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General: La Medida de la Gloria de Dios
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: ** Genesis **  (Mensaje original) Enviado: 11/07/2011 01:11
 La Medida de la Gloria de Dios
Por David Wilkerson

“Les dijo también: …con la medida que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.” (Marcos 4:24-25)

Jesús sabia que estas palabras podían sonar extrañas a oídos que no eran espirituales. Así que precedió su mensaje diciendo, “Si alguno tiene oídos para oír, oiga.” (Marcos 4:23). Él estaba diciéndonos, en esencia, “si tu corazón está abierto al Espíritu de Dios, entenderás lo que yo tengo que decirte.”

¿Qué, exactamente, está Jesús diciendo en este mensaje? El está hablando de la gloria de Dios en nuestras vidas – esto es, la presencia de Cristo manifestada. En pocas palabras, el Señor da de su gloriosa presencia en cantidades variadas tanto a iglesias como a individuos. Algunos no reciben nada de su gloria. Sin embargo, otros reciben una medida que va en aumento y que emana de sus vidas e iglesias en mayores y mayores cantidades.

Por ejemplo: ¿Has estado alguna vez en una iglesia donde percibiste una pequeña porción de la gloria de Dios? A lo mejor, experimentaste un destello durante la adoración o el sermón. Entonces fuiste a otra iglesia – y tan pronto entraste, fuiste abrumado por la gloria de Dios en ese lugar. Sentiste la presencia de Dios plenamente. Y sentiste convicción motivándote a remediar la falta de la gloria de Dios en tu vida.

Dios ha prometido derramar de su Espíritu en su pueblo en estos últimos días. Desde luego, que las escrituras señalan una iglesia triunfante llena de gloria al cierre de los tiempos. Jesús mismo dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia. Así, que no importa cuán ferozmente Satanás enseñe sus dientes, él no podrá detener la obra de Dios. Jesús le ha quitado la mordida.

No estaremos cojeando hacia el cielo – golpeados, deprimidos, lloriqueando, derrotados y desanimados. No – nuestro Señor va a traer un poder mayor a su iglesia. Sin embargo, este poder no se manifestará solo en señales y prodigios. Más bien, será revelado en su pueblo – en la gloriosa transformación de los corazones tocados por el Espíritu de Dios.

El Señor ha repartido – o asignado – a cada uno de nosotros una medida de su Espíritu. Pablo escribe: “Pero a cada uno de nosotros ha dado la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Efesios 4:7). Solo a Jesús le fue dado el Espíritu Santo sin medida. “Porque el que Dios envió las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.” (Juan 3:34). Sencillamente, Cristo tenía la llenura del Espíritu de Dios sin limites.

Por contraste, a nosotros se nos ha dado una medida del Espíritu de Dios, de acuerdo a su divina asignación. Pablo escribe: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que esta entre vosotros, que no tenga mas alto concepto de sí que el debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” (Romanos 12:3).

¿Cuál es la meta de Dios en medir su Espíritu –su gloria y presencia – a nosotros en distintas cantidades? Lo hace para un propósito: “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida y estatura de la plenitud de Cristo”(Efesios 4:13).

Pablo esta diciendo dos cosas: Primero, si hemos de vivir a la manera de Dios – sobrios y con intensidad – nuestra meta debe ser tener una medida de su gloria que siempre este aumentando, hasta que entremos a la completa madurez en Cristo. Segundo, la medida de fe que se nos ha dado es para que sirvamos y suplamos al resto del cuerpo de Cristo. “De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.” (Efesios 4:16).

Pablo esta haciendo aquí una declaración profunda. Esta diciendo que cada uno de nosotros es un miembro que funciona en el cuerpo de Cristo—una coyuntura aquí, un músculo allá. Siendo seres que dan vida, debemos suplir una medida de salud a otros miembros. Fuimos diseñados para ser la fuente de fe, amor, misericordia, gracia, gloria – todos destinados a producir un cuerpo mas fuerte y saludable.

Obviamente, la salud del cuerpo depende de la salud que cada uno tenga. Si uno de nosotros es bendecido, todo el cuerpo es bendecido. Así también, si un miembro peca, el cuerpo completo es afectado. Así que, cada uno de nosotros necesita la medida de la gloria de Cristo en aumento.

Déjame preguntarte: ¿cuánta salud – o sea, cuánta gloria y fe – estas supliendo al cuerpo de Cristo? ¿Estas aumentando el amor de Cristo en ti diariamente? Y, a la vez, estas supliendo fortaleza a otros miembros? ¿Tu estado de salud esta fortaleciendo al sistema inmune del cuerpo? ¿O has sido infectado por alguna enfermedad – algún deseo mundano que ha tomado posesión de ti y estás afectando al resto del cuerpo?

 
BUENAS NOCHES
DIOS  LES BENDIGA
SALUDOS FRATERNOS


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 17/07/2011 22:54



 

 

 
 
 
 
 
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