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General: ¿Hay un tipo de Relación entre Magia Negra y Masonería?
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De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 15/08/2020 21:40

¿Hay un tipo de Relación entre Magia Negra y Masonería?
Toda forma de magia negra  obedece al idéntico principio de maldad , de negación de la Luz, es decir al triunfo de la Ignorancia , al éxito del Oscurantismo, a la victoria del Dogma; la magia negra sería egoísmo , la fuerza mental al servicio del líder maligno que oprime al pueblo y de la mala voluntad sobre las correctas acciones de los seres humanos. Por tanto todo tipo de mala  Brujería, de perversa Hechicería y de Magia Negra sería contraria la Masonería, Institución – Escuela que se dedica a hacer el Bien a la Humanidad. Existe en la Masonería un apartado que se dedica para incrementar el poder mental de sus adeptos, pero esto , obedece a principios de generosidad , beneficencia a la Humanidad, Filantropía y Altruismo.
La Magia negra es Ignorancia , malas políticas, que sólo bordea las orillas de lo físico y del Bajo Astral ; la magia del Mago Negro es de aquel que no sabe bien lo que hace con su poder mental, se origina en el plano mental plantado en lo incorrecto y actúa no con pleno conocimiento de causa , persiguiendo unos fines dudosos , siendo peligrosos no solamente para la seguridad física , emocional y mental de determinado grupo de individuos, sino que se enfrentan disididos al mal de la humanidad y utilizando técnicas de manipulación de masas, todo contra el plan mismo del Creador , El Gran Arquitecto del Universo, en contra del proceso de evolución humano y muy definitivamente contra todos aquellos que de una u otra manera han decidido colaborar con el desarrollo de esta Divino Plan.
Las personas que por su ignorancia más qu3e por otra causa hacen el mal a los demás , atacan, y  sólo pueden dañar el aspecto inferior de aquellos contra los cuales sienten alguna forma de animosidad o antipatía. Utilizan a este fin técnicas , entéricamente relacionadas con los aspectos que son el centro y blando des sus malas intenciones. Esta actividad perversa se transmite por simpatía de vibración en aspectos definidos del mal sobre quienes fueron propietarios o utilizaron de tales cosas y se establece así una corriente de ininterrumpida de mal que va desde quien lo practica a la cosas u objeto de referencia y de ah sujeto a quien pretende perjudicar, se crea una corriente magnética que a no ser debidamente atraída  por destrucción de tales elementos físicos de referencia , llega a destruir progresivamente y simpáticamente la Red Etérico protectora de determinadas personas , así hasta provocar la muerte física de la persona señalada, o provocar tensiones negativas de orden moral o emocional que pueden derribar asimismo hacia la obsesión y la locura.
Ahora bien, los “Magos Negros” aparecen como lobos pero con piel de cordero , los hay en la religión , la política y las ciencias; pero siempre es la mentira la que los moviliza, la idiotez , el dogma , la política en contra del pueblo , la ganancia física , toman energía de las masas humanas, generalmente dóciles y fáciles de engañar, los hay estos magos negros en las Universidades adoctrinando jóvenes, los hay en las religiones moldeando jóvenes, los hay en la política envolviendo a ingenuos. Una de las razones más importantes desde el ángulo  de estas consideraciones  es   que los “Magos Negros” propiamente señalados están organizados , contra La Masonería, pues ven en la Masonería una fuerza que se les opone , en política al menos en México los masones tienen que ocultar su pretendía a la Orden Masónica , para no ser agredidos , lo mismo en las Universidades Públicas y Privadas , pues les costaría su prestigio e incluso su permanencia en su  trabajo, y que no se diga de los religiosos masones sacerdotes católicos ellos deben de ocultarlo aún más. Sabemos de organizaciones políticas , religiosas y académicas incluso sabemos que siguen un idéntico o muy parecido sistema de entrenamiento masónico  e incluso un  proceso de iniciaciones en sus congregaciones religiosas, académicas o políticas.
