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General: ¿Qué poderoso secreto se oculta tras la Iniciación?
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 28/08/2020 23:28

¿Qué poderoso secreto se oculta tras la Iniciación Masónica? #1


Alcoseri

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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Alcoseri Enviado: 28/08/2020 23:30
¿Qué gran poder se esconde detrás del Mito de Hiram? Parte #3

Ya durante 2 capítulos anteriores, hemos ustedes junto conmigo estudiando “¿Qué poder se esconde tras del mito de Hiram Abiff maestre durante la construcción del Templo de Jerusalén?” está siendo una pregunta general no debería llevar el signo de interrogación, según las reglas ortográficas de la lengua castellana, a este yo le he colocado el signo de interrogación, para hacerlo más directo a la psique colectiva  en particular, pero reiterando la pregunta “Qué poder se esconde tras el masónico mito de Hiram”.

En realidad se trata de un poderoso psicodrama, alrededor de una conspiración , en donde se supondría el mismísimo  Dios de Israel socorrería  al capataz maestre de obras que edificaba el templo donde el residiría en el Sanctasanctórum, cuando este maestre arquitecto era su vida puesta en peligro al ser atacado por 3 malvados albañiles que pretendían arrancarle de sus labios una palabra mágica , una palabra con gran poder.   En cambio Jehová de forma deísta simplemente observa la escena desde las alturas. Alguna vez leí que todo templo necesita de una o más víctimas para consagrarse , seguro Hiram Abiff fue la víctima propiciatoria para tal propósito.  O seguro esto va más allá , y el Dios de Israel no quería residir en el Sanctasanctórum del Templo del Rey Salomón, o mejor dicho no quería ser obligado a residir dentro de ese recinto , sí , me da la impresión que como a ese genio o jinn de Aladino y la lámpara maravillosa, Jehová no quería ser atrapado dentro de ese oscuro recinto y ser obligado por el Rey Salomón a cumplir sus caprichos, sin Hiram Abiff , las pretensiones del Rey Salomón no se cumplirían , pues solamente Hiram el maestre de Obras del Templo sería capaz de completar la trama que atraparía a Dios dentro de ese lugar.   

A mí me enseñaron de niño en la escuela esotérica donde me prepararon para esto , de que Dios mora en nuestros corazones , más específicamente en el ventrículo izquierdo del corazón , se que últimamente la ciencia médica ha encontrado justo ahí unas neuronas, si entre 40 mil y 100 mil neuronas , que son más complejas que las que se encuentran en el cerebro humano.  Seguro todo esto de Hiram , el templo de Salomón , y que Dios moraría en el sanctasanctórum del templo es una alegoría a intentar o darte cuenta de que Dios mora ahí, en nuestro interior.

 

 

El Sublime  grado de Maestro en la masonería gira precisamente en torno a la Palabra Perdida, entendiéndose nuevamente por ello el nombre secreto de Dios (….), que tras el asesinato de Hiram Abiff, ya no puede ser encontrado sobre la Tierra. Dicho nombre trata de reaparecer en los capítulos del Arco Real, donde se ofrece una palabra sustituta que, según la mayoría de los estudiosos, resulta de la contracción y conjunción de tres formas diferentes para nombrar al Altísimo en las tradiciones hebrea, fenicia y egipcia. Desde luego, este nombre se transmite bajo el juramento de secreto masónico y no debe ser reproducido. Empero, dicha palabra de reemplazo no es el verdadero Nombre Divino, tan sólo una llave para abrir el apetito de la búsqueda. La auténtica Palabra Perdida es de suyo intransmisible e impronunciable, como lo atestigua todo el judaísmo. El temor reverencial al Nombre se evidencia en la práctica cotidiana de aludirlo indirectamente, evitando incluso escribir en forma completa la palabra “Dios”. Pero como en toda regla hay excepciones, pensemos en lo que nos transmite la leyenda sobre el Templo de Salomón, donde una vez al año el sumo sacerdote ingresaba al Sanctasanctórum para pronunciar las cuatro consonantes y pedir perdón por los pecados del pueblo de Israel.

