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General: LA ILUSION Y LA REALIDAD
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Kadyr  (Mensaje original) Enviado: 20/01/2025 01:21
LA ILUSION Y LA REALIDAD vistas desde el punto de vista masónico

Desde el punto de vista Masónico, la realidad y la ilusión son conceptos fundamentales que se exploran en profundidad, para poderlos distinguir el uno del Otro .

 

La Realidad

En Masonería se considera que la realidad es la verdad objetiva y absoluta que subyace a la existencia misma. Sin embargo,  se afirma en logias que la mayoría de las personas no perciben la realidad de manera directa, sino que la ven a través de una serie de filtros y distorsiones que crean una ilusión a la que consideran la realidad. Y a través del método masónico es que el Masón comienza a percibir directamente la Realidad.

 

La Ilusión

La ilusión, según el concepto masónico, es la percepción distorsionada de la realidad que se crea a través de nuestra identificación con nuestros pensamientos, emociones y sensaciones. Esta identificación nos hace creer que somos nuestros el ego y nuestras personalidades, en lugar de ser conscientes de nuestra verdadera naturaleza está en el Yo Interior o Superior.

La Alegoría de la Leyenda del maestre  Hiram Abiff que es asesinado por los 3 malvados albañiles , da cuenta que Hiram sería el Yo Superior y los 3 malvados los Egos o agregados psicológicos , pero , el mito masónico de Hiram Abiff , hace notar que Hiram a pesar de ser asediado y victimado resurge más vigoroso a la Vida gracias al Trabajo de todos los masones a través de los siglos

La Masonería apunta al  término "estar en sueños" para describir el estado de consciencia en el que la mayoría de las personas viven, incluso de masones activos en logia que no logran despertar a la Consciencia o contactar con su Yo Superior . En este estado, las personas están psicológicamente dormidas aunque aparentemente estén en vigilia ,  y no son conscientes de su verdadera naturaleza ni de la realidad que les rodea.

El objetivo del sistema Masónico es ayudar a sus afiliados a despertar de su sueño y a alcanzar un estado de consciencia mucho más elevado, paradójicamente esto no se logra conquistando o adquiriendo  grados masónicos , sino trabajando lo masónico dentro de cada uno de los masones . Esto se logra a través de la práctica de técnicas como la meditación, el movimiento consciente y el trabajo en grupo.

En Masonería se enfatiza la importancia de la consciencia en el proceso de despertar. La consciencia es la capacidad de ser consciente de uno mismo y de la realidad que nos rodea. Sin consciencia, no es posible despertar y alcanzar un estado de consciencia más elevado.

 

En el sistema masónico, la realidad y la ilusión están interconectadas. La ilusión es una distorsión de la realidad, y la realidad es la verdad objetiva que subyace a la existencia. El objetivo es alcanzar un estado de consciencia en el que se pueda ver la realidad de manera directa, sin la distorsión de la ilusión.

He  querido plasmar aquí, las vivencias que desde mi  búsqueda y encuentro con lo divino, han cambiado mi visión de la realidad, de la ilusión y de la verdad. Siento la responsabilidad de compartir con todos ustedes, los eventos y sentimientos que están dando forma a mi nueva dimensión del cosmos, de mí mismo, y del universo infinito que nos contempla. Si en algo les parezco pretencioso, es solo por mi ignorancia de no poder expresar en dimensiones limitadas lo que en mi corazón carece de espacio.

 

Actualmente, disponemos de tecnologías avanzadas, con las cuales nos  hacemos participes instantáneos de todo los momentos que ocurren a nuestro alrededor y en el mundo físico que nos encontramos sumergidos. Una hazaña sin precedentes para muchos, sin embargo, es una realidad material ilusoria, carente de sentido, de esencia, de vitalidad. La fuerza de la tecnología acapara toda nuestra atención, dejándonos a merced de lo externo, de una búsqueda de  efectos superficiales que nos hunden cada vez más  en lo mecánico, lo absurdo y la ignorancia. Si somos un poco curiosos  trataremos de encontrar una respuesta histórica a los hechos. Dicha respuesta quedara alimentada por juicio y críticas externas, extremadamente audaces para nuestra nefasta sociedad. Damos vueltas al globo de la tierra y lo perforamos en su centro, tratando de encontrar la respuesta que contenga todas las preguntas, pero bajo las sombras de nuestro dualismo no es posible siquiera ver nuestra naturaleza espiritual.