Al estar sujetos estos Magos Negros en sus distintas gradaciones a este sistema de entrenamiento académico que involucra el conocimiento del método científico , que involucra el combinarlo con el poder mental, apoyado en la empírica del conocimiento humano psicológico , saben manipular a las masas con símbolos , palabras repetitivas como si fueran mantras como Slogans , saben gracias a la Ciencia Moderna de cómo manipular al ser humano mediante la psicología moderna , saben bien manipular sus reacciones y mover a las personas como si fueran borregos dóciles en camino al matadero. Estos pervertidos  psíquicos magos negros , aparecen en la Televisión , en la Radio en la Prensa , en la Política , pretenden controlar las Logias Masónicas pero sin éxito ; pues sabemos sus técnicas y pronto los expulsamos de logias , ellos los magos negros se valen de la Sombra de la Mente en colectivo , saben su miedos , se alimentan, viven, y se desarrollan en el seno profundo de lo que podríamos llamar el subconsciente humano o el inconsciente colectivo, el alcance de este poder es enorme y su radio de accione se extiende  y alcanza a manipular a las personas más noveles e inteligentes, alimentándose de ellos. Afortunadamente para las personas bondadosas y para la humanidad entera el poder de los Magos Negros termina en la frontera de la Realidad , sus promesas nunca se concretan , la verdad los termina venciendo, en la Verdad es donde está el Reino de los Masones , los Masones con su fecunda actividad fraternal son los hermanos buenos de la Humanidad, siempre en lucha contra los pervertidos políticos, contra de los malévolos religiosos , y contra de los perversos académicos, es la Masonería la que congrega a las Huestes de Luz al seno de las Logias.
Hay que reconocer , no obstante , que hasta que los masones aprendices, no estén debidamente consolidados , la actividad de los magos negros puede hacer mella sobre ellos , que todos sabemos incluso esos magos negros de la ignorancia  rondan las logias masónicas, si todos sabemos que un masón incluso maestro pero con una mala formación masónica puede convertirlos en centro de sus terribles y maléficos ataques para apoderarse de sus mentes. Por lo expresado en Masonería debemos reforzar la instrucción masónica, para que los masones más débiles , no sean presa de los magos negros manipuladores de mentes , ya desde fuera de Logias como desde dentro de Logias.
Muchos afirman que cosas como esta Pandemia por Coronavirus Covid19 es algo planeado por mentes de lo más perversas , creadas por verdaderos “Magos Negros” ya políticos o incluso seres Inter-dimensionales , seres espirituales que mueven los hilos tras bambalinas , ¿Pero qué tanto hay de real en todo esto? Se preguntarán.
La creencia en conspiraciones urdidas por sociedades secretas o por discretos grupos de poder, que actuarían como tentáculos de un gobierno invisible para dominar el mundo, es un tema muy extendido, que se adapta a las circunstancias de cada época e ideología. La tesis fundamental de dicho mito es que la historia académica sólo sería una mera apariencia tras la cuál se ocultaría la verdadera criptohistoria. Los protagonistas visibles- de aquélla serían simples marionetas movidas desde las sombras, para la realización de un proyecto oculto, por los grandes manipuladores, llámense éstos masones, iluminados, sionismo, jesuítas, sinarcas, financieros internacionales, servicios de inteligencia, Trilateral, demonios  o extraterrestres. Semejante idea ha gozado de enorme popularidad durante los dos últimos siglos, ejerciendo una fascinación que —atizada por best-sellers como El retorno de los brujos— sigue pujando en nuestro días. Vemos así que el tema de la conjura oculta es —en opinión de los sociólogos— uno de los grandes rumores que ha soportado el paso del tiempo y que por lo mismo se ha convertido en un tema literario y cinematográfico recurrente. Así lo demuestra el plan para controlar el mundo mediante el manejo de las corrientes telúricas que —tramado por los templarios— recorre las entrañas de la historia en El péndulo de Foucault. También la temible organización Spectra a la que —en varias de sus aventuras— James Bond intenta impedir que se haga con el dominio del planeta. O Los 13, que ejercen su poder desde la penumbra de Norteamérica y que tientan a Richard Channing en la serie televisiva Falcon Crest. Hay algo de cierto detrás de esta creencia? ¿O se trata de una monumental paranoia que pretende contemplar el devenir humano como el resultado de una maquinación diabólica? Si diversos temas de actualidad, como las confusas tramas que subyacen tras los atentados contra los Kennedy o contra Juan Pablo II, el escándalo de la logia P-2, las turbias redes que mueven el terrorismo o el tráfico de drogas, alimentan esta creencia, no faltan opiniones de prominentes personajes históricos que la apoyan. Balzac, iniciado en el Martinis-mo, advierte que «hay dos historias: la oficial, mentirosa; después, la historia secreta, donde están las verdaderas causas de los acontecimientos, la historia vergonzosa». Y el estadista Victoriano Disraeli, cuyo nombre aparece en las listas de conspiradores, escribió que «el mundo es gobernado por personajes muy diferentes de lo que imaginan aquellos cuyo ojo no se sumerge entre los bastidores». La idea de los conspiradores trae asociada la de las sociedades secretas, denominación bajo la cual se incluyen los grupos más diversos, desde aquéllos organizados por charlatanes o visionarios hasta algunos que han tenido cierto peso político o histórico. Aunque todos tengan en común reuniones exclusivamente reservadas a sus miembros, la preservación del secreto de sus ceremonias y discusiones, y la organización en estructuras jerarquizadas, sus fines y contenido pueden ser de lo más diverso. En 1946, el notable psicofisiólogo Raoul Husson —alias Geoffroy de Charnay — ordenaba las sociedades secretas que juegan un papel histórico determinante en una pirámide con tres niveles. En el primero están las sociedades inferiores, cuyos militantes creen sinceramente en sus ideales y que compara con viveros, donde los escalones superiores reclutan a los peces gordos que son útiles á sus fines. Vienen luego las sociedades de cuadros o intermediarias, menos numerosas y de reclutamiento muy selectivo. Algunos de sus anónimos miembros participarían activamente en la política y la economía nacional o internacional, siguiendo las consignas de sus superiores con una actitud mental más allá del bien y el mal. En la cima, las sociedades secretas superiores, que mantendrían su identidad celosamente oculta y moverían los hilos del mundo desde elevadas posiciones sociales o desde ascéticos retiros, impulsados por la voluntad de poder o por la fe en una misión trascendente. Todo esto puede parecer un cúmulo de divagaciones desprovistas de cualquier fundamento histórico. ¡La mejor treta del diablo es hacer creer que no existe!, replicarán los conspiranoicos (nombre derivado de paranoia y conspiración), esas personas obsesionadas por tales macroconspiraciones. Ciertamente, una sociedad secreta digna de ese nombre debería escapar a las investigaciones de los historiadores — éstos se refieren sólo a los documentos escritos—, que en este caso deberían ser inexistentes o inasequibles. Por ello, el estudio de tales sociedades sólo puede basarse en los vestigios que flotan en la superficie de la historia. En cualquier caso, el análisis de una conspiración que no existiese más que en la imaginación colectiva resulta tan interesante como el de la que corresponde a una realidad efectiva; ciertos comportamientos intelectuales o sociales de importancia histórica fueron orientados por la creencia en la misma; el de la confabulación judeomasónica, tan cara a Franco, Hitler o Mussolini, es el ejemplo más conocido. Aunque desde la Antigüedad se habla de conspiraciones, el mito de la Conjura que se propone subvertir el orden establecido y gobernar el mundo es relativamente reciente. Surge como una reacción comprensible ante la Revolución Francesa. En toda Europa, los conservadores se preguntan cómo los tranquilos habitantes de un país refinado han sido arrastrados a la barbarie. Sospechan que la mano invisible de las sociedades secretas, tan en boga durante todo el siglo XVII, ha