Alcoseri 

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Alcoseri Enviado: 28/08/2020 23:31
¿Qué gran poder se esconde detrás del Mito de Hiram? Parte #4

Al parecer existió una tradición primordial iniciática de la cual brotan todas las escuelas de misterios incluida nuestra masonería, por ello las pirámides aparecen como una constante por todas partes y épocas, todo parece indicarnos insistentemente que el ser humano de hoy ha perdido ese conocimiento superior , conocimiento que lo hacía estar en tanto estar en contacto directo con Dios, y como su propia consciencia elevada. ¿No nos dice la misma Escritura que somos dioses? (Salmo, 82:6 y Juan, 10:34). Aquí se hace evidente el trasfondo esotérico y hermético que inevitablemente tiñó la formulación de los credos monoteístas en la ribera oriental del mediterráneo. Aunque el contacto del pueblo hebreo con la cultura grecorromana y las distintas tribus semitas del sector puede explicar fácilmente el contagio, no es menos cierto que la transmisión de la doctrina esotérica tradicional se beneficia de dicha “contaminación” en la medida en que le hace posible su traspaso seguro, codificada tras el grueso manto del exoterismo religioso. Asegura la leyenda masónica que el rey Salomón mandó construir en secreto una bóveda oculta bajo el Templo de Jerusalén, cámara subterránea que mantenía las mismas proporciones que el gran edificio superior. A ella se accedía por una escalera de 24 peldaños divididos en cuatro tramos de tres, cinco, siete y nueve escalones. En la bóveda, de cuya existencia sólo sabían Salomón y los maestros constructores entre ellos Hiram Abiff, dispuso un pedestal triangular en el que mandó grabar los diversos sellos y sigilos de la sabiduría secreta. En ese lugar se escondió el mayor tesoro que el hombre pudiese imaginar: la Palabra que encierra el nombre del Gran Arquitecto del Universo. ¿Y no buscaron los Templarios esa misma cripta durante 9 años, excavando bajo los restos del Templo en el monte Sión?

 

En el misticismo islámico existe la misma cuestión alrededor del nombre esencial de Allah. El Corán desarrolla una teología en la que Dios se presenta bajo 99 nombres que reflejan sus distintos atributos, pero deja en el más absoluto misterio el último y más sagrado de todos ellos: el de su Esencia. Es este centésimo Nombre Divino el que suscita las especulaciones místicas más notables del sufismo, y su custodia es un secreto que guarda celosamente el Shaikh, que no lo comunicará más que a los derviches de mayor rango y realización. El Gran Nombre (Ism al-'Azam) puede obrar prodigios y abrir las puertas de la existencia a la presencia divina. Algo similar ocurre en las religiones hindúes por el uso del mantra, con su potencial para liberar la mente y su concepción del sonido AUM como núcleo sonoro de la suprema realidad de Brahman. En la cosmogénesis del Corpus Hermeticum, el Verbo (Logos) vuelve a aparecer ocupando el lugar central de potencia creadora. Asimismo figura en las distintas versiones cosmogónicas de los círculos gnósticos de Alejandría, que comparten con la Hermética un mismo trasfondo cultural. Dice el Poimandres:

 

El Verbo santo vino a abrazar la Naturaleza, y un fuego sin mezcla se lanzó fuera de la naturaleza acuosa hacia lo alto, hacia la región sublime; era ligero y vivo, y activo al mismo tiempo; y el aire, siendo ligero [también], siguió al soplo ígneo, elevándose hacia el fuego a partir de la tierra y el agua, de manera que parecía suspendido del fuego. La tierra y el agua permanecían en su lugar, ambas íntimamente mezcladas entre sí, tanto, que no se distinguían: y eran incesantemente movidas bajo la acción del soplo del Verbo que se encontraba por encima de ellas, según el oído percibía.

 

Vemos aquí otra vez más el poder articulador de la Palabra de Dios, esa misma que muchas iglesias cristianas pretenden predicar sin comprender demasiado lo que insistentemente repiten a sus fieles.

