El Insólito Cuento Del Masón Divinizado

 

 

Existió un país donde los masones eran totalmente desconocidos: todos habían oído hablar de los masones alguna vez, pero ninguno jamás había llegado hasta allí. El resultado fue que todos los habitantes de aquel país llamado Marnia sentían un gran interés por la Masonería y los masones y pensaban mucho en ello, a tal punto que se volvió una obsesión, aunque paradójicamente nadie de aquel país sabía realmente de que trataba la Masonería . La falta de información fidedigna no había impedido que los doctos de aquella tierra compilasen, clasificasen y cotejasen cuantos datos acerca de los masones llegaran a su conocimiento, por muy insignificantes que fuesen. Aquellos que, en forma bastante comprensible, cayeron en una especie de obcecación en relación con los masones, fueron conocidos con el nombre de "Masonolatras" que de ser una secta , pasó luego a ser una Religión en toda su forma. Como consecuencia de esa vida intelectual, religiosa, política y emocional que giraba en torno del estudio de los masones y la Masonería, todos terminaron por creer que se disponía de un abundante caudal de conocimientos acerca de estos personajes llamados indistintamente Francmasones o Masones. Incluso no faltó quienes aseguraron que sobre Masones ya estaba todo dicho, pero no faltaba quien agregara algún dato fantasioso sobre la Masonería y los masones . Cierto día, desde el otro lado de la frontera de este país tan fascinante, llegó un hombre llamado Luciano del Mosto acompañado de un auténtico y legitimo masón, que portaba credenciales oficiales francmasónicas, pasaporte masónico con fotografía etc. se trataba de que este masón era su cuñado y el nombre de este masón era René Abregón ¡Es nuestro el Masón por derecho propio! exclamaron los sacerdotes del culto de los "Masonolatras". ¡Se nos debe entregar para nuestro estudio! exigieron los científicos especializados en Masonología. ¡Tenemos derecho a tener al Masón! protestaron aquellos que no atinaron a reivindicar ningún otro título. ¡Debemos proclamarlo nuestro Líder Absoluto! exigieron los políticos de aquel país. Luciano del Mosto cuñado del Masón estaba absorto. Y dijo: ¿Cómo es posible, cualquiera que sea el propósito, que consideren al masón de su propiedad , siendo que es mi cuñado ? Si les fascina tanto, conversen con él, pues desde que esta aquí , no le han permitido ni hablar a mi cuñado , es tanta la algarabía, que ni lo han entrevistado debidamente . Alguien del populacho gritó: Déjense de cosas ¿Cómo es posible que alguien pretenda hablar con, tan importante y extraordinario y divino personaje? Dadas éstas y otras razones decidieron que el masón , no era realmente un masón, sino un impostor, ya que no había realizado ningún portentoso milagro, aunque otros argumentaban que sí . Otros más arguyeron, que , esto implicaba que quien había traído al Masón, al país , tramaba algo de lo más aberrante. El Masón no guardaba ninguna semejanza con las definiciones del libro sagrado de la religión de los "Masonolatras" , era, evidentemente, un personaje apócrifo, pero otros más sostenían que cumplía con las profesias de la religión de los Masonolatras . Los eruditos y los jurisconsultos decidieron que aquel hombre que se hacía pasar por Masón merecía un castigo ejemplar y lo enviaron a la cárcel. Para este momento, y cuando tuvo oportunidad de hablar , el masón no había dicho una sola palabra , temiendo que lo que dijera empeorara las cosas. A esto un grupo de líderes religiosos de la religión de los "Masonolatras" que sostenían que verdaderamente el personaje recién llegado al país era realmente un masón, lograron liberarlo de la prisión. Para el momento el Masón fue colocado en una plataforma, para que el populacho pudiese observar sus características, y fue que muchos de aquel país fueron a adorarlo como a un Dios. A esto demostró para otro sector de líderes de la Religión de los "Masonolatras” manifestó notoriamente que no podía tratarse de un auténtico masón y que, por lo tanto, podría ser peligroso para la gente de aquel país. Y en un descuido , tomaron al Masón y lo crucificaron. Luego de esto , muchos de la Religión de los "Masonolatras" argumentan que resucitó y finalmente esta sentado a la derecha del Gran Arquitecto del Universo y que vendrá de nuevo a juzgar a vivos y muertos, otros más sostienen que simplemente antes de ser crucificado tomó sus cosas y se marchó del país. Pero , la verdad es que hasta este día 2 de diciembre de 2024, en aquel país, nadie sabe realmente de que verdaderamente trata la Masonería, e incluso nunca supieron ni el verdadero nombre del aquel masón, aunque lo apodan el Sikandar , pero , en las librerías de aquel país hay cientos o miles de libros que relatan lo que dijo el masón cuando estuvo en aquel país, y ahora gracias a la globalización y al internet sus supuestas enseñanzas recorren todo el mundo, cuando en realidad ese masón realmente nunca dijo absolutamente nada.

 

Alcoseri