orquestado el caos; concretamente la de los templarios e iluminados. Para entender el origen de tal sospecha hay que retroceder hasta 1314, año en que la llamada Orden del Temple es suprimida, sus bienes confiscados y quemados su gran maestre Jacques de Molay y su preceptor en Normandia, Geoffroy de Charnay; y ello tras un proceso más que irregular, promovido por Felipe IV el Hermoso, con la complicidad de Clemente V y fundado en burdas acusaciones. Se asegura que, mientras ardía, Molay emplazaba al rey francés y al Papa ante el tribunal de Dios, en el plazo de un año. Un mes después, el pontífice fallecía en medio de atroces dolores intestinales, y a los ocho moría el monarca, víctima de un accidente de caza. Como en la época los templarios no tenían aún fama de magos, y cuatro de sus principales acusadores tuvieron una muerte violenta o misteriosa, no faltó quien supuso que algunos templarios se habían encargado de que la venganza se cumpliese. Lo cierto es que 14 años más tarde la dinastía de este rey se extinguía tras la muerte de sus tres hijos. Luego, su nieto - convertido en monarca de Inglaterra- desataba una devastadora guerra contra Francia, y la esterilidad se cebó en la estirpe de su hermano (los Valois) y de su tío (los Borbones de Francia). Sólo quedó Luis XVII, el 22 sucesor de Felipe IV, quien -antes de ser guillotinado- pasó su última noche en la Torre del Temple, donde fue torturado Molay, 22 gran maestre templario. ¿Logró sobrevivir su hijo? ¿Es él o es otro -un Borbón, un D'Anjou o un Habsburgo— el Gran Monarca que anuncian desde la Edad Media cientos de profecías como futuro Emperador de Europa?... Pero ése es otro mito fascinante que requiere tratamiento aparte..., aunque esté íntimamente ligado a nuestro tema: en torno a él conspiran sociedades secretas como el moderno Priorato de Sión. En el Renacimiento -cuando C. Agripa, ocultista y cronista del emperador Carlos V, pone a templarios y brujas como ejemplos de herejes- se inicia la mala fama de quienes serán considerados pioneros de la Conspiración. Se les supone a los templarios inconfesables secretos; fueron los primeros banqueros de Europa e intentaron unir los reinos del continente en una suerte de federación. De poco valdrá que conocidos cazadores de brujas como Bodin o el jesuíta Del Río les pongan como ejemplo de minorías perseguidas y calumniadas por príncipes ambiciosos. Veamos entretanto si sobrevivió la Orden del Temple de manera velada, ya que una organización esotérica sólo se considera viva si ha habido una transmisión ininterrumpida de su iniciación y secretos de generación en generación. En España los templarios se convirtieron en la Orden de Montesa, en Portugal se transformaban en la Orden de Cristo, y en Alemania son acogidos en la Orden Teutónica y entre los caballeros de Livonia. Se asegura que en Francia algunos caballeros perpetuaron su tradición en núcleos clandestinos. Mientras, para los escoceses se crea la Orden de San Andrés del Cardo, estrechamente ligada a los Estuardos y con cuyos caballeros Jacobo VI crea la Rosa- Cruz Real, que se transformará en el Colegio Invisible. Este reúne a algunos grandes sabios ingleses, como Boyle, con el propósito de promover la ciencia. Y se hacen eco del manifiesto rosacruz Fama de 1614, que habla de una sociedad secreta de sabios que pretenden renovar la especie humana por medio de la ciencia. Colaboran así con el plan de la Creación, en el que ven - como los alquimistas y sucesivas órdenes esotéricas-una evolución al final de la cual el alma habrá alcanzado la perfección y se reintegrará al seno de la Divinidad. En 1660, el Colegio se convertirá en la Real Sociedad de Ciencias británica. Durante 28 años aparecerá íntimamente ligada a los rosa-cruces y a la masonería jacobita, lo que -sumado a sus influencias sobre Newton y Descartes- nos harían ver que el racionalismo y la ciencia moderna tienen raíces ocultistas y han desarrollado en los siglos sucesivos el programa trazado por la Fama. Un notable rosacruz, tras hablar de la Society como heredera de los trabajos realizados años antes por él y sus colegas, advierte a los miembros de dicha