¿Quiénes somos realmente los Masones?
Los masones nunca nos referimos a nosotros mismos como tales: es así para que la palabra masón no se convierta en adjetivo, sino en sustantivo. A través de la historia, los masones hemos sido conocidos por tantos nombres: “Liberales, Independentistas, Revolucionarios” etc. Y tantos otros estilos propios que hasta parecería algo deliberado para confundir a los observadores externos. Hay numerosos nombres diferentes para los centros de estudio masónico: “Logia, Taller, Templo”, para sus reuniones: “Tenidas, Sesiones Trabajos” , nombres para sus dignidades y sus neófitos. Hay libros masónicos en prácticamente cualquier librería y centros comerciales, constantemente encontramos revistas en los puestos de periódicos hablando de masonería. Los libros masónicos que pueden tratar de política, esoterismo, historia, teología, o incluso sólo contienen vidas ejemplares de masones. ¿Cómo se conocen, entonces, los libros masónicos auténticos? Los masones simplemente lo sabemos: hay un vínculo especial que no necesita objeto externo. Así del mismo modo en la Internet, uno puede darse cuenta de cual comunicado es escrito por un masón y cual no lo es. Ahora, ¿Cómo un profano puede saber qué algo es legítimamente masónico en la Internet? Porque los masones siempre ponen suficientemente en contexto, referencias a otros masones ilustres, afirmaciones sobre experiencias propias de la masonería, etc. En cuanto a las excepciones. Por ejemplo existen vivencias muy propias de hacer masonería en Logia, o hacer masonería en la vida normal de todos los días, que sólo un masón con experiencia pude detectar, hay otros libros que sólo los masones perciben como masónicos, en contenido y significado, aunque estos no digan una sola palabra referente a la masonería.
El clásico ejemplo histórico sobre esto es cuando el gran Francis Bacon escribió “La Nueva Atlántida”. Una utopía, donde Bacon aspira a una reforma de la sociedad a través de la ciencia aplicada, para lo cual, será necesario, en primer lugar, iniciar una revisión de los objetivos y los métodos científicos.
La particularidad del humanismo de Bacon es que se trata de un humanismo técnico porque "la introducción de famosos descubrimientos ocupa, con mucho, el primer lugar entre las acciones humanas" y beneficia más que cualquier reforma social o política. Pero solo es posible dominar la naturaleza conociendo su estructura y sus leyes, la técnica no es posible sin un conocimiento previo de la realidad a través de la ciencia. De otra forma, los inventos no son más que casualidades. Así, los descubrimientos científicos y sus aplicaciones son más útiles en cuanto abren las puertas para nuevos hallazgos. Bacon se refiere a la importancia del método científico de descubrimiento, el cual desarrolla en su obra Novum Organum. Para todo esto Bacon idea una Sociedad idéntica a la Masonería la cual promueva los cambios necesarios. Bacon escribe este recomendado Libro 100 años antes de que existiera la Masonería Especulativa.
Francis Bacon, un hombre que jamás existió. Pero, en el libro “La Nueva Atlantis” nos da la clave que la Idea Masonería fue encontrada en algún lugar del antiguo Perú, pero hoy es inobjetable que Francis Bacon perdura aún a través de la “Sociedad Secreta de la Niebla” una sociedad masónica elitista de escritores.
Así que la entidad masónica no existe, como el tipo de institución que tenemos para explicar fácilmente las cosas, sino para hacernos investigar. No intenta competir con las sólidas estructuras de las mentes condicionadas de los profanos. No pretende afirmar que su literatura sea accesible e invariablemente verdadera desde el punto de vista profano. Es realmente independiente del estado de la cultura que la rodea, y no trata de contradecir a nadie en sus dogmas, solamente se limita a señalarlos. Los masones no vamos etiquetando las cosas como lo hacen los académicos modernos. La institución existe, pero su fuerza de unión, es el conocimiento secreto dentro de ella, que hace que exista mucho más perdurable que ladrillos y piedras, que teorías y otras superficialidades. Y al final, terminamos detestando lo que nosotros mismos los masones hemos creamos: detestamos a la ciencia moderna que creamos, detestamos las religiones que creamos, y a las Naciones que creamos. A la ciencia porque a través de ella ahora se destruye a la Naturaleza y al Ser Humano, a las Religiones porque dogmatizaron a los humanos, y a las Naciones porque elevaron luego líneas fronterizas que ahora las dividen, fronteras con centinelas fuertemente armados y listos a matar a quienes las crucen sin permiso. Siendo que el mundo fue hecho por Dios “El Gran Arquitecto del Universo” sin fronteras, y nosotros impulsamos el patriotismo y el nacionalismo exclusivista y no la Unión de todas las Naciones en un solo Pueblo. Pero aún es tiempo de cambiar las cosas.
Vicente Alcoseri
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