el altar, opacando todo rastro de cualquier otro ser en el camino, cubriendolo con un velo helado de nieve y escarcha.
Con la ventana de la torre abierta, la heraldo de Odin se encuentra con los brazos desnudos posados en el marco, tan helado que habia dejado de sentirlo a los segundos de tocarlo. Una luz blanca brota de su ser mientras hileras de cabello celeste vuela a su alrededor, cayendo sobre la pesada capa oscura que cubre su silueta femenina y delicada, blanca como la nieve que cubre Asgard. Ambas manos entrelazan sus dedos mientras sus ojos helados se encuentran cerrados, más su mirada se dirige en forma diagonal a lo alto. Sus tiernos labios rosaceos apenas se mueven, pero solo el sonido del silencio emiten, sin embargo la mente de la heraldo medita pacificamente, recitando una oracion que se vuelve vana al ver como el pueblo de Asgard sufre el azote de la naturaleza. Aquel brillo que emite el cuerpo de la gran sacerdotiza de Odin lleva el pedido de su señor en los cielos, dando calidez a quien estuviese cerca, y evitando el los vientos tajantes del norte lastimasen el cuerpo de la fémina.
-Odin, señor de Asgard, soy tu sierva devota. Tu pueblo vive en el extremo norte del mundo...nunca hemos visto la luz del sol. No hemos acariciado jamas la tierna hierba de los prados, ni probado las delicias de los arboles frutales. Tal és nuestro destino y el de tu pueblo, señor Odin... que de nosotros depende la paz del mundo y Asgard ha soportado el sufrimiento por tiempos inmemoriables para que otros gocen de un clima mas cálido...-
Valhalla, cuyo nombre ha bautizado tambien el castillo que se alza sobre las colinas de roca, siente como la paz recubre su ser pero, el fulgor de la gema que brilla en su dedo anular izquierdo logra que el brillo emitido por el cuerpo de la fria joven se enturbiese, mientras ambas manos posan sus palmas en el marco del ventanal por el cual observa
- Pero ¿por qué, mi señor Odin? ¿Por qué tu pueblo debe sufrir tales padecimientos? ¿quien en el mundo voltea su mirada hacia nosotros, los exiliados en el norte? ¿Quien se preocupa por tus hijos que gritan pidiendo aplacar las tormentas?-las delicadas palmas de Valhalla emiten el calor de un cosmos cautivo, volviendo agua el hielo que se ha vuelto roca por el paso de los siglos en que el viento azota las paredes del castillo**
Valhalla de Polaris, Representante de Odin Señor de Asgard
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**Poco a poco, todos los presentes, ya siendo dioses guerreros o espectros bajaban su guardia y comenzaban a tratarse mas como caballeros, en la extension correcta de la palabra. Era verdad que algunas tensiones seguian presentes entre algunos guerreros de diferentes bandos, sin embargo la autoridad a la cual los dioses guerreros estaban acatados, a la cual debian servir y proteger habia hablado y los espectros como mensajeros debian respetar la autoridad del pais a donde fueran. Cada uno de los caballeros, ademas de la valkiria, parecian haberse calmado, por lo que el dios guerrero de la estrella de Megrez volvio a quebrar el silencio con sucalmada voz...-Siganme porfavor... El salón de guerra nos espera....- Pronto, el caballero sin despegar sus ojos de la dama de nieve, la hermosa princesa de Asgard comenzo su andar por el castillo, esperando que los demas lo siguieran. Los pasillos del castillo eran lugubres, solo alumbrados de vez en vez por una antorcha encendida. El resonar de las botas metalicas era audible por todo el castillo, pues era obvio que una reunion entre dos reinos estaba apunto de ocurrir. Pronto, llegaron a un gigantesco par de puertas de la mas hermosa madera, tallada por manos artesanas dibujando escenas del mito nordico y pasajes de los antiguos dioses guerreros, tan valientes como los actuales. Pronto, con un empujon de ambos brazos de Alberich, las puertas se abrieron de par en par, dejando a la vista el "Salón de Guerra". Una enorme estancia con piso de piedra caliza, mietras algunas pieles de animalez cazados se extendian por el piso en forma de alfombra y adorno. En el centro del salón una hoguera iluminaba todo a su alrededor, y resguardaba del frio tipico en las tierras de Odín, y Alrededor de la hoguera una mesa de solida madera de cedro en forma de dona, dejando respirar el fuego y sin quitar la esencia de la mesa redonda, donde todos son iguales, se alzaba. Muchas sillas decoraddas se encontraban equitativamente repartidas alrededor de la mesa, miuentras que frente a la puerta, una un trono "centrado" se alzaba, decorado con finas joyas y denotando su autoridad. Era ese el asiento de Valhala de Polaris, desde donde discutirian los asuntos encargados por el señor de la tierra de los muertos. Pronto, la voz del joven de Delta volvio a romper el silencio, diciendo...Señorita Polaris... Hermanos mios... Espectros de Hades... tomen asiento porfavor...- y mientras todos tomaban su lugar, Alberich tomo el asiento mas cercano por la derechaq de la dama de Asgard, donde en el respaldo se encontraba detalladamente grabada la letra griega de DELTA, asi mismo habia hacientos cercanos a su señora con las letras de ETA, BETA y ZETA, junto con ALFA, EPSILON, GAMMA, ademas de sillas sin marcar para los invitados de Asgard. Pronto, espero que todos tomaran asiento y guardo silencio un poco, para que comenzara la discucion entre los asuntos de Hades en Asgard, para lo que comenzo por decir el guerrero de Megrez...-Entonces... ¿que trae a los espectros de Hades a las heladas tierras deAsgard?- dijo, esperando que la diplomacia y la asuticia sirvieran en aquellos momentos**
Off Roll: Espero que nadie se este confundiendo. El concepto de un "War Room" o "Salón de Guerra" se refiere, en terminos militares, a un lugar en donde el Comandante en Jefe se reune con sus principales colaboradores, mandos y consejeros, a fin de definir, desarrollar y dar seguimiento a planes de batalla, tacticas de combate y estrategias antes de ser ejecutadas o descartadas a fin de enfrentar una situacion de conflicto inminente o bien en su curso de desarrollo y hasta su culminacion.
