Cada uno de nosotros lleva consigo un ángel y un demonio, una persona afable en la vida cotidiana y otra entidad oculta y tenebrosa que permanece agazapada, pero lista a emerger en cualquier momento, pero no por estar oculta, esta constantemente determinándonos. Este terrible territorio inexplorado para la mayoría de nosotros es conocido como la sombra psicológica. Ésta se desarrolla en nosotros por agregados psicológicos desde la infancia. La sombra opera como un sistema psíquico independiente y autónomo que perfila a lo que es el Yo y lo que no lo es; Tratando siempre de gobernarnos. Todas las pasiones rechazadas por el Ego y desterradas a la sombra alimentan un poder oculto del lado oscuro de nuestra naturaleza. La sombra es muy peligrosa e inquietante y parece huir de la luz de nuestra consciencia como si esta constituyera una amenaza para su existencia. Así, sólo podemos observar nuestra sombra indirectamente, a través de los rasgos y acciones que tanto criticamos de los demás. Pero nuestra sombra personal contiene un potencial sin manifestar, pues constituye una parte de nuestro Ser que nos complementa y que representa aquellas características que nuestra personalidad de todos los días no desea reconocer y que repudia y olvida. La sombra es como un caballo salvaje que una vez domado, nos serviríamos de su grandiosa fuerza, para trabajos propios mejoramiento personal. Cada vez que encendemos la televisión o leemos el diario matutino tropezamos cara a cara con los aspectos más tenebrosos de la naturaleza humana. El mundo de esta manera se ha convertido así en el escenario de la sombra en su aspecto colectivo. Aún así solamente nuestra sombra personal puede modificarse mediante la iniciación y el esfuerzo constante, pero la sombra colectiva también puede verse mejorada por el esfuerzo racional de unos cuantos iniciados masones y puede dejarnos con una sensación de total y absoluta satisfacción, pues la masonería ha servido de catalizador para el mejoramiento social de la sociedad humana, al introducir ideas libertarias y democráticas al mundo. Tanto la sombra colectiva como las ideas luminosas de la masonería pueden convertirse en fenómenos de masas y hacer o bien naciones enteras ya poseídas por las fuerzas indomables de la irracionalidad fanática o por otro lado impulsadas por ideales de virtud y progreso. Estas expresiones del bien en lucha contra el mal suelen desafiar nuestra comprensión. Es como si de pronto las fuerzas se alinearan y brotaran espontáneamente de la mente de un pequeño número de personas y decidieran el destino de millones de seres humanos, ya para el bien o para el mal. Este fenómeno suele personificarse en un determinado líder político o religioso: Napoleón, Jesucristo, Hitler, Benito Juárez, mahtma Gandhi, Mao Tse Tung. Etc. como ejemplos, estos lideres sobrellevan así las proyecciones colectivas de toda una época y una cultura.
Recibe su nombre del héroe mitológico, Hércules y es la quinta en tamaño de las 88 constelaciones modernas. También era una de las 48 constelaciones de Ptolomeo.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría (sophia) y de la ciencia (gnwsiV, gnosis) de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos, 11: 33).
Recibe su nombre del héroe mitológico, Hércules y es la quinta en tamaño de las 88 constelaciones modernas. También era una de las 48 constelaciones de Ptolomeo.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría (sophia) y de la ciencia (gnwsiV, gnosis) de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos, 11: 33).
Las escaleras de los Museos Vaticanos son una obra de arte más que añadir a la Capilla Sixtina, el Laocoonte o los Dalí y Miró que a menudo pasan desapercibidos, porque todo el mundo sigue las flechas hacia la gran obra pictórica de Miguel Ángel.
Escalera de Bramante del Vaticano
Esta increíble escalera que en un genial efecto óptico parece que no va a terminar nunca es obra de Donato d’Angelo Bramante, que ha pasado a la posteridad como Bramante. Vivió a caballo entre los siglos XV y XVI, y fue uno de los arquitectos italianos más reconocido, por ser el ideólogo de la Basílica de San Pedro.Bramante fue además quien introdujo el Renacimiento en Milán y realizó obras tan hipnóticas como esta escalera que emula las espirales del ADN. El efecto “infinito” lo consigue la doble hélice enrollada hacia la derecha. En realidad, cuando nos asomamos a la escalera, si nos fijamos, vemos que en realidad no es una sóla escalera, sino dos enroscadas. Una de ellas es para bajar y otra para subir.
La escalera se encuentra a la salida de los Museos Vaticanos, en realidad, es la última obra de arte que se contempla en las galería y el visitante se lleva de recuerdo esta espiral sin fin. Si la escalera está practicamente vacía, como en la foto, es más difícil de descubrirle el truco al artista, pero si circula gente, que es lo habitual, el secreto está en fijarnos en que una de las espirales está llena de personas – la de bajada – y otra casi vacía, – la de subida -, porque está cerrada al público.
Ungido, Michel de Notre-Dame o Miguel de Nostradamus fue un sujeto astuto, judío por trascendencia pero tornado católico por convicción quien era protegido por Catalina de Medici y otros poderosos de su tiempo y por ello mismo fue intocable, eso, tú lo sabes de sobra, solo te lo recuerdo, además, su cultura le daba pie a codearse por las cortes y doquier le diera su deseo, algunos sabían de sobra que el tipo era impenetrable y el ocultismo lo sabía manejar a la perfección, algo así como el pintor Miguel Ángel, quien a pesar que decoró la bóveda de la capilla sixtina con desnudos que podrían haberse interpretado como obsenos, por su cultura y de arquitecto, escultor y pintor, hasta el día de hoy se les llama obras de arte y lo son, pero los curas que presumen falsamente de recato lo permitieron, esa gente es sucia de mente y cuerpo.
Saludos...
Abajo, representaciones de la supuesta creación de Eva y así mismo la de Adán y más abajo, el Juicio final, todo eso es una falacia...