 

  Volcados en el ilusionismo que refleja la materia, nos olvidamos de la antimateria, lo que da vida a la materia. Pensamos, que la responsabilidad principal está dirigida a aquellos que controlan los sistemas de funcionabilidad externa, e ignoramos que somos los creadores de todo lo que vemos, sentimos, hacemos. Que somos la antimateria y la materia al mismo tiempo. Nuestra falta de confianza interna, de certeza, de fe, de amor, nos sumerge en el dualismo de lo bueno y lo malo, lo externo e interno, cielo y tierra. Atrayéndonos a las profundidades del miedo,  la ignorancia, y la falta de amor en nosotros mismos. Hipnotizados, respecto a nuestra propia capacidad mental y espiritual. Dejándonos a merced del elemento físico,  de la ilusión que proyectamos por nuestro  desequilibrio, falta de armonía y coherencia espiritual.

 

Nuestra realidad vendrá a reflejar la verdad de nuestro espíritu, cuando el dualismo sea superado por la libertad de pensar, de ser, de crear armonía, felicidad y paz. Cuando nuestros juicios y críticas no pretendan culpar a los demás de nuestra responsabilidad. Cuando seamos conscientes de nuestra naturaleza infinita, divina y eterna aprisionada detrás del Terror de nuestra propia situación actual… Cuando nuestra realidad física y espiritual  se haga transparente al universo. Cuando el microcosmos y el macrocosmos sean vistos con los ojos de nuestro corazón, y desde nuestro pequeño universo, contemplemos el espacio vacío.

 

Todo es posible, desde la vida en otros planetas, hasta convivir con las sombras de los muertos. Limitar nuestra mente, es condenarla  al límite de lo físico, de el reflejo ilusionista que causan los movimientos y  ruidos  de los elementos.  La creación y el creador son uno. Están presente en toda la naturaleza, visible e invisible, en todos los tiempos, espacios, mundos, universos. Lo que vemos es lo que somos. Y viceversa. Nuestra falta de contacto interior, de consciencia interna, de espiritualidad, de amor, nos hace ver una realidad disfuncional, separada, incoherente. Pero todo es un reflejo de nosotros mismos.

 

Liberar nuestra mente y espíritu a una dimensión ilimitada, es hoy la verdad que espera germinar en lo profundo de cada aliento.  Es nuestro encuentro con nuestro destino evolutivo, nuestra esencia, y la naturaleza inminente del ser.  Por eso la comunicación debe expandirse cada vez más, revelando todo lo que hasta ayer era un secreto, censurado u oculto. Tales ideas hechas públicas nos parecerán poco creíbles al principio. Sin embargo, esto se hará tan común que ya no nos causara ninguna impresión, y desde esta apertura en nosotros, desde este no dejarnos llevar por los hechos y los dramas del mundo físico, empezaremos a vincular  y unir  nuestras fuerzas para  dar paso al infinito mundo de nuestro espíritu. Un mundo de armonía, de sincronicidad, de coherencia, de verdad y de amor. Un mundo de respeto y responsabilidad. Donde la naturaleza física y espiritual vayan de la mano, expresando el infinito amor que vibra en los universos.  Ahora tenemos acceso a una red de conocimiento extraordinario , todo el conocimiento esta a un click en este mundo de las redes sociales de la internet , que bien nos puede ayudar a dirigir algunas dudas, o hacernos entrar en un laberinto de más confusión  . Sin embargo, es importante que conservemos la pregunta que nos inquieta, allá en lo más profundo de nuestro ser, y desde allí nos dirijamos a perforar nuestra mente cada vez más, hasta ver y sentir con todas las células de nuestro ser, la verdad que nos conecta al amor, a la vida, al cosmos. Hacer lo que sentimos y sentir lo que hacemos. Liberemos nuestras culpas y juicios internos y externos, y caminemos de la mano de nuestra intuición, de nuestro sentir supremo,  de nuestro verdadero aliento. Y el camino nos revelara la verdad, en la certeza de nuestra fe y el milagro de sentirnos vivos.

 

No podemos creer en la ciencia o dejar de creer. Porque somos nosotros los incoherentes, materialistas e ignorantes, los que hemos financiado  y consumido todas sus basuras. Si solo vemos una  milésima parte de nosotros mismos ¿cómo podemos tener certeza de algo real? Vemos el reflejo de nuestra búsqueda externa, física. Y los científicos no son la acepción, por el contrario, están tan enfocados hacia sus descubrimientos y experimentos, que se olvidan de sí mismos. Cuanto tanto nos conozcamos a nosotros mismos, conoceremos al universo.

