Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Secreto Masonico
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 EL SECRETO DE LA INICIACIÓN 
 Procesos Secretos del Alma 
 Estructura Secreta del Ritual Masónico 
 Los extraños Ritos de Sangre 
 Cámara de Reflexiones 
 
 
  Herramientas
 
General: Sociedad Secreta de los Tekton
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 07/04/2012 22:54
La Sociedad Secreta de los Tekton


La palabra «arquitectura» proviene del griego αρχ (arch, cuyo significado es ‘jefe’, ‘quien tiene el mando’), y τεκτων (tekton, es decir, ‘albañil’ o ‘carpintero’).  


Mucho se ha dicho y escrito muchísimo acerca del Carpintero 
Jesucristo, su vida y su obra, y siempre se resalta mucho el hecho de 
que fue un carpintero, nunca percibimos si efectivamente fue operativo 
o especulativo. De sus años perdidos y sus años públicos, sobre su 
muerte y su resurrección y sobre su capacidad de obrar milagros. Pero 
también hay un gran personaje desconocido y del que poco se habla en 
las escrituras, de José el carpintero y padre adoptivo de Jesucristo. 

Tenemos que partirnos a Evangelios Apócrifos para acercarnos a la 
vida, obra y muerte de este gran hombre que se encontró con hechos 
inexplicables y como veremos más adelante con hechos que le 
desbordaron completamente. ¿Quién fue José el carpintero?. 

Seguramente San José era miembro de una Sociedad Secreta de 
Carpinteros Especulativos, tan poderosa su influencia que hasta 
nuestros días ejerce una notable influencia mística, hay claros 
indicios que Esta Orden Secreta aún existe, el Señor Gurdjieff alguna 
vez habló “En su Libro Encuentros Con Hombres Notables”de que uno de 
sus compañeros de búsqueda se dirigió precisamente a esa Sociedad en 
Israel, en los libros Sufís se habla frecuentemente de Nazar Joseph y 
de Ben Nazar Joseph – esto es el albañil José y su Hijo (Ben o Bin) 
Albañil, aludiendo a Jesús. 

Para poder hacernos una idea de quién fue este Carpintero vamos a 
basarnos en un texto apócrifo llamado "Historia de José el Carpintero" 
de la que se conservan dos versiones, una en copto y otra en árabe. Se 
trata de dos versiones de un texto original escrito en griego cuyo 
rastro se ha perdido. 

Cuenta este texto que existía un hombre llamado José el Carpintero , 
originario de Belén, ciudad de Judá y del rey David. Era instruido y 
sabio en la doctrina de la ley, y sacerdote del templo del señor (dato 
que no aparece en otros textos revelados). Desempeñaba el oficio de 
carpintero y, según es costumbre de todos los hombres, se casó – Y 
tuvo su mujer, y sus hijos e hijas: cuatro varones y dos hembras. 
Judas, Justo, Santiago y Simón; las hijas eran Asia y Lidia. Debora 
esposa de José el justo, murió y José trabajaba para sacar a sus hijos 
adelante. 

Seguimos leyendo en el texto que cuando José enviudó, María había 
cumplido doce años. Sus padres la habían presentado en el templo del 
Señor cuando tenía tres, donde permaneció hasta que entró en la 
adolescencia. Entonces los sacerdotes buscaron un hombre "justo y 
temeroso de Dios" para confiarle a María hasta el momento del 
matrimonio, para que no le ocurriera en el templo lo que les pasaba a 
las mujeres (la menstruación), pudiera ensuciar con su sangre el 
recinto sagrado y Dios se irritase con ellos. 

Los sacerdotes del templo enviaron mensajeros y convocaron a doce 
ancianos de la tribu de Judá, cayéndole la suerte a José el Justo. 
Entregaron a María a José hasta el momento del matrimonio. En otros 
textos se dice que entregaron a María a José y éste dijo que era muy 
viejo y que sería el hazmerreír de todo Judá, lo que indica que la 
entregaron en matrimonio, no en "depósito" como cuenta este texto. En 
cualquier caso María pasó a vivir en la casa de José donde encontró a 
Santiago el Menor de corta edad desolado por la muerte de su madre, 
ella lo educó y por eso fue llamada María, madre de Santiago. Hay que 
recordar que este Santiago es uno de los 12 apóstoles y el primer 
líder de la iglesia católica según algunos textos apócrifos. 

