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General: Masoneria- El masón es una persona que ha sufrido un cambio de ser
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 01/05/2011 21:42 |
Masoneria- El masón es una persona que ha sufrido un cambio de ser
El proceso de la transformación de la humanidad es por su propia naturaleza un proceso lento y difícil, que penosamente la humanidad podría lograrla en unos cuantos cientos de años, pero cuando la ayuda ésta disponible se hace posible para que la gente alcance ese logro. Pero la ayuda de ¿quién o de qué? La ayuda proviene de hombres y mujeres en otro nivel de pensamientos, esta ayuda es parecida al conocimiento, puesto que tiene que entrar en nuestro momento presente desde instituciones como la Masonería que constantemente envían mensajes fraternos a la humanidad de varias maneras. No es parecida al conocimiento ordinario puesto que no entra a través de la mente, es diferente también en otra manera, no viene desde el mismo orden de tiempo y espacio al que estamos acostumbrados. Este conocimiento superior emanado de la Masonería pasa inadvertido al común de la gente, que no capta el origen de estas enseñanzas. Este es el porqué no puede ser tomada o comparada, la Masonería se convirtió en una fuente de ideas, que han sido vertidas hacia muchas naciones y pueblos de la tierra. Todo esto quizá se vea muy misterioso, pero vamos a considerar esto en la Historia Universal, y nos daremos cuenta de infinidad de casos, donde masones protagonizaron cambios políticos, científicos, religiosos etc. y no hablar de todos esos casos que no fueron registrados por la historia, pero que influyeron de forma determinante en la vida de los pueblos.
http://groups.google.com/group/secreto-masonico
Buscamos la oportunidad de una nueva calidad de vida para nosotros y los demás, la que no conoce los defectos. Reuniendo en la mente todo lo que pertenece a nuestra memoria-Trabajo personal, y todo lo que hemos comprendido hasta ahora de acuerdo con lo que nos dice la Masonería, no tendremos dificultad en ver que esa nueva calidad de vida no puede ser la misma que la vida profana. La voluntad de mejorar se fundamenta en el amor fraternal. En el mundo profano continuamente se siente resentimiento si no se nos alaba y se nos mima. Exige hacer cada quien santa voluntad y no presta atención a nadie. Se convierte fácilmente en quemante ira que cuesta mucho apaciguar si se carece de memoria y agilidad mental y luego se transforma en odio y después en acciones violentas. Las ventajas de recibir el don de una nueva calidad de vida en la cual el resentimiento está ausente son tan numerosas y evidentes que no vale la pena mencionarlas. Pero señalaré una o dos. Poseer una voluntad caracterizada por la ausencia de resentimiento y odios equivaldría a convertirse en Hombre Nuevo — esto es, en otra clase de hombre—. Tal hombre, por ejemplo, pasaría a través del confuso entrecruzamiento de celos y ambiciones y del enmarañamiento de las relaciones humanas en general sin perder fuerza. En lo que respecta a nosotros, nuestras energías más conscientes no tardan en agotarse y nos zambullimos en las reacciones profanas. Para él la cosa seria distinta. En los lugares donde nos hundimos, él sigue andando. Dije que es otra clase de hombre. Hace muchos años solían hacernos esta pregunta: "Según su parecer, ¿a qué se asemeja un hombre perteneciente a la Masonería ? ¿Cuáles son los signos por los cuales lo reconocería como tal?" Naturalmente, algunos creían que debía de ser un hombre que supiera palabras secretas y signos secretos tan propias de la Masonería, para el profano una figura sobresaliente con ojos oscuros y penetrantes, vestido con elegancia y modales perfectos — y todo lo demás— dueño del mundo y poderoso en política. Otros pensaban que sería un hombre muy poderoso economicamente con enormes empresas , voluntad inquebrantable y tremenda energía. Algunos, más ingenuos, creían que debía ser un hombre muy bien relacionado socialmente . La imaginación de toda esa gente no iba más lejos. Un hermano masón señaló que todas esas suposiciones demasiado humanas acerca del verdadero masón se basaban en una exageración del hombre corriente y profano. Dijo que el masón es un hombre nuevo, y que era otra clase de hombre más mistico—un hombre totalmente diferente del hombre profano—. En suma, un Hombre Nuevo. Ahora bien, de acuerdo con lo que sabemos y hemos oído, nos aventuraríamos a pensar que el Hombre nuevo no se dejaría impresionar por ninguna de las manifestaciones del amor de sí tan desenfrenadas en nosotros. En efecto, las atacaría. Este sería uno de los signos por el cual lo descubriríamos. Nos diría probablemente de despojarnos de todas estas cosas. Otro de los signos sería la ausencia de resentimiento, lo cual apunta a la posesión de una nueva voluntad. Se ve en seguida que el masón no tiene una voluntad fundada en el amor de sí. El masón es el hombre que ha sufrido un cambio de ser —en realidad una transformación del ser—. Como lo hemos señalado en comentarios recientes, ningún cambio de ser es posible mientras el amor de sí permanezca sin cambio alguno; y mientras el amor de sí siga siendo el mismo, la voluntad de sí sigue siendo lo que era. Dicho hombre seguirá obedeciéndose a sí mismo. No reconocerá interiormente cosa alguna acerca de sí mismo. No obedecerá interiormente al Trabajo masónico, aunque pretenda hacerlo exteriormente. No renovará al hombre interior porque interiormente no cree en ello. Me extenderé ahora sobre el hombre exterior y el interior.
Tomé estos términos en parte de una observación de Pablo en una de sus epístolas a su grupo en Corinto. Está hablando de la nueva fe aunque no había conocido al Cristo: Escribe: "Por lo cual no desmayamos, sino que mientras nuestro hombre exterior se corrompe, nuestro hombre interior se renueva de día en 83 día" (II Corintios, IV, 16). Es este renovar —o hacer nuevamente fresco, tal como lo dice la palabra griega — del hombre interior (eso), acompañado al mismo tiempo por el perecer —o el desgastarse— del hombre exterior (exo), a lo cual debemos prestar atención. Nos recuerda la enseñanza-Trabajo acerca de hacer pasiva a la Personalidad y activa a la Esencia. Mediante el gradual descaecer de la Personalidad profana, mediante el extraer energía de las reacciones mundanas, que la hacen pasiva, la Esencia se desarrolla. Esto es, la Esencia sólo puede desarrollarse a expensas de la Personalidad. Cabe relacionar la Personalidad con lo de fuera (exo) o parte externa de nosotros mismos que rodea la Esencia, y la Esencia con la parte interior (eso) rodeada. (El Cristianismo esotérico se refiere al significado interior de lo que Cristo enseñó: el Cristianismo esotérico o masónico se refiere al significado literal exterior y al ritual.) Ahora bien, la Esencia interna y su comprensión sólo puede crecer a través de lo que es genuino. La mentira la mata. La verdad la desarrolla. Tiene un origen elevado. Lo que es falso fortalece la Personalidad exterior, la cual tiene su origen en la vida en la tierra. Nuevamente, lo que es del amor de sí no es genuino y así sólo puede fortalecer la Personalidad. Pablo dice a su manera cómo una fe genuina renueva o estimula o da vida otra vez al hombre interior y debilita al hombre exterior, "... mientras nuestro hombre exterior se corrompe, nuestro hombre interior se renueva de día en día". Ahora bien, el Trabajo en su totalidad puede estar en el hombre exterior o Personalidad. Se logra entonces un extraño resultado. El Trabajo masónico , que no proviene de la vida sino que tiene un elevado origen, en vez de conducir a un desarrollo del hombre interior o Esencia, que también tiene un origen elevado, fortalece al hombre exterior o Personalidad que tiene un origen bajo y proviene de la vida. Tal persona parece creer todo lo que el Trabajo le enseña aunque suene pequeño. Y puesto que en tal caso no puede haber renovación del hombre interior (de día en día), no le es concedido el renovarse desde dentro. El Trabajo permanece en la superficie de su mente como mera memoria y no como algo que obra profundamente, llevando de continuo a una nueva percepción de la verdad. Cuando Cristo se refirió a las gentes que se asemejaban a sepulcros blanqueados ira para decir que lo de fuera no corresponde a lo de dentro. Cristo dijo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia" (Mateo, XXIII, 27).
