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General: 16 de Septiembre de 1810
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De: Kadyr  (Mensaje original) Enviado: 17/09/2023 17:16
¿Qué realmente pasó aquel 16 de Septiembre de 1810? 
Primeramente debemos saber que los masones, antes de la Independencia de México , y muchos años después de la Independencia de México se hacían llamar “Los Guadalupes” al día de hoy persiste de la costumbre  masónica en México , de decirnos entre masones que entendemos la trama,  ¿Qui Hubo mi Querido Hermano Guadalupe?  Muchos que no conocen de historia masónica , se ofenden , creen que les estas diciendo algo alusivo al fanatismo religioso Guadalupano , pero esta idea poco o nada tiene que ver con la idea Católica Guadalupana , sino que masones usaron el mote de llamarse Guadalupes  ,  para pasar desapercibido y no ser apresados por las Santa Inquisición;  Los Guadalupes  operaron en México, como una verdadera Sociedad Secreta, que se movían en las capas subterráneas de la sociedad mexicana.  Debido a este secretismo en dónde se movió la Masonería en la Lucha por la independencia , poco se tienen datos , el siguiente relató es parte de un archivo que sobrevivió a los siglos. 
El relato es el siguiente:
Reuníanse casi todas las noches en casa de D. Nicolás Fernandez de Rincón, subdelegado de Dolores, tanto el cura del lugar, D. Miguel Hidalgo, como los principales vecinos del pueblo, casi todos europeos. En amigable sociedad entreteníanse los unos y los otros en pláticas y juegos de cartas, y D. Miguel Hidalgo tenía su partida de  naipes  malilla con Doña Teresa Cumplido, esposa del subdelegado, y con Doña Encarnación Correa, casada pocos dias ántes con el español D. Ignacio Diez Cortina, encargado de colectar los diezmos de aquella jurisdicción.

Aunque El Cura Hidalgo ya estaba al tanto de los sucesos de Guanajuato, pues de todo habíale instruido Allende, que llegó ocultamente á Dolores en la noche del 14  de Septiembre de 1810  después de haber interceptado la orden de prisión dictada por Riaño, no quiso prescindir de visitar la casa de Rincón y de jugar su partida de malilla con las señoras. Hallándose en ella, y como á las diez de la noche del 15, se le avisó que un hombre que no había querido pasar del zaguán, necesitaba hablarle.

Bajó el cura, y al volver á la sala al poco rato, comprendió que algo habían sospechado sus tertulianos, pues le acosaron á preguntas.

-La cosa nada tiene de extraño, señores: quien me buscaba era Benito, que loco de contento venia á participarme que su mujer, la hermosa María, acaba de dar á luz un muchacho como un roble,

Todos los circunstantes se tranquilizaron por completo. Hidalgo, con el más natural buen humor, dijo: -¡Ea! volvamos á nuestra partida y dejemos á ese padre feliz recrearse en su criatura, que nace en bien solemnes instantes.

-¿Por qué decís solemnes instantes? -¿Eso he dicho? pues la verdad es que no sé por qué lo he dicho: quiero tanto á esos chicos, que ni sé siquiera lo que hablo. Juguemos, juguemos.... á vos, mi señora Doña Encarnación

A las once de la noche Hidalgo dejó su juego y al despedirse pidió á Cortina le pres tase doscientos pesos, que inmediatamente le fueron facilitados por su señora,  quien entró con Hidalgo á tomarlos de la pieza en que estaba depositado el dinero del diezmo.

El cura regresó á su casa, donde impaciente le aguardaba Allende, que allí había permanecido  desde la noche del 14 de Septiembre .

A las dos de la mañana del día 16, Aldama, a quien el alcaide Francisco Perez, ha- bia dado el aviso de la corregidora por no haber encontrado á Allende en San Miguel, llegó á la puerta de la casa del cura. Tardóse unos momentos en abrirsela, pues todos habíanse  recogido tranquilamente. En presencia de sus camaradas, Aldama les dió noticia de los sucesos de Querétaro. Hidalgo comenzó á vestirse á toda prisa, diciéndoles:

-Señores, no hay más que acometer la empresa: o somos perdidos: aquí no hay más recurso que ir á coger gachupines! -Señor, exclamó Aldama asustado, - ¿qué va usted á hacer? que ven lo que hacen por amor de Dios,

-Creo que la cosa no es para andarnos con pafios calientes, pues nos va en ello la vida, salvarla es lo que importa