Al cumplir los 14 años María quedó embarazada de Jesús, no indica el 
texto presencia alguna de ángeles sino que:"encarnó en ella por un 
misterio que sobrepasa la comprensión de las criaturas". Transcurridos 
tres meses de su embarazo José volvió a casa de su lugar de trabajo y 
se encontró embarazada a la virgen, pensó despedirla en secreto. No 
comió ni bebió en aquel día debido a su espanto, tristeza y angustia. 

Hay que tener en cuenta que si un hombre pensaba que su mujer le 
engañaba, ésta podía ser lapidada, primero sacada de la casa familiar 
por los pelos y luego tras pasar por unas pruebas y ver si era 
culpable o inocente podía ser apedreada por todo el vecindario. 

Esa noche se apareció a José el ángel Gabriel indicándole que María 
estaba encinta por obra del espíritu Santo y que estuviera tranquilo, 
que no le había sido infiel. Que de su vientre nacería Jesús, el 
salvador y gobernador de las naciones. Tras decir esto el ángel 
desapareció. 

Cuenta este texto que el emperador Augusto ordenó que cada persona se 
empadronase en su propia ciudad por lo que José y María tuvieron que 
marchar a sus pueblos de origen. De camino María dio a luz a Jesús en 
una gruta cercana a Belén, no diciendo nada más este texto sobre lo 
milagroso de este nacimiento. Herodes se enteró del nacimiento de 
Jesús (no cuenta cómo) y ordenó que lo buscaran (no que mataran a 
todos los niños), pero José fue puesto alerta por un ángel, huyendo a 
Egipto donde pasaron un año entero hasta la muerte de Herodes. 

Enterados de la muerte de Herodes volvieron a Israel, más 
concretamente a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, donde José 
volvió a ejercer su profesión de carpintero y se ganaba la vida con su 
trabajo. 

Ha habido siempre, entre las iniciaciones de oficio, una especie de 
querella de precedencia entre los albañiles y los talladores de piedra 
y los carpinteros; y si se consideran las cosas no en el aspecto de la 
importancia actual de estas dos profesiones en la construcción de 
edificios, sino en el de su antigüedad respectiva, es bien cierto que 
los carpinteros pueden efectivamente reivindicar el primer rango. 

En efecto, las construcciones, de manera muy general, fueron de madera 
antes de ser de piedra y ello es lo que explica que, en la India 
especialmente, no se encuentra ninguna huella de las que remontan más 
allá de cierta época. 

Tales edificios eran evidentemente menos duraderos que los construidos 
en piedra; también el empleo de la madera corresponde, entre los 
pueblos sedentarios, a un estadio de menor fijeza que el de la piedra, 
o, si se quiere, a un menor grado de "solidificación", lo que está muy 
de acuerdo con el hecho de relacionarse con una etapa anterior en el 
curso del proceso cíclico 

Esta observación, por simple que pudiese parecer en sí misma, está muy 
lejos de carecer de importancia para la comprensión de ciertas 
particularidades del simbolismo tradicional: es así cómo, en los más 
antiguos textos de la India , todas las comparaciones referentes al 
simbolismo constructivo son siempre sacadas del carpintero, de sus 
útiles y de su trabajo; y Vishvakarma, el "Gran Arquitecto" mismo, es 
designado también con el nombre de Twashtri, que es literalmente el 
"Carpintero". Va de por sí que la función del arquitecto (Sthapati, 
que además es primitivamente el maestro carpintero) no es en nada 
modificada por ello, puesto que, salvo la adaptación exigida por la 
naturaleza de los materiales empleados, es siempre del mismo 
"arquetipo" o del mismo "modelo cósmico" del que hay que inspirarse, y 
ello ya se trate de la construcción de un templo o de una casa, de un 
carro o de un navío, (y, en estos últimos casos, el oficio de 
carpintero jamás ha perdido nada de su importancia primera, al menos 
hasta el empleo totalmente moderno de los metales, que representan el 
último grado de la "solidificación" 