institución que, si no se trazan metas que trasciendan el cultivo de las ciencias naturales por sí mismas, su obra puede producir «una Babilonia construida no hacia el cielo, sino hacia la tierra». Se trata de Comenius, en quien los conspiía-noicos ven un profeta de la actual conjura mundialista y a quien la UNESCO'recono-cerá como pionero de esta institución y genial anticipador de la más moderna pedagogía. Basándose en las utopías heme- tistas de los ocultistas-políticos Francis Bacon y Campanella, y obsesionado por la creción de una Pansofía o doctrina universal - proyecto que será realizado por los Enciclopedistas, quienes se alinean con él en la trama conspiradora- propone: un plan de reforma universal, el estudio de los problemas sociales y de sus remedios, la reforma metodológica de filosofía, política y religión, y la creación de un parlamento mundial. Bajo la dirección de una élite de sabios o Superiores Desconocidos, encargados de eliminar lo que de ignorancia, ateísmo, epicureismo e impiedad quede en el espíritu humano, sugiere la creación de tres cuerpos de dirigentes internacionales: un Consejo de la Luz, responsabilizado de unificar el saber y universalizar su propagación; un Consistorio o tribunal eclesiástico encargado de reconciliar las diversas corrientes religiosas y de que toda la Tierra esté consagrada a Dios; así como también una Corte de Justicia que arbitre en los conflictos políticos, intentando que las lanzas se transformen en arados. Puede que alguno de quienes convierten a Comenius en el capo de un monipodio satánico haya estudiado su obra. Sin embargo, la actitud ultraconservadora de muchos conspira-noicos - los otros suelen ser de ideología ultralibertaria- les hace ver al Maligno detrás de cada propuesta reformista y/o centralizadora. A comienzos del siglo XVIII, cuando las órdenes esotéricas se ponen de moda, alentadas por el anhelo de las antiguas ideas holísticas y herméticas que se oponían al mecanismo racionalista del Siglo de las Luces, la nostalgia literaria y el interés de los burgueses por los rangos nobiliarios caballerescos, fomentado por el interés de los gobiernos en vender títulos, se extiende activamente la Masonería. En sus diversas logias conviven racionalismo y misterio, la teórica igualdad entre los hermanos y la jerarquía de los diversos grados masónicos; también los verdaderos idealistas que se creen transmisores de una tradición y una pandilla de charlatanes que utilizan la jerga espiritual en busca de dinero y de poder. En 1717 y por primera vez, cuatro logias se organizan bajo la autoridad única de la Logia de Londres, introduciendo un nuevo rito que -según el gran-maestre Ambe- lain- tendrá un carácter luciferino y empujará a la masonería por el camino de la política, desviándola de su naturaleza espiritualista. No tardan en establecerse en París, donde está de moda todo lo inglés, siendo pronto perseguidos por el rey y condenados por el papado. Su principal propulsor es el escocés Ramsay, secretario de Fé-nelon y preceptor en la Casa de Boullon, vieja familia ligada a la presunta existencia de una masonería caballeresca y espiritualista que habría agrupado a notables personalidades y numerosas logias militares. Concibe al masón como un ciudadano del planeta y asegura que «el mundo entero no es más que una gran república de la que cada nación es una familia y cada individuo un niño». Recomienda «el amor a la humanidad en general» y exhorta a los masones a «unirse para suministrar los materiales de un diccionario universal», idea que se plasmará en la Enciclopedia, diez de cuyos 150 redactores fueron masones, incluidos Voltaire y Montesquieu. Al dirigirse a los aristócratas encumbrados, Ramsay sitúa el origen de los masones en las Cruzadas -linaje más digno que el de humildes canteros que les atribuyen los historiadores- y asegura que su transmisión iniciática sólo se ha perpetuado en Escocia. Si no habla abiertamente de los templarios es tal vez porque desea la aprobación del rey francés. De hecho, el Estuardo James II de Inglaterra -de cuyo hijo fue preceptor Ramsay-había creado en 1688 una logia masónica de la Orden de