-¡Por amor de Dios, vea lo que hacer repitió Aldama. -Seguir con firmeza nuestra resolución,-

contestó el cura,

No pasó mucho rato sin que en la habitación de Hidalgo se hallasen reunidos su hermano el Dr. Don Mariano, Don José Santos Villa, Allende, Aldama, y diez hombres que tenían armados en su casa,

Sin ruido ni escándalo de ninguna especie, la pequeña fuerza se dirigió á la cárcel pública é hizo poner en libertad á los presos, á pesar de la resistencia del alcaide, y marchando despues al cuartel del regimiento de la Reina, cuyas puertas franqueó el sargento Martinez, reuniéronse unos ochenta hombres entre jefes, presos y algunos soldados que se les pasaron.

Allende y Aldama se hicieron abrir la casa del subdelegado Rincon, a quien declararon  su prisionero, lo mismo que á Cortina, apoderándose á la vez del dinero del diezmo: por desgracia se habia  cometido el error de dar libertad á los criminales de la cárcel pública,  y sin que hubiera sido dable evitarlo, aquellos miserables saquearon en pocos momentos la habitación.

-Al enterarse de ello Hidalgo, exclamó -¡Bandidos! ¡Dios mío ¿por qué no haces mis partidarios a todos los hombres honrados,  dándoles á comprender que es el bien de todos lo que busco?

Alboreaban apénas las primeras luces de la mañana del dia 16 de Septiembre , cuando Hidalgo hizo llamar á la misa que de madrugada celebrábase los días de fiesta en Dolores, y cuando hubo reunido al pueblo, le manifestó la causa y origen del levantamiento: dirigiéndose después á los principales vecinos, les habló de esta manera:

-Ya ustedes habrán visto este movimiento:  pues sepan que no tiene más objeto que quitar el mando á los europeos, porque éstos, como ustedes sabrán, se han entregado á los franceses y quieren que corramos la misma suerte, lo cual no hemos de consentir jamás; y ustedes, como buenos patriotas, deben defender  este pueblo hasta nuestra vuelta, que no debe ser muy dilatada, para organizar el gobierno


Mientras esto sucedía, los criminales y gente perversa de la población se lanzaron al saqueo  de las principales casas españolas á cuyos dueños hubieran asesinado, si Abasolo, que acababa de unirse a los independientes, no hubiese tomado la determinación de agrupar- los en calidad de prisioneros de guerra.

Con sentimiento se enteró el cura de lo que estaba sucediendo, y devolviendo su libertad al subdelegado Rincon, a quien hizo salir para Valladolid, dió la órden  de reunir sus fuerzas y salir inmediatamente de Dolores, diciendo á la vea á Allende

-Vámonos de aquí cuanto antes, no quiero que se me aborrezca donde tanto se me ha querido

En pocas horas Hidalgo había reunido como  trescientos hombres, con los cuales dió principio á su revolución, el domingo 16 de Setiembre de 1810, á los dos años exactos de haberse dado por los europeos el ejemplo de una grave falta de respeto á la autoridad, con la destitución del virey Don José de Iturrigaray. La semilla había dado su fruto con pasmosa precisión.



Imposibilitado mi padre de seguir al cura Hidalgo á consecuencia del estado grave de María, que acababa de darme á luz, pudo juzgar por sí mismo del desolado aspecto de la poblacion á la salida de las fuerzas del caudillo  de Dolores.

Los independientes habíanse llevado á diez y siete españoles cuyas familias lloraban de terror  y pena, y faltaba á las calles su aspecto animado de los días festivos, de resultas de haberlas abandonado los vecinos que siguieron á los conspiradores.

Mi padre aguardaba que de un momento á otro apareciesen fuerzas del ejército español, que no dejarían de vengarse de todo aquel que les pareciese sospechoso; pero dispuesto estaba á no apartarse de nosotros hasta  morir por defendernos,



Así pasó todo el resto del día, y ya entra da la noche, se escuchó el ruido que producía un cuerpo de jinetes que no tardó en entrar á la población.

Mi padre se sintió acometido de un terror  súbito, y procurando no asustar á María, tomó sus armas y salió a la puerta de la casa.