Evidentemente también, que ciertas partes del edificio se realicen en 
madera o en piedra, ello no cambia nada, si no en su forma exterior, 
al menos en su significación simbólica; poco importa a este respecto, 
por ejemplo, que el "ojo" del domo, es decir, su abertura central, sea 
recubierto por una pieza de madera, o por una piedra trabajada de 
algún modo, constituyendo una y otra igualmente y en un sentido 
idéntico, la "coronación" del edificio, según lo que hemos expuesto en 
precedentes estudios; y con mayor razón ocurre lo mismo con las piezas 
del carpintero que han permanecido como tales una vez que la madera ha 
sido sustituida por la piedra en la mayor parte de la construcción, 
como las vigas que, partiendo de este "ojo" del domo, representan los 
rayos solares con todas sus correspondencias simbólicas 

Se puede pues decir que el oficio del carpintero y el del albañil, 
puesto que proceden en definitiva del mismo principio, proporcionan 
dos lenguajes parecidamente apropiados para la expresión de las mismas 
verdades de orden superior, la diferencia no es más que una simple 
cuestión de adaptación secundaria, como lo es siempre la traducción de 
una lengua a otra, pero, bien entendido, cuando se trata de cierto 
simbolismo determinado, como en el caso de los textos tradicionales de 
la India a los cuales hacíamos alusión anteriormente, hace falta, para 
comprender enteramente su sentido y su valor, saber de una manera 
precisa cual es, de los dos lenguajes, aquel más propiamente 
relacionado. 

A este respecto, señalaremos un punto que nos parece tener una 
importancia totalmente particular; se sabe que en griego, la palabra 
hylê significa primitivamente "madera", y que es al mismo tiempo la 
que sirve para designar el principio sustancial o la "materia prima" 
del Cosmos, y también por aplicación derivada de ésta, a toda "materia 
secunda", es decir, a todo lo que desempeña en un sentido relativo, en 
tal o cual caso, un papel análogo al del principio sustancial de toda 
manifestación 

Este simbolismo, según el cual aquello de lo cual está hecho el mundo 
es asimilado a la madera es además muy general en las más antiguas 
tradiciones, y, por lo que acabamos de decir, es fácil comprender su 
razón con relación al simbolismo constructivo: en efecto, desde el 
momento que de la "madera" se han sacado los elementos de la 
construcción cósmica, el "Gran Arquitecto" debe ser considerado antes 
que nada como un "maestro carpintero", como lo es efectivamente en 
semejante caso, y como es natural que lo sea allí donde los 
constructores humanos, cuyo arte, desde el punto de vista tradicional, 
es esencialmente una "imitación" del arte del "Gran Arquitecto", son 
ellos mismos carpinteros 

No carece de importancia tampoco, en lo que concierne más 
especialmente a la tradición cristiana, el resaltar, que puede 
fácilmente comprenderse así que el Cristo debía aparecer como el "hijo 
del carpintero"; los hechos históricos, como hemos dicho muy 
frecuentemente, no son en suma sino un reflejo de realidades de otro 
orden, y solamente ello les da todo el valor del que son susceptibles; 
también hay ahí un simbolismo mucho más profundo de lo que se piensa 
de ordinario (si es que la inmensa mayoría de los cristianos tiene 
aún, por vagamente que sea, la idea de que puede haber en ello un 
simbolismo cualquiera). 

Que además esa no sea más que una filiación aparente, eso mismo es 
exigido todavía por la coherencia del simbolismo, puesto que se trata 
de algo que no está en relación más que con el orden exterior de la 
manifestación, y no con el orden principal; es de la misma manera 
exactamente cómo, en la tradición hindú, Agni, en tanto que es el 
Avatara por excelencia, tiene también a Twashtri como padre adoptivo 
cuando toma nacimiento en el Cosmos; ¿y cómo podría ser de otra forma 
cuando este Cosmos mismo no es otra cosa, simbólicamente, que la obra 
misma del "maestro carpintero"? 



http://groups.google.com/group/secreto-masonico



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Alcoseri Enviado: 07/04/2012 22:55