 

  De cualquier manera, debemos recordar, que no existe nada más dañino que el pensamiento negativo, limitado y condicionado. La actitud positiva, nace de la energía consciente, cósmica, eterna. Es una onda magnética de gran fuerza vital, que opera en una oscura y secreta zona de nuestro ser. Una especie de agujero negro en nuestro interior.  Que absorbe hasta la realidad física que nos rodea. Por eso, cuando se dice que nadie debe darse el lujo de tener un pensamiento negativo, se refiere al hecho de debilidad o fortaleza espiritual. Que tan moldeable o manipulable seamos para los demás.

 

 ¿Tenemos o no voluntad? Todo el mundo sabe que el cerebro trabaja otorgando imagen visual a las palabras. Por eso cuando decimos quiero agua, pensamos en agua y cuando decimos no quiero agua, igual pensamos en agua. Esto lo podemos ver claramente cuando le decimos a un niño que no haga algo, siempre él repite el hecho, aun en la más clara vigilancia. Les castigamos y aun no podemos persuadirlos de su voluntad. La explicación que siempre tuvimos a este acontecimiento es que nosotros somos atraídos por las prohibiciones, pero la verdad es, que estamos formulando un juego de palabra completamente disfuncional para la forma natural de cómo trabaja nuestro cerebro. Es decir, cada vez que negamos algo, lo afianzamos a nuestra mente, de la misma forma que cuando lo afirmamos. De esta manera, empezamos a distorsionar la realidad en los niños y en  nosotros mismos.

Los niños son altamente intuitivos, perceptivos, sensitivos, tanto que nos pueden leer nuestra mente. Recuerdo un día, cuando mi hija con apenas un año y medio, salió corriendo para la calle y se tendió con los brazos abiertos en el mismo centro de la calle. Le estaba pisando los talones, pero tuvo el tiempo justo, para ver su hazaña y dejarme ver mis mezquinos pensamientos, y de que por fin me diera cuenta que ella conocía más de mí que yo de ella. Fue difícil en ese momento crear un pensamiento positivo, pero comprendí, que sin esta consciencia elevada, podía seguir reproduciendo todas las mentiras e ignorancia que me ocultaba. Me quede perturbado, ante su increíble intuición, todo mi temor se había revelado ante una niña de año y medio. Y ella me conocía mejor que yo, era algo increíble.  Estas situaciones la vivimos todos los padres, madres, abuelos y cuidadores de los niños, cada día. No es algo que nos haga despertar y nos abra la mente hacia un nuevo portal. Sin embargo, esto revelo en mí un desconcierto infinito. Es por eso que ahora observo y contemplo con detalle mis pensamientos.

En el Libro de la Ley en Santiago 1:14-16 encontramos:

14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

 

16 Amados hermanos míos, no erréis.

La concupiscencia es la tendencia al pecado, el deseo exagerado de satisfacción carnal o material.

Veo lo que quiero, lo que no quiero, y lo que tengo que hacer. Trato de no dejarme guiar por mi mente, sino por mi intuición, aunque la sinrazón me lleve a navegar en su corriente.

Un niño no comprende la palabra no, porque el cerebro no reconoce la palabra NO.  Solo reconoce la imagen y la vibración positiva o negativa que tiene impresa esa palabra. El origen de esta vibración se remonta al principio de los tiempos, y se conserva intacto hasta nuestros días.

Al escribir una palabra  llevará impresa su sello original, mas al decirla agregaremos un valor de más o menos positiva, de acuerdo al tono e intensidad interna que nuestra voluntad innata. 

Las palabras, tienen una coherencia esencial, que nace en su fuente divina. Los animales, las aves, la naturaleza toda responde y fluye con esta esencia. Los seres humanos, fuimos ocultando lo natural y condicionándonos en una esfera racional, que hizo cada vez mayor la diferencia entre la naturaleza de todas las cosas. Es por esto, que los niños reconocen nuestras mentiras, por la vibración que tiene cada palabra. Y nosotros, en vez de crear una mente libre de miedo y segura de sí misma, hemos creado mentes pequeñas, asustadizas, e inseguras de sí mismas. Exigiendo una obediencia ciega e incoherente.

Alcoseri

 


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De: Kadyr Enviado: 20/01/2025 01:21


 
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