Al ruido cada vez más próximo de los jinetes, se unía el de un coche de camino que les acompañaba: coche y jinetes entraron al fin en la calle, precedidos de un hombre que á todo correr procuraba mantenerse delante de los dragones, gritando:

-Ya vamos á llegar; aquí, en esta calle, vive el único cómplice del cura que nos que- da! Mátenle, mátenle como han matado á mi amo sus amigos!

Mi padre comprendió que á él podrian referirse aquellas palabras y preparó sus pisto las, tomando á la vez su sable entre los dientes. Coche y dragones llegaron ante la puerta y se detuvieron.

¡Vivo! ¡vivo! no le matéis!-gritaba una voz partiendo de una de las ventanillas del carruaje. -¡Garrido! gritó mi padre aterrado á la vez que dejaba caer pistolas y sable, quedando indefenso.

Rápidamente un hombre saltó del carruaje. Era el temible franciscano.

Mi padre, ciego de desesperación, luchaba en vano por desasirse de los soldados que, sujetándole con fuerza hercúlea, le maniataban con fuertes reatas.

El franciscano llegó á él; echo atrás la capucha; mostró su rostro á Benito, que lanzó un grito horrible, y tomando una espada, atravesó con ella á su víctima, diciéndole: -¡Estamos pagados!

Des pues entró en la casa, otro grito espantoso lanzó mi madre, y tomándome el franciscano  en sus brazos, entró conmigo en su coche y dió la órden de marcha.

Aquel piquete de bandidos también como los otros, se alejó á todo el escape de sus caballos, dejando en tierra y bañado en su sangre a mi padre  infeliz, que con vida aún, nada podía hacer ni en propio ni ajeno bien, maniatado como estaba.

Las huestes de Hidalgo, considerablemente aumentadas por las gentes de los pueblos y haciendas donde tocaban, detuviéronse en Atotonilco.

Al entrar en el santuario, el cura descubrió en la sacristía un cuadro de la Virgen de Guadalupe,  y haciéndole suspender en el asta de una lanza y mostrándole a su entusiasmado ejército, gritó:

-¡Viva la Religión! ¡Viva Nuestra Madre Santísima de Guadalupe! Muera el mal gobierno! La muchedumbre, ebria de satisfacción simplificó el grito, diciendo:

-¡Viva la Virgen de Guadalupe y mueran los gachupines!



Como lo había deseado María, la rebelión quedaba puesta al amparo de la Virgen de Guadalupe.

Qué pasó antes del 16 de Septiembre .

En los primeros meses del año de 1810 los asuntos de la Nueva España estaban muy léjos de presentarse tan satisfactorios como se los habia imaginado el partido europeo al llevar á efecto el golpe de mano de 15 de Septiembre   , cuyo resultado fué la violenta destitución del virey D. José de Iturrigaray.

Cierto es que la osada conjuración, hábilmente conducida por D. Gabriel Yermo, impidió que brotase de la tierra feracísima en que habia sido sembrada, la semilla de la independencia de estos reinos; pero tambien lo es que el desacato cometido contra la grave, severa y respetable potestad vircinal, fué un gol pe de muerte dado á las tradicionales ideas de acatamiento á la autoridad que hasta entonces habian existido, y esto á nadie ménos que al partido europeo podia convenirle.

Mucho prestigio, es verdad, habian quita- do al poder vireinal los monarcas de la casa de Borbon, no eligiendo sus representantes en las Américas entre las más ilustres familias de la nobleza española, como lo hizo constantemente la dinastía austriaca; pero al ménos hasta Carlos III, no dejó de ser, el que ménos, ilustre militar é instruido y probo gobernante.

Mas ni este servicio supo hacer á su patria el pequeño Cárlos IV, y ahí están en la historia del peculado y la inmoralidad administrativa Branciforte é Iturrigaray, que no me dejarán mentir.

Ahora bien; tanto la autoridad real como cuanto de ella dimana es por su naturaleza absolutista, y democratizarla es hacerla ridicula y quitarle su prestigio.

Iturrigaray incurrió en esta falta y así le fué en ello: los independientes vieron en él un ambicioso vulgar, y los europeos un ente pequeño y peligroso.

El atropello á que debió su destitución hizo considerar como un espantajo la autoridad que asumia, y los criollos cayeron en la euenta de que un golpe de audacia podria echarle por tierra cuando llegase la ocasion.

-Los mismos chaquetas nos han enseñado el camino,-decian.

Denominóse chaquetas, por ser este el trage que usaban, á los dependientes del comer- cio que formaron, por invitacion de D. Ga- briel Yermo, las compañías de "Voluntarios de Fernando VII."

