Conocer o Hacer Masonería. - Secreto Masonico

Cuando los buenos masones se ponen en camino para encontrar el Secreto Masónico, que es en sí, el mismo Secreto de la Creación del Universo, experimentan el deseo de compartir el camino con todos. Ahora bien: esta partida inicial no puede encontrarse en el conocer, porque las palabras confunden y ocultan la concordia secreta y autentica de la Masonería, que más que todo es acción y no palabras, y sucede, sobre todo, en la Masonería, que las teorías que son útiles al principio, luego de unos años estas cosas de la Masonería se convierten en inútiles, y es cuando unos masones, digamos que pocos se transforman y se convierten en verdaderos masones en el sentido de la palabra. Dejan a un lado grados, títulos, mandiles caros y todos esos inútiles títulos tan pomposos, y se convierten en verdaderos constructores útiles para la Humanidad. El masón o la francmasona que quiera, así, encontrar el Secreto Masónico, tendrá que recurrir, no como los demás al conocer, sino al Hacer, pero como el masón liberado, aunque en ocasiones parezca lo contrario, es un ser que ha salido del Huevo donde se incubaba, que logra comunicarse con hombres y mujeres vivientes, únicamente puede arrancar del hecho de experimentar en carne viva la Masonería más allá de las cuatro paredes de su Templo. Pero vivir la Masonería es Obrar, y obrar es acrecentarse vivo en sí mismo, Es decir, vivir masonería equivale a la tendencia a enriquecerse, pues dejaremos atrás ese mundo en el que todo simplemente sucede accidentalmente y accederán al mundo donde se provoca a que las cosas se hagan perfectamente.