Durante la Edad Media se dedicaron toneladas de piedra para la 
construcción de catedrales, iglesias, monasterios, castillos. 
Sólo en Francia, entre 1050 y 1350 se edificaron ochenta catedrales y 
quinientas grandes iglesias, además de miles de iglesias 
parroquiales. 
Pero, ¿quiénes fueron los hombres que hicieron posible la realización 
de tan colosales obras? Mientras que el arquitecto disfrutaba de una 
situación social elevada, siendo considerado un individuo que ejercía 
un arte liberal más que un oficio básico, los masones disponían de una 
serie de ayudantes o servidores a quienes los documentos se suelen 
referir con el término latino famuli, al tiempo que en su trabajo 
contaban con el concurso de un gran número de técnicos pertenecientes 
a otras corporaciones de oficios: carpinteros, herreros, plomeros, 
vidrieros, pulidores y, sobre todo, peones y carreteros. 
Se enumera, a mediados del siglo XII, varias categorías de obreros. 
Considera que la arquitectura se divide en masonería cementaria -que 
concierne a los canteros o tailleurs de pierre (latomus, en latín) y a 
los albañiles o maçons (cementarios)- y en carpintería -que concierne 
a los carpinteros (carpentarios) y ebanistas o meusiers (tignarios)-. 
A comienzos del siglo XV los carpinteros tienden a formar una 
verdadera aristocracia dentro de los gremios, las corporaciones, 
guildas o cofradías del arte de la construcción. Se establecen, 
entonces, dos clases o categorías de obreros: el masón superior o 
carpintero, que es el que trabaja la madera, y el inferior o albañil, 
que no posee la misma formación y que está encargado principalmente de 
colocar piedras. Y dentro del masón superior o carpintero, se 
distingue entre el artista que trabaja la madera fina de adorno y el 
picapedrero, que trabaja la piedra dura de sillería. 
Entre los masones superiores o carpinteros medievales que trabajaban 
en una obra eran muy frecuentes las migraciones. Por ejemplo, para la 
construcción en Alemania del monasterio de Schildesche, en Westfalia, 
fundado en 940, se hacen venir de las Galias fabri murarii et 
cementarii, y a principios del siglo XI, se , hace construir la 
capilla de San Bartolomé per graecos operarios (trabajadores griegos). 
La movilidad que se constata entre los obreros de la madera nos 
recuerda que los carpinteros no sólo eran libres, sino que en muchos 
casos eran independientes, con lo que escapaban a la organización 
gremial de las ciudades que los empleaban. Esta independencia de los 
constructores de catedrales con una organización propia nos conduce a 
la institución de la logia, término que en principio designaba el 
recinto donde se reunían los masones que trabajaban en una obra 

 Mucho se ha dicho y escrito muchísimo acerca del Carpintero 
Jesucristo, su vida y su obra, y siempre se resalta mucho el hecho de 
que fue un carpintero, nunca percibimos si efectivamente fue operativo 
o especulativo. De sus años perdidos y sus años públicos, sobre su 
muerte y su resurrección y sobre su capacidad de obrar milagros. Pero 
también hay un gran personaje desconocido y del que poco se habla en 
las escrituras, de José el carpintero y padre adoptivo de Jesucristo. 

Tenemos que partirnos a Evangelios Apócrifos para acercarnos a la 
vida, obra y muerte de este gran hombre que se encontró con hechos 
inexplicables y como veremos más adelante con hechos que le 
desbordaron completamente. ¿Quién fue José el carpintero?. 

Seguramente San José era miembro de una Sociedad Secreta de 
Carpinteros Especulativos, tan poderosa su influencia que hasta 
nuestros días ejerce una notable influencia mística, hay claros 
indicios que Esta Orden Secreta aún existe, el Señor Gurdjieff alguna 
vez habló “En su Libro Encuentros Con Hombres Notables”de que uno de 
sus compañeros de búsqueda se dirigió precisamente a esa Sociedad en 
Israel, en los libros Sufís se habla frecuentemente de Nazar Joseph y 
de Ben Nazar Joseph – esto es el albañil José y su Hijo (Ben o Bin) 
Albañil, aludiendo a Jesús. 

Para poder hacernos una idea de quién fue este Carpintero vamos a 
basarnos en un texto apócrifo llamado "Historia de José el Carpintero" 
de la que se conservan dos versiones, una en copto y otra en árabe. Se 
trata de dos versiones de un texto original escrito en griego cuyo 
rastro se ha perdido. 

