CUANDO CASI NOS EXTINGUIMOS
Michael Barrantes C. me solicita pregunta: “¿Es cierto que hubo una época en que la humanidad entera eran apenas 100 mil personas? ¿Cuándo pasó eso y por qué?”
Por ser miembros de la única especie tecnológica en nuestro planeta, tendemos a darnos mucha importancia.
Una de las manifestaciones principales de ese autobombo es considerarnos, casi sin excepción en todas las culturas a través de la historia, como el culmen de la creación, es decir, como si todo el dispendioso proceso de la evolución hubiera sido diseñado con el objetivo de que al final del mismo apareciéramos nosotros.
Hay suficiente evidencia científica de que no es así.
Para empezar, la evolución no se ha detenido desde que el Homo Sapiens Sapiens (la especie a la que pertenecemos) apareció.
Además, nadie puede evadir el hecho simple de que si no hubiera sido por el accidente de un cometa chocando con nuestro planeta hace 65 millones de años (lo que determinó la extinción de los dinosaurios y cerca del 80 por ciento de las especies vivientes en el momento) no se hubiera abierto el espacio vital que hizo posible nuestro eventual surgimiento como herederos de la Tierra.
Y, para terminar de rematar nuestra soberbia, por algo será que en casi 4 mil millones de años de existencia de la vida en nuestro planeta, la única especie tecnológica que ha aparecido somos nosotros (si aparecieron otras, no dejaron huella tras de sí, lo cual es igual de indicativo).
A todo esto se sumó que, cuando se empezaron a realizar investigaciones sobre nuestro legado genético hacia el pasado, se hizo un descubrimiento revelador: hace unos 100 mil a 200 mil años, la humanidad se vio reducida a no más de 10 mil personas.
Dicho de otro modo, no llegamos a ser una especie en peligro de extinción (había todavía suficiente población como para permitir la pervivencia de la especie, como efectivamente ocurrió), pero casi casi.
¿Por qué ocurrió tal “cuello de botella” evolutivo? Debieron ser varios factores, pero los últimos descubrimientos indican que el principal fue que esa población tenía una mutación, de modo que carecía de dos genes que facilitan ciertas infecciones mortales en aquellos tiempos.
Al no tener los genes, sobrevivieron cuando otros grupos humanos no pudieron. O sea, pura evolución funcionando.