los Maestros de San Andrés, continuando la filiación templaría antes mencionada. Uno de sus caballeros iniciará al fundador de la Estricta Observancia Templaría, que controla durante un tiempo todo el aparato de la masonería alemana, reclutando una docena de príncipes y personalidades como Goethe o Mo- zart, y colocando en la cima de su organización una autoridad secreta a la que se exigía obediencia incondicional: los Superiores Desconocidos (¡recordemos a Co-menius!). A ellos se dedica inútilmente a buscar en Italia el duque de Brunswick, quien luego se introduce en otra organización que figura a la cabeza del ranking conspiranoico: los Iluminados de Baviera. Fundada por el catedrático A. Weishaupt, precursor de los anarquistas y de los socialistas utópicos. A él se atribuye el propósito de destruir las monarquías europeas y la Iglesia, si bien su proyecto declarado es copar el poder en todos los reinos, mediante una legión de conspiradores que gobernarían desde la sombra, siguiendo «por el bien de la humanidad» un plan preciso de dominio universal que será el tema de denuncia permanente de los conspiranoicos. Copian las constituciones de los jesuítas. Se introducen en la masonería para captar adeptos y deben su rápida expansión -que les permite en cinco años convertirse en los dueños ocultos de Baviera y estados vecinos- al talento organizador del barón Knigge. Weishaupt rompe finalmente con él, provocando esto y ias múltiples denuncias de los masones -beneficiarios del orden establecido- el fracaso de la conjura. Cuando se ordena la disolución de la Orden, aquél huye, prevenido por la policía. Se asegura, sin embargo, que la organización siguió conspirando en la clandestinidad, siendo introducida en Francia por Mirabeau y reclutando a varios de los líderes revolucionarios. Es en Alemania donde aparece la idea de que los templarios-masones pretenden vengar a su gran-maestre Jacques de Molay. La idea será retomada hacia 1797 por el jesuíta Barruel, John Robinson y Cadet- Gassicourt. Estos, con una abrumadora documentación engarzada de forma absurda que engatusó a miles de europeos y americanos, intentan demostrar en sendos libros cómo la Revolución Francesa ha sido urdida por un cónclave secreto de gobernantes invisibles masones e iluminados con este propósito y el de provocar un completo cambio de las estructuras sociales, políticas e ideológicas de toda Europa. Culmina así una maquinación histórica para subvertir los cimientos de la civilización cristiana, en la que participarían desde los gnósticos y otros herejes medievales, a los asesinos musulmanes seguidores del Viejo de la Montaña, los templarios y sus continuadores, los alquimistas, Cromwell y toda una serie de revolucionarios y ocultistas que culminaba con los jacobinos. ¿Había algo de cierto tras la idea de las sociedades secretas como motores de la revolución? Los partidarios modernos de la teoría conspirativa aseguran que el clima prerrevoluciona-rio fue producto de las conspiraciones urdidas por tres fuerzas ocultas estrechamente relacionadas: las altas finanzas internacionales, las maquinaciones de los gobernantes enemigos y la masonería, que aportó su ideología democrática y a la que pertenecía Necker, responsable de la bancarrota económica del reino. Aseguran que en la preparación del estallido tuvieron un papel ocultistas famosos que pululaban por la corte francesa: el aventurero Casanova, el marqués de Sade, el alquimista y agente secreto conde de Saint-Germain y el polémico Cagliostro, fundador de una masonería egipcia. Se dice que cuando este último -a quien se atribuye haber predicho la fecha y circunstancias de la Revolución- fue detenido e interrogado por la Inquisición, confesó haber encontrado cerca de Frankfurt a dos jefes secretos de los Iluminados. Al parecer éstos le hicieron formular, bajo el lema «Nosotros, grandes maestres de los templarios», un juramento, comprometiéndose -junto a otras once personas- en la venganza del Temple y la supresión violenta de todos los déspotas. El plan preveía la supresión de la monarquía francesa y el posterior ataque a los estados italianos, hasta destruir el