[[You and Me Across the Universe]]
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De: Polaris |
Enviado: 19/11/2009 20:00 |
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**La quietud se apodera
del recinto donde los guardianes de Asgard y su heraldo se encuentran,
pero no solos, sino que en compañia de aquellos que han venido de las
tierras oscuras del inframundo, donde el dios Hades gobierna segun su
propia ley. La princesa de Asgard se mantiene inamovible en majestuosa
postura elegante y orgullosa, mientras su diestra se afirma al mitico
tridente que le sirve de apoyo y defensa, mientras sus ojos de hielo se
centran en aquel hombre que se presenta frente a ella y sus dioses
guerreros. Con una elegancia particular y la soberbia de quien exuda
una confianza casi palpable, aquel que ha hablado al cosmos puro de la
valkiria se muestra por vez primera ante sus ojos, quitando de su
cabeza el yelmo que recubria una abundante y prolija cabellera
azabache, como los ojos abismales de aquel heraldo de Hades. Valhalla
le mira con profundidad ante la reverencia del galan oscuro del
inframundo mientras unas frases de disculpas escapan de sus labios, las
cuales se dejan escuchar por los presentes. La valkiria asiente
levemente con la cabeza aceptando tal gesto.
-En nombre de Asgard,
acepto sus disculpas. Como heraldo de Hades debe comprender que no es
facil confiar en los extranjeros y ruego comprenda mi posicion, puesto
que es nuestro deber velar por esta tierra, pero no deseo que se lleve
un mal concepto de los Asgarianos; lo que acaba de suceder entre usted
y el guerrero de Merak solo se debe a un malentendido. Le pido
disculpas por el agravio y ruego olvidemos esto para poder tratar el
tema que lo trajo hasta este castillo-
Responde con grandeza y
finura, manifestando una elegancia que no puede ignorarse, sin dejarse
intimidar por la altura y la belleza del emisario. Sus facciones son
frias, como el hielo de Asgard, pero aun asi, la blancura de su piel
llena de envidia a la misma nieve y la indiferencia de sus ojos de
cristal, imponen una barrera de distancia entre ella y cualquier ser
humano de esta tierra. Entonces la voz del caballero de Megrez
interrumpe el silencio, con la elegancia particular de sus modales,
actuando como anfitrion ejemplar al guiar a los presentes a la sala de
Guerra donde las charlas diplomaticas se suelen llevar a cabo. Valhalla
observa al dios guerrero de ojos esmeralda y cabellos rojizos mientras
le sigue de cerca, encabezando con él a quienes se encuentran en el
recinto.
-Emisario, por favor acompañenos... caballeros... -
Dirige
una ultima mirada a los presentes, clavando sus ojos de hielo en los
ojos de cada uno de ellos, marcando una notoria firmeza pero a la vez
cortesia de quien no acostumbra bajar la mirada ante nadie, puesto que
su educacion noble y su desempeño como valkiria borraron de su ser la
timidez o el miedo; y las terribles vivencias de un pasado nublado en
su mente por designio divino cubrieron sus emociones de capas de hielo
similar al que cubre los ladrillos del castillo. El sonido del viento
se filtra por entre los ventanales mientras los soldados del castillo
mantienen una posicion firme, observando al emisario de Hades con
notoria desconfianza, sospechando de tan inesperado invitado y las
intenciones que le han traido a las tierras del norte. Con un caminar
delicado y sencillo, pero firme en cada paso, marcando una postura
elegante y a cierto punto soberbia, Valhalla camina detras de Alberich,
mientras su vestido negro se arrastra levemente por el suelo marmolado
y lujoso, moviendo delicadamente su figura femenina cubierta por un
corset lleno de encajes de roca y metal, las cuales emiten un lijero
tintineo apenas audible. Luego de recorrer el pasillo se ven ante los presentes dos
puertas pesadas que se encuentran cerradas, las cuales eL guerrero de
Megrez abre con determinacion revelando aquel salon de guerra que se
encuentra oculto de ojos curiosos en el centro de la cosntruccion .Las
antorchas que arden en fuego color naranja permiten a la vision de los
hombres ver los murales pintados por manos artisticas hacia cientos de
años atras, los cuales cuentan las leyendas nordicas y muestran a los
antiguos hombres y heroes que pisaron la tierra helada de Asgard. Antes
que los presentes saliesen de su asombro por la hoguera mistica que
brinda luz y calor en el centro de la mesa redonda de madera artesanal,
la voz de Alberick invita a todos, guerreros y heraldos a tomar
asiento. Encabezando tal reunion la valkiria se sienta en un trono que
es hecho para ella, donde los detalles de cristal y roca parecen
tallados por los mismos dioses, dando un toque de pureza y elegancia
mitologica, tratando de poner a quien este en aquel trono a la altura
de los mismos dioses y puesto que la voz de la dama era la palabra y
voluntad de Odin en la tierra, no habia mejor lugar para ubicar a la
Valhalla en todo el castillo. A su derecha el dios guerrero Alberich
toma el lugar cuyo respaldo tiene la inscripcion Delta, mientras que
cada uno de los demas guerreros deberian sentarse en donde les
correspondiese. Valhalla hace un gesto con su mano izquierda, blanca y
delicada en cuyo dedo anular luce el bellisimo anillo polar, hecho en
oro blanco y cristales, al heraldo oscuro para que tome asiento donde
más comodo le pareciese. Es en ese instante, la mirada de la mujer se
dirige hacia la distancia, como sintiendo la presencia de alguien mas,
sin embargo no percibe amenaza alguna en aquel cosmos desconocido pero,
ligeramente similar al del emisario. Sus ojos de hielo vuelven a
centrarse en aquel que ha venido en nombre de Hades y haciendo alusion
a la pregunta de Alberich sonrie con calma y frialdad, mientras sus
ojos muestran un toque de nostalgia lejana, pero no asi perdiendo la
elegancia de una postura perfecta mientras clava la mirada en aquellos
ojos abismales del visitante espectral.
-Emisario, has venido de
tierras lejanas, toma asiento por favor, y comentanos que te ha traido
por estas tierras olvidadas por el sol...-**
Valhalla de Polaris, Representante de Odin Señor de Asgard
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**una suave vista se observa al mirar aquella dama en la lejania, unos ojos rojizos responden a su mirar, despues se cierran detras de sus orbes, sin decir mas, el cosmo de este sujeto se pierde en la lejania, sus ojos vuelven su mirar al sujeto que se retira, se sonrie, mas aquel, no se muve de su lugar, se cuela al salon de los invitados, se mueve en las zombras sin necesidad de elevar su cosmo, moverse en ese mundo es su especialidad, el porque se encuentrea en este lugar es sino insospechado, solo esta tranquilo, obedeciendo lo que si corazon noble indica, observa con tranquilidad como todos los demas se sientan en aquella hermosa mesa de dorados adornos, deiformes, situados en aquella figura tallada en madera, el guardian del fenix oscuro se sonrie mientras observa la diligencia de su hermano de armas y caballero de la orden del hado, su mirar se deleita con la figura femnina mientras caminaba, seguia su ruin camino y se aloja en otra zombrta donde nadie salvo el mismo heraldo de hades y la poderosa herlado de odin le habian descubierto, obvio era que el dejaba al aire su prese4ncia, despues smplemte cruzado de brazos esperaba haber que ocurria, cuidando..... pero que era lo que cuidaba en realidad este espectro, su cosmo era enviable, equiparado con el de los guerreros mas fuertes sityuados sobre latierra, veloz y maldito, agresivo por naturaleza, simplemente esperaba**
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Con marcada elegancia y contoneo en su caminar, siguió vehemente a sus anfitriones, por pasillos tan extensos y oscuros, como resultaban fríos. Un lugar no demasiado diferente al inframundo, pues en ambos sopla el tenebroso aliento de la muerte, capaz de congelar cada hueso de los infortunados que escuchan sus susurros.
Delante de ellos, no tardo mucho en divisarse un par de altas y toscas puertas de roble y hierro. Sus bisagras rechinaron tétricamente, en un sonido tan agudo y penetrante que se alargo por los segundos, mientras de par en par, un pesado golpe anuncio el paso abierto, y la bienvenida a las tierras de Asgard.
Con cautela y parsimonia, el seductor de la oscuridad; envuelto en su armadura de ébano y plata, traspaso el dieciochesco umbral, para divisar con admiración el hermoso salón de guerra. Una habitación amplia y magnifica, donde se centra una mesa redonda que hace egolatría a las estrellas divinas de los Dioses Guerreros y la Valkiria. Una escena Arturiana, pues era imposible no compararles a la orden de la mesa redonda del Rey Pendragón de Inglaterra.
Tomando como lugar, un cómodo asiento de madera. Seguramente hecho de un magnifico roble, o un tosco pino. Cómodo, pues en su asiento y respaldo, se engarzaba el confort del acojinado terciopelo. Unas telas de magnifico color vino, que resaltaban con belleza, la imagen de buen gusto de los inmuebles de tan envidiable salón. Sus manos pronto encontraron comodidad en los brazos de la amplia silla.
Doncella, caballeros…mi visita resultara de gran interés para Asgard, así como para el resto del mundo.-Dijo.- Mi sola presencia indica el despertar del Dios de la muerte, pues él, con su infinito poder, me trajo de vuelta del mundo de los muertos. Un hecho que ocurre una vez cada 243 años, y que anuncia a sí mismo el comienzo de las guerras sagradas divinas…-Continuo.- Incluso la distante Asgard, confinada a la tierra de los hielos eternos, no puede hacer oídos sordos a los hechos que acontecen sobre él mundo. Es curiosidad mía, saber qué es lo que piensa el poderoso Odín y sus Dioses guerreros respecto a este acontecimiento único en el cosmos.- Reverso, explayándose con exquisita serenidad.