Cuenta este texto que existía un hombre llamado José el Carpintero , 
originario de Belén, ciudad de Judá y del rey David. Era instruido y 
sabio en la doctrina de la ley, y sacerdote del templo del señor (dato 
que no aparece en otros textos revelados). Desempeñaba el oficio de 
carpintero y, según es costumbre de todos los hombres, se casó – Y 
tuvo su mujer, y sus hijos e hijas: cuatro varones y dos hembras. 
Judas, Justo, Santiago y Simón; las hijas eran Asia y Lidia. Debora 
esposa de José el justo, murió y José trabajaba para sacar a sus hijos 
adelante. 

Seguimos leyendo en el texto que cuando José enviudó, María había 
cumplido doce años. Sus padres la habían presentado en el templo del 
Señor cuando tenía tres, donde permaneció hasta que entró en la 
adolescencia. Entonces los sacerdotes buscaron un hombre "justo y 
temeroso de Dios" para confiarle a María hasta el momento del 
matrimonio, para que no le ocurriera en el templo lo que les pasaba a 
las mujeres (la menstruación), pudiera ensuciar con su sangre el 
recinto sagrado y Dios se irritase con ellos. 

Los sacerdotes del templo enviaron mensajeros y convocaron a doce 
ancianos de la tribu de Judá, cayéndole la suerte a José el Justo. 
Entregaron a María a José hasta el momento del matrimonio. En otros 
textos se dice que entregaron a María a José y éste dijo que era muy 
viejo y que sería el hazmerreír de todo Judá, lo que indica que la 
entregaron en matrimonio, no en "depósito" como cuenta este texto. En 
cualquier caso María pasó a vivir en la casa de José donde encontró a 
Santiago el Menor de corta edad desolado por la muerte de su madre, 
ella lo educó y por eso fue llamada María, madre de Santiago. Hay que 
recordar que este Santiago es uno de los 12 apóstoles y el primer 
líder de la iglesia católica según algunos textos apócrifos. 

Al cumplir los 14 años María quedó embarazada de Jesús, no indica el 
texto presencia alguna de ángeles sino que:"encarnó en ella por un 
misterio que sobrepasa la comprensión de las criaturas". Transcurridos 
tres meses de su embarazo José volvió a casa de su lugar de trabajo y 
se encontró embarazada a la virgen, pensó despedirla en secreto. No 
comió ni bebió en aquel día debido a su espanto, tristeza y angustia. 

Hay que tener en cuenta que si un hombre pensaba que su mujer le 
engañaba, ésta podía ser lapidada, primero sacada de la casa familiar 
por los pelos y luego tras pasar por unas pruebas y ver si era 
culpable o inocente podía ser apedreada por todo el vecindario. 

Esa noche se apareció a José el ángel Gabriel indicándole que María 
estaba encinta por obra del espíritu Santo y que estuviera tranquilo, 
que no le había sido infiel. Que de su vientre nacería Jesús, el 
salvador y gobernador de las naciones. Tras decir esto el ángel 
desapareció. 

Cuenta este texto que el emperador Augusto ordenó que cada persona se 
empadronase en su propia ciudad por lo que José y María tuvieron que 
marchar a sus pueblos de origen. De camino María dio a luz a Jesús en 
una gruta cercana a Belén, no diciendo nada más este texto sobre lo 
milagroso de este nacimiento. Herodes se enteró del nacimiento de 
Jesús (no cuenta cómo) y ordenó que lo buscaran (no que mataran a 
todos los niños), pero José fue puesto alerta por un ángel, huyendo a 
Egipto donde pasaron un año entero hasta la muerte de Herodes. 

Enterados de la muerte de Herodes volvieron a Israel, más 
concretamente a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, donde José 
volvió a ejercer su profesión de carpintero y se ganaba la vida con su 
trabajo. 

Ha habido siempre, entre las iniciaciones de oficio, una especie de 
querella de precedencia entre los albañiles y los talladores de piedra 
y los carpinteros; y si se consideran las cosas no en el aspecto de la 
importancia actual de estas dos profesiones en la construcción de 
edificios, sino en el de su antigüedad respectiva, es bien cierto que 
los carpinteros pueden efectivamente reivindicar el primer rango. 