 

Volvamos al Fiat lux del Génesis. Hay algo de inefabilidad detrás de un Dios cuya luz no puede ser vista antes de que el sonido de su voz haya sido escuchado. Esta invisibilidad se repite en la voz que escuchan todos los patriarcas y profetas, un rasgo propio de la iconoclasta religiosidad abrahámica. Pero encontramos la misma característica en buena parte de la tradición espiritual del oriente próximo. Es casi seguro que el Nombre Secreto seguirá extraviado hasta el fin de los tiempos, pues hay algo que siempre está perdido en todo camino iniciático: el Santo Grial en las sagas caballerescas, el paraíso en la espiritualidad judeocristiana, el caldero mágico entre los celtas, la Atlántida en la leyenda platónica, la Thule en los mitos hiperbóreos, las manzanas doradas del Jardín de las Hespérides o la Palabra Perdida en el rito masónico. Recuperarlo es la posibilidad de reactivar la condición divina en el hombre, volver a restituir la unidad del Adam Kadmon de los cabalistas o el Insan al-Kamil de los sufíes. Porque todos somos células dispersas de un único Hombre: el Verbo Encarnado. La Palabra que da origen a la Luz es sin embargo una restricción, una contracción de la misma Luz Divina en la teología mística del gran rabí Isaac Luria. Encontramos una noción sumamente parecida a la del tzimtzum de la cábala en la cosmogénesis de Jakob Böhme, cuyo primer acto abre con una contracción en el seno de la Divinidad. Al mismo tiempo que Dios da comienzo a la creación con la pronunciación del primer movimiento, debe restringir su propia magnificencia para dar cabida al espacio y al tiempo, que son inevitables suspensiones de lo Divino, ausencias en donde la radiación espiritual queda constreñida y por ello oculta. A medida que se desenvuelve el proceso de emanaciones a través de las 10 Sephirot, esta ocultación de la Luz se hace progresivamente mayor, añadiendo velos cada vez más densos que impiden la contemplación directa del Rostro Divino. Tenemos aquí una primera pérdida, o más propiamente un ocultamiento. En el mito cabalístico, la Palabra Perdida fue transmitida a Adán y a sus descendientes a través de la línea de Set, como un secreto que debían custodiar, porque les aseguraba el permanente contacto con el Creador. Esa Palabra no es otra cosa que Ha-Shem, el Nombre de Dios expresado gráficamente en el impronunciable Tetragrammaton. Habrá otras pérdidas, como la del Edén y la del Arca de la Alianza que contenía las Tablas de la Ley, así como el sagrado nombre.

 

La Masonería en General, señala que "en verdad, los trabajadores tramaron ilegalmente extorsionar a Hiram Abif en secreto, uno de los secretos era la Capacidad para cortar duras piedras de granito  como si fueran de mantequilla o de levantar piedras cuyo peso era de varias toneladas , aligerándolas a tal punto de pesar unos cuantos kilogramos de peso. Un secreto de construcción que hoy se ha perdido  el secreto que conocían los constructores de pirámides, otro secreto tecnológico perdido era el que se ha utilizado para dar a las piedras un pulido perfecto. Teniendo en cuenta esto , ¿sería este secreto operacional lo que buscaban los tres albañiles que atentaron contra la vida de Hiram Abiff , un saber, que hoy se ha perdido"?

 

Después de la construcción del Templo, los obreros del más alto grado, conocidos como" los más excelentes" , han tratado de  reconstruir los grandes secretos con fórmulas sustitutas , luego que Hiram fue asesinado. Y lo que nos ha llegado hasta el día de hoy son palabras sustitutas porque la palabra se perdió , pero cada masón del presente tiene la obligación de reencontrar la Palabra Perdida.