poder del Papado. Para su realización, habrían reunido enormes fondos clandestinos y contarían con una tupida red de espías en todas las cortes europeas. Aseguran que el complot se tramó en la Sociedad de la Armonía, fundada por el masón Mesmer. Con el pretexto de estudiar el magnetismo animal, se reunían allí para sentar las bases de una monarquía liberal conspiradores masónicos como La Fayette y el duque de Orleáns, que había fundado el Gran Oriente de Francia -de tendencia racionalista- y provocando una escisión en la esoterista Gran Logia francesa. El duque, primo del rey a quien aspiraba a sustituir, se convertiría en el cabecilla de la intriga, invirtiendo su inmensa fortuna en financiar cuidadosamente la preparación de la revuelta. Las 69 logias militares se habrían encargado de que el Ejército no impidiese la misma. Los conspíranosos afirman que algunos revolucionarios, pertenecientes a sociedades secretas en las que hacían un juramento de vengar a Molay, se encargaron de llevar a cabo cuidadosamente este crimen ritual. Es posible que así fuera, pero también que lo hiciesen fascinados por la leyenda templaría y no como parte de un plan histórico. Como también es probable que grupos o personajes como el ambicioso D'Orleáns utilizasen el mito de la venganza con fines políticos favorables a la revolución. Con la intención de eliminar al rey, el duque empleó los servicios mágicos del judío y maestro en ocultismo hebreo de masones ilustres, Falk Schek, quien ya había ayudado en operaciones alquímicas a Richelieu. Si bien es cierto que masones fueron algunos de los más notables líderes revolucionarios, como Marat, Danton, Robespierre, Mirabeau, Talleyrand o La Fayette, y que cuando se constituyeron los Estados Generales eran masones 477 de los 578 representantes del pueblo, así como 90 diputados del pueblo, la historiología moderna asegura que la masonería no fue más que un vehículo de las ideas liberales que promovieron la revolución. Y afirma también que los masones que participaron en ella lo hicieron sin seguir plan alguno de sus logias. Durante ésta, muchos masones influyentes -incluidos algunos conspiradores- fueron encarcelados o ejecutados; la masonería, acusada de abrigar a los contrarrevolucionarios y prohibida, como ocurrirá en casi todos los regímenes totalitarios. Tras su llegada al poder, Napoleón, admirador de los templarios y presunto iniciado en varias órdenes secretas, convierte a numerosos masones en sus principales colaboradores e impone como gran maestre a su hermano. Las logias militares expanden por Europa los ideales masónicos-republicanos, pero tendrán que batirse reiteradamente con otros masones, corno lo fueron numerosos militares británicos y los destacados uniformados hispanos de los años 30. No obstante, su pretensión de instaurar un Imperio Universal provoca su caída, a la que no son ajenas sociedades secretas como la del León, los Filadelfos, los Hermanos Negros, laTugendbund y los Carbonarios, quienes habían acogido a parte de la oposición masónica. Estos últimos, por presunta influencia de los Iluminados, se transforman en una organización de conspiradores políticos, que promueven numerosas agitaciones en Francia y España. Preparan la unificación de Italia, en la que jugarán un papel preponderante masones como Ga-ribaldi, Cavoury Mazzini, fundador de la logia P-1 y del movimiento Joven Italia. Curiosamente entre las doctrinas de éstos y las de Mao Tsé-Tung, cuya revolución también se supone impulsada por las sociedades secretas chinas, hay bastantes paralelismos. Uno de sus dirigentes principales, el masón y profundo creyente religioso Buonarotti -al que Bakunin llamará «el más grande conspirador del siglo» y en quien los conspiranoides ven un iluminis-ta- fue el animador de diversas sociedades secretas políticas. A través de ella Buonarotti intentó llevar adelante la Conspiración de los Iguales, con el propósito principal de lograr el igualitarismo social. El es quien sugiere a Babeuf crear la filo-comunista Soc/edadcte/Panfeóny organizar un comité insurrector en la Francia de 1796, por lo que son detenidos y condenados. Con la llegada de Napoleón