En efecto, las construcciones, de manera muy general, fueron de madera 
antes de ser de piedra y ello es lo que explica que, en la India 
especialmente, no se encuentra ninguna huella de las que remontan más 
allá de cierta época. 

Tales edificios eran evidentemente menos duraderos que los construidos 
en piedra; también el empleo de la madera corresponde, entre los 
pueblos sedentarios, a un estadio de menor fijeza que el de la piedra, 
o, si se quiere, a un menor grado de "solidificación", lo que está muy 
de acuerdo con el hecho de relacionarse con una etapa anterior en el 
curso del proceso cíclico 

Esta observación, por simple que pudiese parecer en sí misma, está muy 
lejos de carecer de importancia para la comprensión de ciertas 
particularidades del simbolismo tradicional: es así cómo, en los más 
antiguos textos de la India , todas las comparaciones referentes al 
simbolismo constructivo son siempre sacadas del carpintero, de sus 
útiles y de su trabajo; y Vishvakarma, el "Gran Arquitecto" mismo, es 
designado también con el nombre de Twashtri, que es literalmente el 
"Carpintero". Va de por sí que la función del arquitecto (Sthapati, 
que además es primitivamente el maestro carpintero) no es en nada 
modificada por ello, puesto que, salvo la adaptación exigida por la 
naturaleza de los materiales empleados, es siempre del mismo 
"arquetipo" o del mismo "modelo cósmico" del que hay que inspirarse, y 
ello ya se trate de la construcción de un templo o de una casa, de un 
carro o de un navío, (y, en estos últimos casos, el oficio de 
carpintero jamás ha perdido nada de su importancia primera, al menos 
hasta el empleo totalmente moderno de los metales, que representan el 
último grado de la "solidificación" 

Evidentemente también, que ciertas partes del edificio se realicen en 
madera o en piedra, ello no cambia nada, si no en su forma exterior, 
al menos en su significación simbólica; poco importa a este respecto, 
por ejemplo, que el "ojo" del domo, es decir, su abertura central, sea 
recubierto por una pieza de madera, o por una piedra trabajada de 
algún modo, constituyendo una y otra igualmente y en un sentido 
idéntico, la "coronación" del edificio, según lo que hemos expuesto en 
precedentes estudios; y con mayor razón ocurre lo mismo con las piezas 
del carpintero que han permanecido como tales una vez que la madera ha 
sido sustituida por la piedra en la mayor parte de la construcción, 
como las vigas que, partiendo de este "ojo" del domo, representan los 
rayos solares con todas sus correspondencias simbólicas 

Se puede pues decir que el oficio del carpintero y el del albañil, 
puesto que proceden en definitiva del mismo principio, proporcionan 
dos lenguajes parecidamente apropiados para la expresión de las mismas 
verdades de orden superior, la diferencia no es más que una simple 
cuestión de adaptación secundaria, como lo es siempre la traducción de 
una lengua a otra, pero, bien entendido, cuando se trata de cierto 
simbolismo determinado, como en el caso de los textos tradicionales de 
la India a los cuales hacíamos alusión anteriormente, hace falta, para 
comprender enteramente su sentido y su valor, saber de una manera 
precisa cual es, de los dos lenguajes, aquel más propiamente 
relacionado. 

A este respecto, señalaremos un punto que nos parece tener una 
importancia totalmente particular; se sabe que en griego, la palabra 
hylê significa primitivamente "madera", y que es al mismo tiempo la 
que sirve para designar el principio sustancial o la "materia prima" 
del Cosmos, y también por aplicación derivada de ésta, a toda "materia 
secunda", es decir, a todo lo que desempeña en un sentido relativo, en 
tal o cual caso, un papel análogo al del principio sustancial de toda 
manifestación 

Este simbolismo, según el cual aquello de lo cual está hecho el mundo 
es asimilado a la madera es además muy general en las más antiguas 
tradiciones, y, por lo que acabamos de decir, es fácil comprender su 
razón con relación al simbolismo constructivo: en efecto, desde el 
momento que de la "madera" se han sacado los elementos de la 
construcción cósmica, el "Gran Arquitecto" debe ser considerado antes 
que nada como un "maestro carpintero", como lo es efectivamente en 
semejante caso, y como es natural que lo sea allí donde los 
constructores humanos, cuyo arte, desde el punto de vista tradicional, 
es esencialmente una "imitación" del arte del "Gran Arquitecto", son 
ellos mismos carpinteros 