Alcoseri 


Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Alcoseri Enviado: 28/08/2020 23:32
¿Qué gran poder se esconde detrás del Mito de Hiram? Parte #5

El Extraño Shamir y el Templo del Rey Salomón

Hemos de indicar que en la Construcción del Templo dedicado a Dios en  Jerusalén no se permitían herramientas de hierro, ni de ningún otro metal , como lo dice el Libro de la Ley , la Santa Biblia: “`Y si me haces un altar de piedra, no lo construirás de piedras labradas; porque si alzas tu cincel sobre él, lo profanarás.  ”- Éxodo 20:25, por lo tanto nos preguntamos ¿Qué tipo de herramientas se usaron entonces para cortar y pulir piedras? ¿Podría haber usado el Maestre Hiram Abiff alguna tecnología desconocida y muy avanzada para cortar y pulir piedras?

 

Como hemos visto en capítulos anteriores a este la palabra perdida sería el espíritu de Elohim, un capacidad creativa, de la sería dotado Hiram.  Entendemos que "en realidad, los obreros albañiles  que conspiraron para extorsionar de Hiram Abiff era para dar con aquella herramienta secreta tan sorprendente que tenía poder de cortar las piedras.

 

Algunos señalan que se trataba de un insecto o gusano “el insecto shamir” quizá esto  es una alegoría judeo –masónica, o se trata de una antigua  herramienta parecida a el láser moderno con el cual se cortan piedras en la actualidad . Es  ahora que nuestro interés masónico ha despertado. Esta tradición masónica se mencionó antiguamente pero se omite hoy, pero nos interesamos en este Shamir; intentamos encontrar algunas fuentes de esta increíble historia. Este shamir milagroso habría sido especialmente creado por Dios al principio del mundo para este uso operativo o de herramienta ,  o por qué no un obrero especializado. Según esta leyenda, cuando Salomón preguntó a los rabinos cómo construir el templo sin el uso de una herramienta de hierro, para cumplir, por supuesto, las instrucciones de la Ley como le mencione (Éxodo 20:25), ellas llaman su atención hacia el shamir por el cual Moisés habría grabado el Nombre de las tribus en el pectoral del sumo sacerdote. Veamos esto más detalladamente, se cita la leyenda del gusano de corte de piedra, que él llama shamir. En la Cabala misma Judía encontramos esta leyenda que relata que con la recomendación de los rabinos y para no usar el hierro o metal, Solomon cortaba las piedras usando el shamir, un animal, un gusano cuyo contacto bastaba para agrietar y cortar la piedra. Encontramos esta leyenda también en la literatura árabe e incluso en el Corán. En la literatura talmúdica, hay muchas referencias a Shamir. Las cualidades inusuales se atribuyen a él. Por ejemplo, podría desintegrar cualquier cosa, incluso tan duras como las piedras de granito. Entre sus posesiones, el Rey Solomon  lo consideraba la más maravillosa. La historia cuenta que  Rey Salomón estaba ansioso de tener el Shamir, porque él había oído hablar de él. El conocimiento del Shamir es de hecho atribuido por fuentes rabínicas a Moisés. Después de mucho buscar el Shamir que era aproximadamente del tamaño de un grano de cebada (quizá una nanotecnología ancestral) , él lo encontró en una tierra lejana, en el fondo de un pozo, llevado a Salomón, pero, extrañamente, él perderá sus capacidades y se volverá inactivo siglos más tarde, época en que el Templo de Salomón fue destruido por Nabucodonosor.

El Sorprendente y curioso Shamir  ¿Que es entonces?

 

Según los autores medievales cabalistas judíos el Shamir era una criatura viva, un gusano; indicando que el Shamir no podría ser un mineral porque era activo. Este gusano mágico tenía el poder de modificar la piedra, el hierro y el diamante, con una simple mirada. Además, las fuentes rabínicas cabalistas  transmitieron la descripción de la grabación de los nombres de las doce tribus sobre las doce piedras preciosas de la coraza del sumo sacerdote (pectoral); Moisés lo hizo no por escultura, pero, escribiendo con un cierto fluido y las "mostró " a Shamir, o exponiéndolos a su acción. En la opinión de los autores modernos, la expresión "mostrada al Shamir" indica claramente que era la mirada de un ser vivo que realizaba la división de madera y piedra. Se admite que en las fuentes talmúdicas y cabalistas , nunca se dice explícitamente que el Shamir era una criatura viva.