Hemos de mirar, entonces, la calidad del hombre interior. Hablé sobre este particular en el último comentario. Es un ejercicio muy necesario y práctico, tal como el de practicar la ausencia de resentimiento. ¿A qué se asemejarían ustedes si los despojasen de lo externo y sólo quedara lo interno? ¿Qué hay tras la pulida fachada? Si un hombre siguiera siendo el mismo después de haber sido despojado, podría felicitarse de haber desarrollado la Esencia. Mucho me temo que lo que exhibe externamente el hombre promedio tiene escaso parecido con lo que exhibe internamente. Pues bien, lo que cuenta en el Trabajo masónico es lo interno y su estado —no la fachada—. Hablando específicamente de la relación existente entre el Trabajo masónico y el lado exterior y el interior de una persona, hay personas que suelen decir que creen en el Trabajo masónico y hablan bien de él y han enseñado a otros y así han hecho un bien por amor al Trabajo masónico . Sin embargo, si se las despojase del hombre exterior y sólo se les permitiera exponer al hombre interior, la cuestión sería muy diferente. Internamente no creen una iota en el Trabajo y en lo que enseña. No tienen buena opinión del Trabajo y, en suma, lo utilizaron para producir una buena impresión exterior en los otros, tal como la de estar bien informado, o la de conocer todo acerca del esoterismo y otras cosas semejantes. Lo asombroso es que no observan sus contradicciones, una de las cosas que el Trabajo masónico nos dice que observemos. Siendo incapaces de observar lo que sucede en su interior, suelen creer que creen, o se 84 persuaden a sí mismas de ello, negándose a atisbar su interioridad por temor a enfrentarse consigo mismas. Ahora bien, en lo que respecta al hombre interior en usted: cuando su conciencia de sí se ha acrecentado bastante como para permitirle ver mejor a qué se asemeja usted debajo de las ilusiones del amor de sí, entonces por primera vez se dará cuenta porque Cristo tantas veces y con tanta dureza dijo: "Vosotros hipócritas." Antes estas palabras no tenían significado alguno para usted. No podía creer seriamente que el hipócrita era usted. No podía entenderlo —a menos de ser ayudado por una luz de conciencia complementaria—. Pero cuando la luz vino y el agarro del amor de sí empieza a soltarse mediante algunas experiencias de auto-observación sin ceder al auto justificarse y a la auto-conmiseración, logró un acrecentamiento de conciencia y ya comprendió este dicho y probablemente muchos otros. Por primera vez tuvieron significado para usted. Comprendió entonces por qué el Trabajo es llamado cristianismo esotérico —esto es, el significado interior de la enseñanza de los Evangelios—, lo cual es imposible de alcanzar sin trabajar sobre sí, empezando con una auto- observación desprovista de crítica o de auto-justificación o de auto- conmiseración. una palabra final: usted puede decir que cree interiormente en el Trabajo. Tal vez sea así. En esta cuestión es usted su propio juez. Pero añadiré una cosa: ¿tiene fe en su creencia? Si no le es fiel todos los días, como una planta, no crecerá.
Alguien afirmó que Hermes era el autor de veinte mil libros; otro aumentó el número a más de treinta y seis mil, no creemos que Hermes escribiera tantos tratados de esoterismo, pero, si influyo en miles de libros que se escriben hasta hoy- figuras que lo hacen evidente que un individuo solitario, aunque él ser eclipsado por el derecho divino, podría haber llevado a cabo apenas un trabajo tan monumental. Entre las artes y ciencias que es afirmado Hermes revelados a la humanidad eran la medicina, la química, la ley, el arco, la astrología, la música, la retórica, la Magia, la filosofía, la geografía, matemáticas (sobre todo geometría), anatomía, y oratorio. Orfeo fue de manera similar aclamado por los griegos. Sobre Hermes Trimegistro se menciona : si Dios alguna vez apareciera en el hombre, él apareció en él, como es evidente tanto de sus libros como su Pymander; en cuales trabajos él ha comunicado la suma del Abismo, y el conocimiento divino a toda la posteridad; por que él se ha demostrado para haber sido no sólo un divino inspirado, sino también un filósofo profundo, obteniendo su sabiduría de Dios y cosas divinas, y no del hombre." Su aprendizaje superior hizo que Hermes fuera identificado con muchos de los sabios tempranos y profetas. En la Mitología Antigua, nos encontramos : "he mencionado que Cadmus era el mismo como el egipcio Thoth; y esto es la manifestación del que es Hermes, y de la invención de cartas atribuidas a él." En el capítulo en la teoría de Matemáticas Pitagóricas será encontrado la tabla de las cartas de Cadmea originales. los Investigadores creen que esto era Hermes quién era conocido a los Judíos como "Enoch," llamado "el Segundo Mensajero de Dios." El Hermes fue aceptado en la mitología de los griegos, más tarde haciéndose el Mercurio de los latinos. Él fue reverenciado por la forma del Mercurio de planeta porque este cuerpo es el más cercano al sol: el Hermes de todas las criaturas era el más cercano a Dios, y se hizo conocido como el Mensajero de Dioses. Hermes racionalizo el mundo esotérico, ese fue su gran logro. En los dibujos egipcios de él, Thoth lleva una tabla de escritura de cera y sirvee como el registrador durante el pesado de las almas de los muertos en el juicio el Paso de Osiris - un ritual del gran significado. Hermes tiene la primera importancia a eruditos Masónicos, porque él era el autor de los rituales iniciadores Masónicos, que fueron tomados prestados de los Misterios establecidos por Hermes. Los casi todos los símbolos Masónicos son la Hermética en el carácter. Pitágoras estudió matemáticas con los egipcios y de ellos ganó su conocimiento de los sólidos geométricos simbólicos. El Hermes también es reverenciado para su reforma del sistema de calendario. Él aumentó el año a partir de 360 a 365 días, así estableciendo un precedente que todavía prevalece. La denominación "Tres veces el Grande" fue dada a Hermes porque él fue considerado los mayores de todos los filósofos, los mayores de todos los sacerdotes, y los mayores de todos los reyes.http://groups.google.com/group/secreto-masonico
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