Sé culto en tu pasión, y magnífico en tu maldad. Cualquier imbécil puede añorar el mundo; para convertirse en un Dios hace falta auténtica sabiduría.
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De: Polaris |
Enviado: 24/11/2009 03:10 |
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**Mientras afuera el
viento azotaba con una fuerza desmesurada, dentro de la sala de Armas
la paz reinaba, sometida por un tenue calor proveniente de las lenguas
de fuego que emitia la gran fogata del centro de la mesa, mientras la
mirada estudiosa de aquel emisario visitante de la heraldo Polaris,
continua posada sobre el galan oscuro del inframundo, cuyas palabras
hablan de hermosa manera pero, aun asi, una sombra recae sobre su ser,
causando desconfianza imperceptible en la mujer de niveos brazos. Pero
aun asi la mirada de hielo de sus ojos profundos mantienen una paz
insolita capaz de causar un escalosfrios en aquel que se atreviese a
mantenerle la mirada en alto. Sus piernas cruzadas debajo de la mesa
mientras aquella cabellera de hilos medios ondulados como seda de telar
cae sobre su cuerpo delicado pero no asi debil mientras su diestra
sostiene el tridente de polaris y la izquierda descansa sobre su
regazo.
Como un mensajero de la oscuridad, a medida que las palabras de Aspros
se hacen oir la sortija polar emite un brillo incandescente mientras
una voz grave se apodera del oido de Valhalla causando la duda en su
ser ¿Que es lo que Odin opina de tal acontecimiento? La respuesta se
apodera de los labios delicados de la hermosa valkiria cuya piel causa
la envidia de la nieve misma
-Odin no ignora de la reencarnacion de Hades en este mundo, asi como no
ignora la reencarnacion de la diosa Atena, pero Asgard no tiene
alianzas ni con uno ni con el otro, por lo cual se mantiene al margen
de tal suceso-
Aquellas palabras dichas por incentivo propio irrumpen en la quitud de
la ceremonia mientras un aire helado parece rodear a Valhalla en forma
de su propio cosmos, como un susurro en el olvido.
-¿Acaso Hades Dios del inframundo esta interesado en las fuerzas de Odin?
Reconocen los presentes algo extraño en las formas de modular la voz de
aquella representante, cuyas frases suelen ser diplomaticas y claras
pero nunca tan tajantes ante una conjetura incierta, como la voz de
quien sabe y habla sabiendo y reconociendo las intimidades de los seres
y lo más profundo que acecha desde las sombras **
Valhalla de Polaris, Representante de Odin Señor de Asgard
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**El palacio de Valhalla, hogar de los mas prodigiosos hijos de Odín. Los hijos guerreros de la deidad del nordeste de Europa, alli, en el salon de guerra donde precede desde su trono la Valkiria.
Pasos apresurados se hacen notar desde mas alla de las puertas, pues por los grandes pasillos que tegen un complicado laberinto, un guerrero se avecina lentamente.
Vestido con las ropas divinas de los Dioses Guerreros, no cabe la menor duda de su identidad, pues él, entre los mas valientes hijos de Odín, sostiene con orgullo la estrella mas brillante. Una estrella que se eleva sobre todas las demas, como el Alfa sobre el Omega. Albión es su nombre.
Irrumpe en la habitacion, preocupado por la seguridad de la Valkiria. Desde Eones de distancia, en el extremo mas alejado de los grandes bosques de Asgard, ese guerrero habia sentido agravantes cosmos en lucha, y de entre todos aquellos que se habian enfrentado, pudo reconocer sin problema alguno la suave aura de Valhalla; el cosmos que canta la gloria de Odín sobre la tierra.
Sus largos cabellos llenos de ramas y hojas, sus sagradas armaduras de nieve, su respiracion agitada. Todo lo delata, la carrera habia sido frenetica, y en sus ojos aun se reflejaba una angustia cristalina.
Sin embargo ella estaba ahi, sana y salva, acompañada de Alberich y un oscuro huesped. Un extranjero que irradiaba un terrible ken lleno de maldad.
Suspiro aliviado, y prosigio acercarse hasta los presentes. Como el guardian de la Valikiria, su mirada se clavo sobre el sujeto de azabache cabellera y sus ojos oscuros ¿Un hombre o un demonio? Albión no pudo evitar desconfiar de él.
Pero si el hombre estaba alli, sentado a la mesa, es porque seguramente habia sido invitado por la misma Valikiria, a quien dedico su segunda mirada. Una mirada muy diferente, porque aunque aparentemente fria e inexpresiba, en lo mas profundo de sus ojos brillaba una luz calida de regocijo.** Mi señora. **Respetuosamente se refirio hacia ella, incandose sobre su rodilla derecha. Albión "el Aquiles vikingo" como le llamaban los habitantes de Asgard. Con el rostro ha gachas se quedo, esperando la aprobacion de su señora para ponerse de pie, y el permiso de tomar su lugar, al costado izquierdo de ella, donde se enmarca la estrella de Dubhe Alpha.**
|| Albión de Dubhe Alpha || |
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**Asgard, tierra de hermosos mancebos y arrebatadoras valkirias, vikingos, nordicos, que se dice en la mitologia son capaces de partir el universo con un solo golpe, todo se habia al parecer calmado, la suave cabellera de la dama caia sobre sus niveos hombros, el guerrero que le acompañaba al parecer era el armador, o mejor conocido como ingenio de la defensa, se le veia realmente capaz de concebir estrategias y desarrollos, su compañero de armas se encontraba sentado en aquella sala, la cual al ser redonda no ofrecia ningun tipo de gracia tanto a los anfitriones como a los visitantes, dando un sentido de humildad y elocuencia, respeto para todos, nivel igualitario para todos, los ojos inmisirecordes, rojizos se situan sobre aquella rara junta, nada ortodoxa, un espectro y varios vikingos juntos, la escena realmente se veia rara, sin embargo, estaba puesta su atencion en este lugar, mientras dilucidaba si se retiraba o no, percibe la cercania de otro cosmo, en esta ocasion de gran poder, sus ojos se fijanm entonces sobre la entrada y percibe la carrera airosa de otro guerrero, sin moverse un apice desde las zombras vigila la situacion mas se sonrie cuando este se inclina ante la dama que "precide" la asamblea, los ojos rojos observan, van y vienen, percibe que no da mas esperar, y sauvemente da media vuelta, recorriendo ciertos recodos donde las penumbras se hacen sus comparsas evitando que alguien le viera, el viento susurra ululante sobre las pisadas del sujeto, y se aloja en uno de los mas oscuros resquicios, en una saliente se acomoda sentandose, aguardando con esto el desenlace de aquella asamblea, mas por encargo, por curiosidad, queria saber a que habia ido el geminiano a asgard**
Atte
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**Las cosas avanzaban con inpecable diplomacia en la sala de armas. Ambos guerreros del Hades habian bajado sus armas, igualmente que los dioses guerreros y la charla se llevaba acabo tranquilamente en la sala de guerra. Un nuevo dios guerrero habia aparecido, cubierto por la armadura de Fafnir y un cosmos mistico rodeandolo... Una mirada de aprobacion dalio de los esmeraldas ojos de Alberich, para solo susurrar...-Bienvendo seas Alpha- para volver a dirigir su mirada al espectro de Geminis, una sombra del santo dorado protector de la tercera casa del santuario, pero no por ello menos poderoso o terrible. Aspros era un caballero del cual no podian confiarse. Pronto, la platica entre la hermosa princesa de Asgard, cuya piel de nieve y ojos tan profundos como el mar enamoraba a cualquiera y el enviado del Hades, Aspros de apariencia angelical y demoniaca al mismo tiempo, comenzó a lo que, como un fiel sirviente de Asgard y de Valhala, Alberich guardo silencio, limitandose solo a escuchar. La valkiria de Asgard llevaba las cosas con admirable valor, pues pronto comenzoaron a hablar de la reencarnacion del dios griego del inframundo, Hades, asi como el comienzo de la nueva guerra sagrada envolviendo a los santos y a los espectros, ambos justos en su punto de vista. Era verdad lo que decia Geminis, Asgard no podia cerrar los ojos ante tal situacion, lo decidiera o no se fundiria con uno de sus bandos por lo menos solo para defender a su pueblo. La forma, la presencia y las actitudes de los de los infiernos parecian indicar una cosa: Hades buscaba una alianza con las tierras de Odin, y sus hijos los dioses guerreros. O por lo menos esa idea cruzo un segundo por la cabeza mas brillante de todo Asgard, para que una gota de sudor tan helado como las aguas del mar congelado que pertenecia a Odin recorriera gentilmente su rostro besandolo a cada segundo, mientras que los ojos esmeraldas continuaban sobre el buen mozo del Geminis de Hades, sindecir una sola palabra y solo esperando a ver como se desenvolvia aquella charla. Su deber estaba para con Asgard y acataria las decisiones tomaas por su princesa**
[[My hands are at your throat and I think I hate you]]
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|[x.Aspros D Géminis.x]|
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La palpable serenidad irradiaba sobre su ser, una tranquilidad dieciochesca, que sobre su rostro se percibía con una exquisita y pronunciada sonrisa. Su ominosa presencia, de hombre o de demonio, había traído algarabía sobre los hijos de Asgard, quienes se amontonaban para observarle, y él disfrutaba de las atenciones y desconfianzas de los gloriosos hijos del Nordeste de Europa. Sus ojos brillaron intensamente, en un intrincado fulgor violáceo, cuando con vehemente serenidad, escucho la postura de la princesa albina. Cada expresión de aquella mujer era cautivante, y el sombrío caminante del inframundo le observa fijamente, como un coleccionista de arte al mirar el retrato de la Bella Donna.- Al margen no es una opción. Tarde o temprano el mundo entero se involucrara, pues la sangre y la muerte no solo asechan entre el Inframundo y Grecia, sino que se cierne como una lúgubre sombra sobre el mundo entero. Es un nuevo génesis el que renace con el Príncipe de la Muerte… ¿Sera Asgard parte de ese nuevo génesis? ¿Acaso este mundo corrupto es el que desea Odín?- Reprocho con esos labios carnosos que enmarcan tan bellamente su rostro. Engalanando cada palabra con una exquisita elocuencia, que hacía de su ser un orador tan experimentado, que como un demonio, endulza con susurros, los oídos de los incautos.