al poder, la suerte de Buonarotti mejora. Retoma contacto con diversas sociedades secretas y podemos encontrar su influencia tras todas las conspiraciones de la época. Crea la Sociedad de los Sublimes Maestros Perfectos como eje de las mismas. Sus planes son descubiertos accidentalmente por la policía austríaca, que propone a sus colegas de toda Europa formar un frente común contra un presunto complot internacional que coordina los movimientos revolucionarios de los diversos estados europeos. Cabe preguntarse si Buonarotti no programó esta jugada con el propósito de desviar la atención de las autoridades y asegurarse así la inmunidad con respecto a sus verdaderos planes... Los acusadores recordarán que masones fueron Proudhon, Blanc, Elie, Elisée, Reclus, Raspail, Blanqui y Bakunin, famosos socialistas o anarquistas, así como numerosos revolucionarios de 1849 y defensores de la Comuna. También que -amén de la italiana- la revolución americana fue obra de masones, entre los que se contaron en la práctica la totalidad de los grandes libertadores de América Latina, como José de San Martín, Bolívar o Sucre. Es más, aseguran que los Iluminados habrían sobrevivido en Alemania bajo los nombres de Unión Germana, Liga de la Virtud (Tu- gendbund) y de Liga de los Hombres Justos, variando su denominación según los países. Esta última cambia en 1848 su nombre por el de Liga Comunista, a la que perteneció Marx. Para los conspiranoides, el Manifiesto Comunista es una simple adaptación de los principios y proyectos trazados 70 años antes por Weishaupt. Y la Sociedad Universal de los Comunistas Revolucionarios, compuesta exclusivamente por dirigentes de las diversas sociedades revolucionarias de la época, constituye así un «círculo interno» de la subversión según el modelo de los Iluminados. Si bien es cierto que a mediados del siglo XIX el mito templario formó parte del sueño socialista radical, a fines de ese siglo pasa a ocupar un lugar político en la derecha, dando lugar a la Sinarquia, un proyecto utópico de gobierno mundial teocrático dirigido por sabios e ideado por el marqués Saint-Yves d'Alveydre. El marqués fue considerado un mitómano, pero no hay que olvidar que hace ya cien años previo que en el curso de nuestro siglo se produciría un despertar inesperado de los pueblos colonizados de Asia, auxiliados por los rusos. A su vez fue uno de los primeros ocultistas en hablar de la existencia, en algún rincón asiático, de una autoridad espiritual a la que están sometidos todos los poderes temporales de la Tierra: el Rey del Mundo y sus mahatmas. La Sinarquia es una forma de gobierno en la que las tres funciones esenciales de cualquier sociedad (justicia, economía y enseñanza) estén representadas armoniosa- mente a través de tres cámaras sociales, a las que corresponden tres cuerpos políticos encargados de promulgar y aplicar las leyes preparadas por aquéllas. Esta idea inspiró el Movimiento Sinárquico del Imperio, conspiración anticomunista de tecnócratas supuestamente gestada por la Orden Martinista, de cuya existencia comenzó a hablarse durante el régimen de Vichy. Luego se convertiría en la sospecha de un poder que subyace tras los diversos cambios de gobierno, no tardando en sumarse - según los conspiranoides-al vasto complot mundialista. Al comienzo de la III República, aprovechando las mixtificaciones antimasónicas de Leo Taxil y otros autores que llegaron a asegurar que la Torre Eiffel era un monumento satánico levantado para desafiar al Sagrado-Corazón parisino, clericales y defensores del orden moral atacan ferozmente a los masones. Los acusan de los más terribles crímenes, lo que provoca entre los racionalistas del Gran Oriente una reacción de anticlericalismo y ateísmo militante. Durante la ocupación nazi, al igual que al término de la Guerra Civil española y en la Alemania del III Reich, los masones fueron perseguidos, deportados e incluso ejecutados.
Alcoseri




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De: Alcoseri Enviado: 15/08/2020 21:41

¿Hay un tipo de Relación entre Magia Negra y Masonería?


Alcoseri

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