No carece de importancia tampoco, en lo que concierne más 
especialmente a la tradición cristiana, el resaltar, que puede 
fácilmente comprenderse así que el Cristo debía aparecer como el "hijo 
del carpintero"; los hechos históricos, como hemos dicho muy 
frecuentemente, no son en suma sino un reflejo de realidades de otro 
orden, y solamente ello les da todo el valor del que son susceptibles; 
también hay ahí un simbolismo mucho más profundo de lo que se piensa 
de ordinario (si es que la inmensa mayoría de los cristianos tiene 
aún, por vagamente que sea, la idea de que puede haber en ello un 
simbolismo cualquiera). 

Que además esa no sea más que una filiación aparente, eso mismo es 
exigido todavía por la coherencia del simbolismo, puesto que se trata 
de algo que no está en relación más que con el orden exterior de la 
manifestación, y no con el orden principal; es de la misma manera 
exactamente cómo, en la tradición hindú, Agni, en tanto que es el 
Avatara por excelencia, tiene también a Twashtri como padre adoptivo 
cuando toma nacimiento en el Cosmos; ¿y cómo podría ser de otra forma 
cuando este Cosmos mismo no es otra cosa, simbólicamente, que la obra 
misma del "maestro carpintero"? 

Durante la Edad Media se dedicaron toneladas de piedra para la 
construcción de catedrales, iglesias, monasterios, castillos. 
Sólo en Francia, entre 1050 y 1350 se edificaron ochenta catedrales y 
quinientas grandes iglesias, además de miles de iglesias 
parroquiales. 
Pero, ¿quiénes fueron los hombres que hicieron posible la realización 
de tan colosales obras? Mientras que el arquitecto disfrutaba de una 
situación social elevada, siendo considerado un individuo que ejercía 
un arte liberal más que un oficio básico, los masones disponían de una 
serie de ayudantes o servidores a quienes los documentos se suelen 
referir con el término latino famuli, al tiempo que en su trabajo 
contaban con el concurso de un gran número de técnicos pertenecientes 
a otras corporaciones de oficios: carpinteros, herreros, plomeros, 
vidrieros, pulidores y, sobre todo, peones y carreteros. 
Se enumera, a mediados del siglo XII, varias categorías de obreros. 
Considera que la arquitectura se divide en masonería cementaria -que 
concierne a los canteros o tailleurs de pierre (latomus, en latín) y a 
los albañiles o maçons (cementarios)- y en carpintería -que concierne 
a los carpinteros (carpentarios) y ebanistas o meusiers (tignarios)-. 
A comienzos del siglo XV los carpinteros tienden a formar una 
verdadera aristocracia dentro de los gremios, las corporaciones, 
guildas o cofradías del arte de la construcción. Se establecen, 
entonces, dos clases o categorías de obreros: el masón superior o 
carpintero, que es el que trabaja la madera, y el inferior o albañil, 
que no posee la misma formación y que está encargado principalmente de 
colocar piedras. Y dentro del masón superior o carpintero, se 
distingue entre el artista que trabaja la madera fina de adorno y el 
picapedrero, que trabaja la piedra dura de sillería. 
Entre los masones superiores o carpinteros medievales que trabajaban 
en una obra eran muy frecuentes las migraciones. Por ejemplo, para la 
construcción en Alemania del monasterio de Schildesche, en Westfalia, 
fundado en 940, se hacen venir de las Galias fabri murarii et 
cementarii, y a principios del siglo XI, se , hace construir la 
capilla de San Bartolomé per graecos operarios (trabajadores griegos). 
La movilidad que se constata entre los obreros de la madera nos 
recuerda que los carpinteros no sólo eran libres, sino que en muchos 
casos eran independientes, con lo que escapaban a la organización 
gremial de las ciudades que los empleaban. Esta independencia de los 
constructores de catedrales con una organización propia nos conduce a 
la institución de la logia, término que en principio designaba el 
recinto donde se reunían los masones que trabajaban en una obra



 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados