Un Trozo de Dios en la Tierra, un Secreto aún celosamente resguardado por la Sociedades Secretas Masónica.
Hace cinco mil años un trozo del Ser Supremo cayó en este pequeño planeta llamado por nosotros Planeta Tierra. Este fenómeno inusual no pasó desapercibido por el resto de los habitantes de este vastísimo universo, pues cosa así, nunca había sucedido, y seguro nunca más volvería a suceder de nuevo en ninguna otra parte de la Creación. Inmediatamente todos los grandes seres inteligentes del Universo, se dieron a la tarea de saber a ciencia cierta qué era lo que había realmente pasado, cosas cómo saber que parte de Dios había caído en este Planeta, cuál era la razón de este inusitado hecho. Hasta la fecha luego a 5 mil años de haber sucedido nadie sabe cómo fue ni porqué, lo único que saben con certeza es que, si, si sucedió, y desde entonces se han dado a la tarea de venir y averiguar de todos los confines del Universo, pero no han tenido éxito debido por una parte a que este Planeta Tierra pasa por un periodo de duro ajuste y oscuridad sin precedentes, en ocasiones superando los pesares del mismo Infierno, y por otra parte porqué el secreto esta resguardado; y en estas condiciones luego de un tiempo concluirán, cosa que deberían de esperar a que las cosas en el Planeta se Armonizara, así el planeta cumpliera su ciclo, y así, las cosas se aclararían, y los ciclos galácticos en la tierra se cumplen en un periodo de cinco mil ciento veinticinco años, cosa que esta ya por cumplirse, solamente quedará quienes resguardan el secreto, los masones. No por ello, no han dejado de venir osados tratando de encontrar ese pedazo de Suprema Luz Divina, unos para rescatarla, otros para hacerse de ella y otros por curiosear, pero los que han venido realmente no han tenido éxito, y lo peor la han pasado realmente mal; la atmosfera terrícola era terrible para cualquier ser ajeno, es pesada y densa, lo peor que existe; de ese modo ese trozo de Dios, no había caído solo, venía custodiado por unos seres llamados Nagás, seres serpientes, a los que ni los propios poderosos ángeles ni demonios podían hacerles frente, pero benévolos estos Nagás con los iniciados auténticos sus aliados, iniciados también que conformaban una cofradía secreta que también custodiaban ese trozo de Dios, y que serian los únicos en saber dónde se encontraba oculta, y que esperaban que al final del ciclo, ser ellos quienes podrían decidir cuál sería el destino de esa Luz caída en este planeta. Osadas expediciones sin éxito se habían adentrado a saber y dar cuenta de este Trozo de Dios, una parte del Ser Supremo, sabían claro muchos quien poseyera este Trozo de Dios tendría un poder inconmensurable.- Relatos sobre estos osados están repletas, las páginas de la Historia, siempre en sigilo y alegroricas, pues los Nagas confundidos entre los humanos, siempre permanecen más que alertas, a cualquier intromisión. Burlando a los guardianes muchos llagaron a la Tierra, y secuestraban humanos, creyendo a ciencia cierta que dentro de estos podría estar la clave de donde estaba ese Trozo de Dios, estudiaron a los humanos raptados, y se daban cuenta que si, efectivamente había rastros inequívocos de que había rastros de esa Luz caída en el planeta, pero esa Luz permanecía inactiva, no sabían el porqué, pero así, lo era, inventaron así religiones, pensando que así podrían activar la Luz en esos seres humanos apagados, y una vez activa robarla de los humanos, pero No, no encendían. En cambio con las religiones, las cosas más y más se oscurecían, así que no podían activar esa luz en ellos. A ello los humanos y los Nagas crearon una Sociedad Secreta, sabiendo que los intrusos venían al Planeta, y así, fue que resguardaron el Secreto de dónde estaba ese Trozo de Dios, y así, generación tras generación , en una línea de iniciados, el Secreto de Dios era resguardado de los intrusos, a sabiendas, que lo que ellos buscaban era robarlo, a mas que todo, para obtener ese poder. El poder de transmutar plomo en oro, era poca cosa, ante ese Poder que se podría obtener de ese Trozo de Dios, era superior a cualquier otra cosa, nadie apenas imaginaba de ese Poder, pero de que se obtendría un Poder con él, era bien sabido que sí. Los venían de otros lugares del Universo, lo buscaron en el centro del Planeta, en los mares, en los centros religiosos, y no… no estaba, solo sus instrumentos captaban estaba aquí, pero no daban con él, era evasivo, oculto, y no tenían más pistas que los milenarias sociedades secretas lo supieran. En lo que respecta al funcionamiento del Gran Universo, las cosas no se dan por accidente, y tenía que haber una razón para todo esto, y de que este Pequeño planeta en un pequeño y olvidado sistema solar resguardara el Más importante hecho que hubiese ocurrido en esta Creación, el albergar ese transcendental Trozo de Dios en él.
Fraternalmente Vicente Alcoseri Moderador del Foro Secreto Masónico http://groups.google.com/group/secreto-masonico
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