Lo peor de todo fué que el supradicho prestigio de la autoridad vireinal, padeció más y más todavía en manos de los conjura- dos, quienes designaron como sucesor de Iturrigaray al mariscal de campo D. Pedro Garibay.

No por esto quiero lastintar ni en lo más mínimo la memoria de aquel hombre estimable por sus honradas costumbres y ejemplar vida privada; pero á pesar de lo consideradas que merecen ser ambas cualidades, no bastan por virey depuesto, pues nada tampoco pudo pro- bárseles.

No alcanzó igual fortuna el P. Talamantes, cuyos papeles y documentos revolucionarios le alojaron en un calabozo de la Inquisicion, permaneciendo en él hasta Abril de 1809 en que, por disposicion de la Audiencia, fué enviado á Veracruz para ser remitido á España. Precisamente en los momentos cuya relacion es objeto del principio de esta parte de mi historia, el buen padre, instalado en el Cas- tillo de San Juan de Ulúa, moria víctima del vómito, sin que se le hubiesen quitado los grillos hasta despues de muerto.

Seis dias despues de su prision, Iturrigaray con sus dos hijos, pasando entre dos filas de voluntarios, dejó el convento de Betlemitas donde estuvo detenido y tomó el coche de camino que le esperaba á la puerta para lie- varle á Veracruz. Escoltáronle sesenta voluntarios y cincuenta dragones y fué á su vez hospedado en San Juan de Ulúa. La vireina con su hija é hijo menor, salió de México el 6 de Octubre, escoltada por cincuenta dragones, y en Ulúa se reunió con su esposo. 

Como los gastos de la expedicion fueron á cargo y á costa de Iturrigaray, hiciéronse con esplendidez, empleándose en ellos cerca de 15,000 pesos que se pagaron de los bienes embargados al virey: solo el alquiler de los coches costó cuatro mil doscientos ochenta pesos siete reales. Puede ser que no se halle en la historia del mundo un rey destronado á quien más caro le haya salido su pasaporte. Así andaba todo en aquellos felices tiempos: siempre se han distinguido los revolucionarios por la franqueza y liberalidad con que han gastado el dinero ajeno: no hay duda que las revueltas son un excelente recurso para poner en movimiento los capitales de los demás.

De pagar tan cara su destitución estaba libre D. Pedro Garibay: hay historiador que dice que su escasa suerte antes de ser virey le obligaba con frecuencia á ocurrir á todos sus conocidos á pedirles pequeños préstamos para salir de apuros y compromisos diarios.

Iturrigaray, su esposa y familia se embarcaron con rumbo para Cádiz el 6 de Diciembre de 1808, en el navío "San Justo," al man- do del marqués del Real Tesoro.


El nuevo gobierno de D. Pedro Garibay hizo tambien lo que hacer suelen todos los revolucionarios: uniformó en apariencia la opinion general por medio de disposiciones que todo el mundo acató por temor de atraer- se, al no hacerlo así, venganzas ó persecuciones.

La disposicion fué que todos los habitan- tes de la capital llevasen un distintivo con el nombre de Fernando VII en prueba de su amor y fidelidad al monarca: esto dió orígen á la acuñacion de curiosísimas medallas que se llevaban pendientes del cuello: para des- crédito de los grabadores nacionales, personas hay que conservan colecciones de ellas, en su mayor parte pésimamente grabadas.

La tal disposicion prueba de un modo evidente que el entusiasmo por las cosas de España habia decaido mucho, como resultado de los últimos acontecimientos. Tan cierto fué, que para convencerse de ello basta recor dar que al saberse en México el levantamiento general de España y al celebrarse la jura de Fernando VII, la mayoría de los habitantes habíanse puesto y usado este género de emblemas, de un modo espontáneo y por su propia inclinacion.

Ahora bien; al gobierno de Garibay le su- cedió lo que á todo gobierno de orígen revolucionario, cuando el hombre que se halla á su frente no tiene energía y cualidades propias para sobreponerse á las exigencias de los revolucionarios triunfantes. Los acuerdos, decretos y resoluciones se expedian y tomaban sin detenimiento ni reflexion.

