Tercer VIERNes de adviento
16 de diciembre/11
Primera lectura
Del libro del profeta Isaías: 56, 1-3. 6-8
Esto dice el Señor:
"Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera, el que se abstiene de profanar el sábado, el que aparta su mano de todo mal.
No diga el extranjero que ha dado su adhesión al Señor: Sin duda que el Señor me excluirá de su pueblo'.
A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración.
Sus holocaustos y sacrificios serán gratos a mi altar, porque mi casa será casa de oración para todos los pueblos". Esto dice el Señor Dios, que reúne a los dispersos de Israel:
"A los ya reunidos, todavía añadiré otros".
Palabra de Dios.
¡Te alabamos, Señor!.
Del salmo 66
R/. