Cuando la vida no te sea fácil,
recuerda siempre esto. . .
Que sepas, en tu corazón, que
hay otros que nunca te olvidan.
Que siempre encuentres un arco iris
después de una tormenta.
Que celebres las cosas maravillosas
que hay en tí.
Y cuando llegue el mañana, que
puedas comenzar de nuevo.
Que recuerdes cuántas sonrisas
pueden llenar un día.
Que creas que tus anhelos
serán una realidad.
Que encuentres tiempo
para apreciar la vida
y tiempo para compartir
tu belleza espiritual.
Que veas tu presente como un regalo,
y tu futuro como otro más.
Que agregues una página dorada
al diario de cada nuevo día,
y que puedas convertir
“La felicidad eterna”
en eterna felicidad.
Y que siempre sigas sembrando
las semillas de tu sueños.
Porque si sigues creyendo en ellos,
tus sueños seguirán tratando
de florecer en ti.