Escrudiñado en su lugar; donde las sombras nacen y se amontonan, el manto que revestía a su cuerpo solapaba un aura tan gélida; como la muerte misma. Un oscuro fulgor, que solo pueden poseer aquellos metales que nacen de la forja misma del Dios del Inframundo. Engalanando así, la imagen misma del “Caballero Oscuro” aquel que no es santo, ni espectro, sino el demonio mismo que asecha. El dantesco galán, que con sosiego, paseaba su mirada sobre todos los hijos de Asgard. Desde el fiel Albión, guardián personal de la Valikiria, hasta el mismo Alberich, quien como Degel en el santuario, era seguramente el más educado y versado de los hijos de Odín.
Aún fuera de su vista, el dantesco caballero presentía cercana la infausta imagen del fénix oscuro. Y por su mente, acudieran las preguntas. Acaso había sido mandado a vigilar, o era capricho del oscuro espectro el tenerlo bajo la mira. Eso no se quedaría así, pues su solo presencia, escondida entre las sombras, incordiaba los entretejidos planes del Santo Caído. Mas gesto alguno de desaprobó no se hizo presente en su marfilado rostro, que indómito, siguió adornando esa bella y apacible sonrisa sobre su efebo rostro.
Sé culto en tu pasión, y magnífico en tu maldad. Cualquier imbécil puede añorar el mundo; para convertirse en un Dios hace falta auténtica sabiduría. | |
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De: Polaris |
Enviado: 28/11/2009 22:40 |
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**La platica entre los emisarios y caballeros se hace amena a medida que el sonido de las llamas consumiendo el oxigeno del sitio producen chispas que ayudan a la tension dentro del ambiente cerrado de la sala de armas. La dama de niveos brazos, Valhalla Polaris aun se encuentra escuchando atentamente cada vocablo que escapa de los labios frios de un rostro simetrico y perfecto de aquel que responde al nombre de Aspros, más una sombra de desconfianza aun recide sobre ella, pensando en el bien de su pueblo. Pero ajena a la verdadera intencion de los dioses, ignora por completo el envolvente brillo negruzco que emite la gema insertada en el anillo que adorna su dedo anular, puesto comodamente en su regazo, descansando como testigo silencioso de la entrevista. Entonces un sonido más poderoso que el de las llamas irrumpe en el lugar, en el instante en que los pasos resonantes de Albion penetran a la sala para ocupar su puesto junto a la dama de Asgard, representante de Odin. La mirada de ella se mueve de su eje concentrado en el emisario de Hades para ver con calidez la figura de aquel guerrero, que caminaba a su derecha desde que la memoria le permitia recordar. Lejos de la frialdad comun en la representante del dios, un rostro sin movimiento visible parece cambiar ante la vision de su escolta, quizas marcando cierto alivio al verle y una notoria comodidad ante su cercania. Le sigue los movimientos en silencio, mientras la rodilla del joven gallardo toca el suelo, y moviendo su zurda ante él, amagando a posar la palma en su hombro en señal de aprovacion, una energia minima pero notoria hace que la misma se detenga, causando un adormecimiento en su brazo como represalia.
-Albion de Dubhe Alpha, toma asiento a mi derecha por favor. Visitantes de tierras lejanas se encuentran entre nosotros y tu presencia es necesaria-
Son sus palabras, ocultando el dejo de tristeza que le llena de pesadez ante la reprimenda que le envuelve en un instante que ni ella puede notar o discernir. El anillo es su alianza con Odin quien no permite que su corazon manifieste emocion alguna ante nadie que no fuese el dios nordico, celoso y vengativo, pero fuerte como pocos.
Volviendo entonces la mirada hacia el emisario, luego de hacer una ligera reverencia con su cabeza en señal de disculpas, manifestando que la reunion debia proseguir. Con la misma mirada fria de antes, sus ojos que brillan como dos diamantes vuelven hacia el extranjero escuchando asi nuevamente su discurso. Unas palabras parecen resonar en la cabeza de la dama mientras aquella mitica sortija emite un frio notorio, como una presencia fantasmal que irrumpe en el cuarto rodeando cada palabra de la dama antes que esta emerja de sus delicados labios.
-¿Que es lo que Hades desea hacer con este mundo? ¿Purificarlo de toda corrupcion?-
Son las palabras de Valhalla pero, en ese instante otras palabras hablan con voz de hombre mayor, rasposa en su mente, como dictaminandole las razones verdaderas por la cual Hades buscaba a Odin.