Por una parte se mandó disolver los cuerpos de voluntarios, pretextando que manteniéndolos en servicio se obligaba á los comerciantes que los formaban á abandonar sus negocios particulares: por otra se suprimió tambien el acantonamiento de tropas regula- res en Jalapa, disponiendo la formacion de una columna de granaderos con las compañías de todos los cuerpos provinciales de in-europeos ilimitada desconfianza, y temiendo que llegado el caso las tropas se uniesen á los afectos a la independencia, determinaron la disolucion del canton, sin contar con que disminuian por este hecho solo, sus elementos de resistencia,

No faltaron quienes comprendieran la cuan- tia del daño que á los intereses europeos en Nueva España habian hecho los conjurados dirigidos por D. Gabriel Yermo; y aunque movidos por rencores de carácter enteramente personal, españoles hubo que así lo manifestaron a las claras.

Tal fué el Regente Catani, que aunque de acuerdo con la prision de Iturrigaray mién- tras convino á sus intereses, cuando ya no fué así, acusó ante la corte á Aguirre y á Vermo, de ser la causa de la revolucion que habin estallado, por haberla impulsado con el escándalo de la destitucion del virey.

Reanimado el espíritu público con la noticia de la memorable victoria de Bailen, la re- tirada de los franceses á la orilla izquierda del Ebro, y la instalacion de la Junta Cen tral en Aranjuez el 25 de Setiembre de 1803 el virey, la Audiencia y las autoridades pu- dieron realizar su propósito de enviar recursos á España, á la que en efecto se remitieron nueve millones de pesos de los catorce y medio existentes en aquel entónces en tesorería: además, el virey publicó una proclama y el arzobispo una pastoral, exhortando á to- do el país á contribuir con donativos al mejor éxito de la guerra de la península, y los efectos correspondieron á las invitaciones, reuniéndose cantidades cuyas listas Ilenan las gacetas de aquellos dias, pareciéndonos tan- to más asombrosas hoy, cuanto que no habiendo quedado ni rastros de aquellos movimientos generosos, nuestros gobiernos no hallan recursos en las grandes necesidades de la nacion, sino comprándolas con enormes sacrificios ó extorsionando al país con onerosos préstamos forzosos y casi siempre irreintegrables.

Los Masones Guadalupes
Los Guadalupes fueron una organización secreta de principios  del Siglo XIX, que buscaba la independencia de México de España , la información que existe de este movimiento es escasa , dada la secrecía en la que se movió esta sociedad secreta. Muchos pensamos los Guadalupes eran masones , encubiertos aparentando ser piadosos católicos Guadalupanos, que estarían entre ellos el Padre Miguel Hidalgo y Costilla, el sacerdote José María Morelos y Pavón, entre otros más independentistas que darían los primeros pasos para crear la Nación Mexicana.  
Muchos incluso ven simbología Masónica en el estandarte de la virgen de Guadalupe , estandarte que usaría Miguel Hidalgo como bandera del movimiento independentista .
Fechas como esta del 12 de diciembre de 2022 que es día que los católicos celebran el día de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac en la Ciudad de México , no recuerda a los Guadalupes.
En las Logias Mexicanas este tema de los Guadalupes es constantemente abordado , pero , como les decía la información es escasa , antes de escribir estas líneas consulte el “El Diccionario Enciclopédico de la Masonería de la Editorial del Valle de México, pero no dice nada al respecto. Creo haber leído hace 40 años algo sobre los Guadalupes en la Obra de México a través de los siglos , escrita por el Francmasón Vicente Riva Palacios; se dice que hay más información en la Biblioteca del Vaticano , pero , esa información seguro estará archivada ahí por siglos y siglos , sin que nadie la lea , a no sea que algún clérigo curioso la consulte .
El Masón mexicano  Vicente Riva Palacios , aparte de historiador , era un gran novelista , por ellos no sabemos a qué punto llagaba a ser una historia o una novela inventada , pero su impacto fue universal a tal punto que la Novela y película “El Zorro” ha sido tema de películas de alto impacto en Taquillas . Así,  que es muy sugestivo y novelesco el Tema de Masones clérigos y piadosos  feligreses , adoptando del Nombre de Los Guadalupes con el fin de mimetizarse y no levantar sospechas de la Santa inquisición y del imperio  Español , se moverían entre las sobras para mover los hilos de la independencia.
Desde los primeros movimientos autonomistas de 1808 en la Nueva España hasta el triunfo del movimiento encabezado por Agustín de Iturbide en 1821, se organizaron variadas redes ocultas de apoyo a los diferentes movimientos emancipadores, que informalmente se fueron organizando con paso del tiempo, de estos el más conocido es el llamado de Los Guadalupes, el cual tuvo su principal actividad entre 1811 y 1814.
Desde el imperio azteca hasta el México actual, pasando por la Nueva España, la identidad del país se ha ido configurando a partir del enfrentamiento de los contrastes más inverosímiles y las rupturas más dramáticas.
El nacimiento de la Masonería en México es incierto: la mayoría de los documentos de la logia se han perdido, el desarrollo de una cronología detallada es casi imposible. Podemos pensar que sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX cuando franceses recién llegados se habrían reunido clandestinamente dentro de una posada de la calle San Francisco de la Ciudad de México, en la relojería de Juan Esteban Laroche conocido como “el jorobado”. ”.
Fue recién en 1806 que, según los historiadores, se fundó la primera logia "oficial" en la Nueva España, Arquitectura Moral, que se reunían en la “calle de las ratas” (hoy calle Bolívar). Habría contado entre sus miembros a varios personajes célebres de la independencia (¿mito o realidad?), como el sacerdote Miguel Hidalgo, seguidor de textos licenciosos franceses fruto del pensamiento de la Ilustración y que, al rebelarse contra los españoles en la noche de El 15 de septiembre de 1810, es considerado hoy como el padre de la Independencia. Otros promotores de esta insurrección así como pensadores de esta época como el francmasón  "Licenciado Verdad”, quien habla por primera vez de la soberanía popular en la Nueva España, o del Regiomontano  Masón  Fray Servando Teresa de Mier, hereje dominicano, ardiente defensor de la República y de alternativas sociales y políticas, al que muchos aseguran era un iniciado masón . Era inevitable que tales sociedades de ideas, que prefiguraban la democracia, perturbaran, en un sistema colonial decadente, el orden establecido y las tradiciones religiosas que confinaban a los individuos a rígidos y arcaicos determinismos. De hecho, la masonería ha jugado un papel real como laboratorio político en México.
El Nacimiento del Rito Nacional Mexicano y la Reforma de Benito Juárez
El siglo XIX fue todo un siglo de ruptura, marcado por la dispersión del poder y la incapacidad de construir una nueva sociedad independiente de España. Esta fue la era de los pronunciamiento e  incesantes intervenciones extranjeras. Los masones mexicanos, con miras a centralizar el poder, unificar fuerzas políticas y así eliminar tensiones y divisiones entre los diferentes grupos políticos (conservadores y liberales, centralistas y federalistas, masones escoceses -en su mayoría monárquicos, conservadores y centralistas- y los del Rito de York – esencialmente liberales, republicanos y federalistas) creó en 1826 el Rito Nacional Mexicano RNM, deísta, racional y anticlerical; organizados en 9 grados (los 3 primeros, tradicionales, luego 6 grados altos: Maestro Aprobado, Caballero del Secreto, Caballero del Águila Mexicana, Perfecto Artífice, Gran Juez y Gran Inspector General de la Orden); su ritual era similar al del Rito de York. Reconocido por el Consejo Supremo de España en 1870, pero considerado irregular por el Convento de Lausana en 1875.
Dentro de una nación que se buscaba a sí misma, la RNM pretendía fortalecer el patriotismo para despertar una fe liberal capaz de despertar al pueblo a la vida política. Así, el artículo 3 de la constitución de la RNM proclamaba: “Siendo el hombre ante todo ciudadano y amante de su patria, debe cuidar la primera tierra donde nació y amarla toda su vida dondequiera que esté. Este sentimiento casi religioso sigue siendo querido por la sociedad mexicana contemporánea, a juzgar por el fervor manifestado durante las fiestas cívicas.
El masón mexicano más famoso es sin duda Benito Juárez, iniciado en 1847 dentro de la logia Independencia n°2 que funcionaba dentro del RNM. Es también el primer presidente de origen indio (1858-1861 y 1867-1872)  
Por lo tanto, la masonería ha jugado un papel importante en la historia de México.
Desde la conjura de 1808 empezaron a operar una gran variedad de grupos subversivos, los cuales estaban conformados mayoritariamente por criollos y mestizos, estos grupos planearon y echaron a andar varias conspiraciones como la de Valladolid y la de Querétaro de donde nació el movimiento de independencia de 1810, entre estos grupos se tiene noticia de uno llamado “El Águila”, el cual al parecer fue el iniciador o por lo menos el primero de importancia, al grado de ser blanco de las investigaciones del gobierno virreinal.1
Este grupo al parecer fue desorganizado por la derrota y captura de Miguel Hidalgo ya que varios de sus integrantes se unieron abiertamente al movimiento cuando parecía cercana la victoria luego de la Batalla del Monte de las Cruces, derrotados se acogieron a las amnistías o fueron detenidos, entonces la dirección del movimiento recayó en Ignacio López Rayón el cual como abogado le dio una estructura y un gobierno, creando la Suprema Junta Gubernativa de América la cual fue defendida en lo militar por José María Morelos, en su organización dividió tareas y estableció un sistema de espionaje el cual se basó en informantes bien avenidos con el poder virreinal, los cuales por medio de correos clandestinos y argucias1 hacían llegar a las fuerzas insurgentes, pertrechos de boca y fuego, imprentas y sus accesorios, dinero y sobre todo información de lo que pensaban y hacían los realistas.1Este carácter secreto que se basaba en la destrucción de las cartas y documentos tan pronto llegaban a destino, como el uso de seudónimos ha hecho poco menos que difícil dar un cuerpo a su historia, quedando en retazos su composición.
Pero pese a eso se sabe que la firma de documentos como “Los Guadalupes” inicio hacia mediados de 1811 y que cesó a finales de 1814, o por lo menos no se tienen documentos posteriores a esa fecha, la mayoría en poder de los realistas, se conoce que el gobierno virreinal mandaba comunicados a España donde establece la existencia de los Guadalupes en el mismo periodo y posterior a ese, que llevó a juicio y sentenció a destierro a varios personajes de la época, de los cuales entre los trabajos como historiadores de Lucas Alamán y Carlos María de Bustamante se han podido identificar a 42 personas que formaron parte de este grupo, la mayoría residentes entonces en la ciudad de México y sus alrededores, aunque es seguro que muchos fueron totalmente anónimos.1De sus actividades por la misma naturaleza de su trabajo se conocen pocos hechos documentables, pero aun hoy se tienen pistas por situaciones como las siguientes:
Al ser derrotado José María Morelos en la batalla de Tenango, le fue decomisada una caja con varias cartas de Los Guadalupes de donde partió una investigación que llevó a la cárcel a varios espías.
Al jurarse la Constitución de Cádiz de 1812 varios de los integrantes del grupo fueron elegidos como electores de parroquia, lo que les permitió controlar los entes del gobierno virreinal bajo la nueva constitución, aunque al suspenderse la constitución sus esfuerzos fueron frustrados.
Que basados en la misma constitución española de 1812 y gracias a la libertad de prensa que abrió esta, los partidarios pudieron hacerse de imprentas de mano las cuales fueron usadas para crear pasquines, volantes y periódicos en las filas insurgentes, además de crear periódicos legalmente constituidos los cuales propugnaban la autonomía del virreinato, aunque esta libertad solo duró dos meses.
A consecuencia de correspondencia capturada a Ignacio López Rayón en Sultepec, el 30 de mayo de 1812, fueron reducidos a prisión los abogados Falcón y Garcés, Benito Guerra, José Ignacio Espinosa, Juan Guzmán, el doctor Díaz, María Peimbert. Aunque tiempo después fueron puestos en libertad.3
De los hechos contados por contemporáneos como Lucas Alamán y Carlos María de Bustamante, se conocen algunos que no son verificables:
Antes de ser nombrado virrey Félix María Calleja era visitado por miembros del grupo los cuales le proponían alzarse con los ejércitos virreinales y crear un reino independiente de España, pero al ser nombrado virrey este les advirtió que no osaran continuar sus pasos.
Que de igual manera lograron acercarse a Agustín de Iturbide con el cual tuvieron éxito en levantarlo contra el gobierno virreinal.
Otro hecho nada documentado fue el peso que tuvieron las recientemente formadas Logias Masónicas en la conformación del grupo, ya que por los nombres conocidos y sugeridos parece ser un grupo muy heterodoxo, compuesto tanto por clérigos, abogados, arrieros, comerciantes, soldados, burócratas, albarradonas, etc. Y de origen tan diverso como españoles, criollos, indígenas, negros y mestizos. Muchos de los cuales luego de lograda la independencia no se les conoce afiliación a las logias masónicas.
Alcoseri



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