Una de las preguntas que nos hacemos hoy  ¿Cómo manipular un gusano tan diminuto y convencerle de hacer cortes precisos?

En una fuente antigua, La leyenda de Soliman y el Testamento de Salomón , un libro escrito en griego, probablemente al principio del tercer siglo de la era actual, se refiere al Shamir como una "piedra verde": Shamir sería una piedra de cristal verde de gran poder. El nombre probablemente deriva de samir / espino o afilado. Sólo se reconoce la existencia de un solo shamir. Se le ha representado por miles de años bajo la forma de escarabajo o gusano  .

¿Pero como una piedra verdosa habría cortado el más duro de los diamantes solamente con su mirada? Los relatos cabalísticos , cuentan la historia de una forma muy fantástica: el Shamir fue creado en el crepúsculo del sexto día con otras cosas extraordinarias. No era mayor que un grano de cebada y tenía el poder notable de cortar los diamantes más duros. Es por eso que era usado para las piedras del pectoral usado por el sumo sacerdote judío. Primero, se trazan los nombres de las doce tribus sobre las piedras que debían ser engastadas en el pectoral y luego el shamir fue conducido sobre las líneas dibujadas y ellas fueron así grabadas. Circunstancia milagrosa sin duda , el trazado no tenía ninguna partícula de piedra. Se había utilizado también el shamir para tallar las piedras con que fue construido el Templo de Salomón, porque la ley prohibía el uso de utensilios de hierro y todo el trabajo destinado al Templo. Para mantenerlo, no se puede colocar el shamir en ningún recipiente de hierro, ni de ningún metal, que él lo haría estallar. Se debe mantener envuelto en una manta de lana que a su vez se coloca en una cesta de plomo llena de salvado de cebada. El shamir quedó en el Paraíso, hasta el día en que Salomón lo necesitó. Él envió un águila para buscar el gusano. Cuando la destrucción del Templo, el shamir desapareció. La forma en que el Shamir se mantenía en seguridad puede darnos una pista: "El Shamir no puede ser colocado en un contenedor de hierro para ser guardado o en cualquier vaso de metal: él haría estallar tal recipiente. Se mantiene envuelto en lana dentro de una caja de plomo llena de salvado de cebada. Esta frase se retira del Capítulo 48b del Talmud babilónico, y contiene un índice importante; porque, con el conocimiento actual, podemos fácilmente adivinar quién era el Shamir  o mejor, qué era el Shamir:  sin duda una sustancia radiactiva; las sales de radio, por ejemplo, actuando sobre algunos otros productos químicos pueden emitir luminiscencia de color amarillo-verde. Esto explicaría cómo el pectoral del sumo sacerdote fue grabado: las letras fueron escritas en tinta, y las piedras fueron expuestas una tras otra a la mirada o radiación del shamir. Esta tinta debe contener polvo de plomo o óxidos de plomo. Las partes de las piedras que no fueron protegidas por el plomo se desintegraron sin dejar partículas de polvo, que de acuerdo con el Talmud, parecía particularmente maravilloso. Las partes protegidas con tinta de plomo se destacaban en relieve sobre la superficie de las piedras preciosas .

El bien más precioso de Salomón, su Shamir no sobrevivió a lo largo del tiempo, se volvió inactivo. La versión habitual de la historia "el Shamir desapareció", no coincide con la traducción exacta del texto hebreo. La palabra batel, usada para describir el fin, o la desaparición del Shamir tiene sólo un significado: "Para volverse inactivo". En los cuatrocientos años que pasaron desde la construcción del primer Templo hasta su destrucción por Nabucodonosor en el año-587, una sustancia radiactiva podría haberse vuelto inactiva. Entonces ¿El secreto masónico de Hiram sería que el uso de algún tipo de láser radiactivo?

Alcoseri 

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