-...Y cuando "purifique" el mundo de Atena, buscara "purificar" el de Odin. No confio en el dios del Inframundo; su poder es vicioso y purifica con la paz de la muerte misma...Odin no confia en Atena que le ha llevado a los confines del norte, ni en Hades, quien no dudara en acabar con los suyos una vez cumplido el cometido.-
Esas palabras debian ser manifestadas a aquel caballero que luce la armadura oscura , por lo cual Valhalla frunce apenas sus labios carnosos y pequeños y con elocuencia admirable digna de una diosa nordica, describe la situacion ante los dioses guerreros y el emisario extranjero
-Odin ha hablado y es celoso de su tierra y de sus hombres. Es Atena quien goza de la luz del sol mientras el pueblo de Asgard sufre , y es Hades quien se ha ganado su desconfianza por su deseo de poder. Asgard no intervendra en esta guerra santa puesto que no le corresponde este conflicto-
Decreta concisamente mientras el cosmos de aquel joven emisario es capaz de percibir la energia de un ser más en el resinto, que no es humano sino divino y manifiesta con voz potente sus deseos mediante la sortija polar. La energia potente y amenazante del dios de Asgard, Odin. **
Valhalla de Polaris, Representante de Odin Señor de Asgard
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|[x.Aspros D Géminis.x]|
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[Dispénsame querida Candela, he estado atareado con los finales del cuatrimestre en la facultad, y creo que ya te lo había comentado en una de nuestras tantas charlas amenas ¿O no? Disculparas si no, pero como veras, ya estoy aquí para proseguir esto.]
Cada vocablo que acariciaba sus oídos, era la dulce voz con que la damisela de los hielos se expresaba. Una voz exquisita, que como el canto de las sirenas, sonaba melódica a los tímpanos del esculpido caballero oscuro. La serenidad se mantenía dieciochesca, una tranquila imperturbable que inundaba de tal ves una falsa seguridad, al dantesco seductor. Sus manos aun se aferraban sobre los brazos de aquella tosca silla de roble, envolviéndole con sus albinos y largos dedos. Exquisitas manos delgadas y patricias, de una belleza femenina.
No fue la respuesta de la princesa albina la que inquieto el semblante del galán de la oscuridad, fue una presencia cósmica, que no parecía corresponder al número de presentes en el magnífico e idílico escenario. Una presencia fuera de este mundo, de lo irreal, tan inalcanzable, que ni surcando las dimensiones multiuniversales podría ser alcanzada por las oscuras ambiciones del adónico gemelo. Esos debieran ser los susurros de una Deidad.
Escondió la incertidumbre sobre su gesto, sepultándola en ese rostro confianzudo de belleza celestial. En una sonrisa mezquina y sensual, que enmarcaba la perfección de sus mortecinos labios.- ¿Hades a ofendido alguna vez a Odín? Como si lo ha hecho la Atenas. Esta es una guerra que envuelve a todo el mundo conocido, en oscuras ambiciones, si, pero que ofrece exquisitas posibilidades, para aquellos que saben mirar más allá de Hades y Atena. Este es el comienzo de un nuevo génesis, libre de estorbos para aquellos que son de mente analítica.- Se expreso nuevamente con elegancia aristocrática, pero sus palabras llevaban un mensaje oculto, que solo los dignos podrían descifrar. Las verdaderas intenciones del galán de la oscuridad, del patriarca tenebroso.
Sé culto en tu pasión, y magnífico en tu maldad. Cualquier imbécil puede añorar el mundo; para convertirse en un Dios hace falta auténtica sabiduría. | |
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**La respuesta a la incognita de Hades habia sido respondida, pero no como el esperaba. Las palabras firmes de la señora de Asgard retumbaban por todo el salón de guerra, anunciando su no intervencion en la guerra santa que se estava llevando acabo. Era verdad que aquel enfrentamiento legendario no solo importaba a Grecia y al Inframundo, a Athena y a Hades, a los Santos y a los Espectros, sino quea envolvia a todo el mundo, pero , por el momento, Odín y sus hijos permanecerian neutros en aquella batalla. A los ojos de Alberich, tanto Athena como Hades eran dioses prepotentes y enrealidad nunca les importo Asgard, y solo buscaban el respaldo guerrero de los del norte. La desicion que habia tomadoi la señora de Asgard, la de la piel de nieve y corazon de hielo podria traer consecuencias a las tierras de Odín, sin embargo las 7 estrellas mas intensas del firmamento nordico protegerian estas tierras de glaciares y acatarian las decisiones del señor de los dioses, Odín y su heraldo en la tierra de los mortales. Sin embargo, el enviado de hades, la copia de geminis insistia, tratando de persuadir a la señorita Valhala en su desicion, a lo que la voz del guerrero de Megrez, aquel hombre delgado que no flaqueaba jamas volvio a resonar tan gentil como siempre, acompañado de esa autoridad y firmeza que la caracterizan...-Me parece que ya escuchó la desición de Odín... No tiene porque insistir. Informe al señor Hades que nos sentimos alagados y que agradecemos que pensara en Asgard, pero por el momento no estamos interesados en su propuesta.- Continuo el joven de cabellos de fuego mientras sus ojos verdes seguian postrados en el galante infernal, la copia de geminis. Su rostro, impenetrable e inexpresivo como tallado por las manos de el mejor escultor, completamente hermoso pero sin perder aquella mirada de fuerza que se estaba postrando en el geminiano. Se quedo ahi sentado sobre su aposento, sin moverse, solo esperando la retirada de los enviados de Hades que ya no tenian nada que hacer en las tierras de Asgard.**
[[Dame tantas rosas como espinas me clavé]]
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** Aquel ser se sonrie al escuchar los suaves vocablos de la hermosa dama que sus rojizos ojos observaban mientras piensa suavemente sin moverse de su lugar
[ era de esperarse de los orgullosos hijos de odin ]
luego presta atencion a Aspros en espera de la desicion de aquel varon ante la negativa diplomatica de la dama, una suave sonrisa se observa en el rostro de aquel divertido, mientras se da cuenta que aquel "genio" de andaluces ropajes se ha dado cuenta de su presencia lo que provoca una mueca de desagrado en el, sin embargo, despues aquella sonrisa reaparece y espera pacientemente **
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De: Polaris |
Enviado: 06/12/2009 22:35 |
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*La negativa de la princesa de los hielos polares no es lo que el emisario del inframundo deseaba escuchar y su respuesta no sorprende en absoluto a la dama de niveos brazos, mientras sus ojos helados se concentran en los abismales orbes del heraldo oscuro, luego de que pudiese descifrar de entre sus palabras, un mensaje subliminal. Comprende las razones y entiende los por qué de tales intentos, y como bien los demas dioses guerreros pensaban, es dificil que Asgard no sea visto como un buen respaldo en los planes mesquinos de Atena y Hades. Vocablos escapan de los labios del inteligente y sabio Alberick, remarcando la decision de Valhalla con la gracia y diplomacia apropiada para que el extranjero no se sintiese ofendido, más dificil era aquello pero, la decision de la princesa habia sido tomada por el dios nordico y respaldada por sus caballeros.
