Simbolismo de las tres
luces del Ara
A cada uno de nosotros,
desde nuestro nacimiento se nos han dado tres luces para iluminarnos, las
cuales en Logia son simbolizadas, por las luces por las cuales el altar de la Logia
puede ser iluminado. Las luces que desde nuestro nacimiento son iluminan son el
"sol" que simboliza nuestra conciencia espiritual, las aspiraciones y
emociones superiores del alma; otra es la "luna" que señala nuestras
facultades de razonamiento o intelectuales, que (como la luna refleja la luz
del sol) deben reflejar la luz proveniente de la facultad espiritual superior y
transmitirla a nuestra conducta diaria; así, Dos son las fuentes de luz
natural, el Sol y el reflejo de este sobre la luna. Cuando el hombre encontró
el fuego, fruto del relámpago o quizás de la lava de algún volcán, encontró una
nueva herramienta, la antorcha, que le permitiría dar luz aun cuando la madre
naturaleza se la negaba, y esta es la tercera Luz.
Los Masones pedimos LUZ
para el recién iniciado, esta luz le hará ver el conocimiento, la verdad, nos
iluminará el camino que debemos de recorrer como masones y salir así de las
tinieblas. Este término de luz está mucho más extendido en nuestra cultura, ya
que con frecuencia usamos las expresiones “ver la luz”, “estar iluminado” todos
ellos en un contexto simbólico
Mientras que "el
Maestro de la Logia" es una frase simbólica que denota el poder de
voluntad del hombre, que debería permitirle ser dueño de su propia vida,
controlar sus propias emociones y acciones,
que deberá mantener bajo control de los impulsos de su naturaleza
inferior, incluso cuando el golpe del mallete del Maestro controla la Logia y llama al orden
y la obediencia a los Hermanos bajo su dirección. Con la ayuda de estas luces
menores dentro de nosotros, un hombre puede percibir lo que es, de nuevo
simbólicamente, llamada la "forma de la Logia", es decir, la forma en
que se ha compuesto y constituido su propia naturaleza humana, la longitud, la
amplitud , altura y profundidad de su propio ser.
Con su ayuda, también,
percibirá que él mismo, su cuerpo y su alma, son "la roca sólida",
sobre la cual debe construir el altar de su propia vida espiritual, un altar al
que no debe sufrir "herramienta de hierro". Ningún hábito degradante
de pensamiento o conducta, para profanar. Por ellos, también, percibirá cómo la
Sabiduría, la Fuerza y la Belleza han sido empleadas por el Creador, como
tres grandes pilares de apoyo, en la estructura de su propio organismo. Y al
final, él discernirá que hay una "escalera de caracol" mística, es
decir, que hay sólo un camino o método ascendente mediante el cual el masón
puede escalar hacia la Elevada Luz espiritual, Luz en la cual vivimos pero no
nos damos cuenta, luz en la que nos movemos y tenemos nuestro ser pero no nos
percatamos de ella , porque nuestros ojos están vendados, pero que mediante los
tres métodos principales, el más grande de todos, el que los comprende a todos
y nos acerca a la Luz, es el Amor, en pleno ejercicio de la virtud divina que
alcanza un Masón la cumbre de su profesión; esa cumbre es Dios mismo, cuyo
nombre es el Amor.
El simbolismo de La Luz
en Masonería, es identificada tradicionalmente con el espíritu o con la expresión
de la moralidad y de la sabiduría. El término “Gran Luz” en Masonería se
refiere al conocimiento iniciático esotérico que los masones pretendemos
alcanzar.
Alcoseri