El tiempo masónico sagrado es intemporal
La iniciación masónica es, en realidad, una apertura, un comienzo; se trata de empezar a romper con el mundo profano, con el exterior, de cortar con lo que es y los que son de la ciencia inferior. El ritual es la apertura hacia el interior, hacia lo que por naturaleza debe estar cerrado a los no iniciados. El tiempo masónico sagrado es intemporal, es tan evidente para los iniciados francmasones, que, todas las liturgias masónicas aluden a evocar al Tiempo Sacralizado, el Maestro de la Logia desde su cátedra en el Oriente del Templo, en ocasión del rito de apertura, hace a sus dos vigilantes las siguientes preguntas: ¿A qué hora los albañiles de las Catedrales comienzan sus faenas? Alguien le contesta: Al primer canto del Gallo ¿Qué hora es esa? Otro contesta: Maestro de la Logia, Justo al Alba.
El iniciado en los Augustos Misterios de la Orden Masónica, el hombre o la mujer que ha experimentado la muerte simbólica y la resurrección o renacimiento a lo sagrado, vive así en dos especies de momentos, de la que la más importante, es sin duda el momento sagrado, se presenta bajo el aspecto paradójico, de un momento circular y eterno, recurrente y siempre recuperable, una especie de eterno presente, que se reintegra periódicamente por medio de los misterios. Es suficiente anunciar la Hora de comenzar los Trabajos para distinguir a la persona iniciada de la no iniciada: el iniciado rehúsa vivir únicamente en lo que en términos modernos se llama “Tiempo Terrestre” ese que se esfuma y se desvanece; se esfuerza por alcanzar un momento sagrado, ese que parece un instante perdurable que, en determinados aspectos, puede sentirse como eterno. Poco a poco el francmasón se va adueñando de ese tiempo increíble, donde las cosas no suceden sin control, ahí nosotros, hacemos que las cosas sucedan a voluntad. Por alguna razón muchos accidentalmente han experimentado ese instante extraordinario, donde todo parece tan vivido, tan maravilloso. Pero hay formas de evocarlo y de apoderarse de ese momento a voluntad. Para el iniciado masón, la duración temporal es susceptible de ser constantemente evocada y detenida por inserción, mediante los ritos masónicos.
En el Apocalipsis 10:6 dice:,y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el Secreto de Dios se consumará Ahí habla del fin del tiempo profano.