-Odin ha hablado, Aspros de Geminis...y sus palabras claman desconfianza en Hades y repudio a Atena. Lamento tener que repetirselo de esta forma pero veo que no ha comprendido su anterior respuesta y es mi tarea manifestar su sabia palabra en el mundo de los vivos-
Finaliza sublime y calma, inamovible en aquella postura. Odin ha mostrado notable atencion para con esa visita y Valhalla simplemente no iria contra sus designios, asi supiese que tarde o temprano esa guerra que se desplazaria por el mundo llegaria a las olvidadas tierras del norte.
-Lamento que no haya conseguido lo que esperaba en estas tierra Aspros, más no habra otra respuesta de parte de Asgard -
La dama de ojos entristecidos no puede negar la duda por tales decisiones pero, conocia al dios que hablaba a traves de ella y si habia llegado a tal postura sus razones debian ser muchas.
-Mi señor , esta decision nos pondra en contra de Hades y Atena y...-
Penso unos segundos, notando que si estos dioses eran lo que él habia dicho no tardarian en tomar represalias pero aquel anillo de brillo diamantino emite un brillo envolvente que parece viajar desde su dedo anular hasta su propio cerebro, causando que la mirada noble de la dama de nivea belleza se endureciese.
-Es mi palabra Valhalla, no dudes jamas de ella -
Y de esa forma la duda desaparece, confiando ciegamente en el dios que se muestra orgulloso de su nombre y tierra, celoso de sus guerreros como pocos y vengativo para todo aquel que osase levantarse en su contra*
( Aspros no hay dilema, solo bromeaba puesto que tambien se ha hecho notoria mi ausencia debido a los continuos examenes de fin de ciclo. Tarde o temprano terminaremos esto, asi sea en el 2021 jaja. Un saludo calido y continuemos)
Valhalla de Polaris, Representante de Odin Señor de Asgard
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**La mano de la Valhalla no habia tocado el hombro de Albión, pero aun así pudo sentir el calido cosmos que emerge de sus niveas manos.**
Si, mi señora. **Le responde, cuando escucha la orden de la herlado.Obediente, el alto guerrero se pone de pie, y su mirada busca en ese momento a su compañero de armas; Alberich, el siempre meditabundo guerrero de Megrez Delta. Ambos representando el principio y el fin entre los Dioses guerreros. Asiente el rostro, como respuesta a la bienvenida.** Gracias, Alberich.
**Con mucho cuidado jala su asiento por el respaldo, separando la silla de la mesa y así poder sentarse donde le corresponde; a lado de la Valkiria.
Sus ojos permanecen sobre el invitado, quien sostiene una conversacion diplomatica con Valhalla, expresandose (xd con palabras del mismo Aspros) con elegancia aristocratica.
Albión es tambien un heredero noble, y esta versado en el arte de la elocuencia, pero sobre todo, en el arte de la guerra.
No le extraña que Hades tubiera a Asgard en la mira, pues significa un aliado tactico...7 Dioses Guerreros, a la altura de la elite dorada de los caballeros de Palas Atenea. 7 guerreros, de los cuales sobrevivirian pocos, debiles, y faciles de destruir cuando el señor del Inframundo culminara sus objetivos. Era cierto, la desconfianza de Odín es tambien la desconfianza de Albión, que poco a poco cerro sus puños, escuchandose el sonido chirriante de los metales que cubren sus palmas y nudillos.
Alberich, nuevamente oportuno e inteligente, pidio de manera atenta al extranjero que no insistiera, que el Dios Nordico habia hablado, mismo argumento que Valhalla apoyo.
No se puede ser tan testarudo, tan ingenuo, como para contrariar dos veces la voluntad de Odín en sus tierras.** Han escuchado la voluntad de Odín ¿Seran capaces de contrariarlo en sus propias tierras? **Agrego, con un tono diferente al que usaban todos los demas. Su tono era firme, mas agresivo.** Eso seria una ofenza a la voluntad del todo poderoso Dios Vikingo.
|| Albión de Dubhe Alpha ||
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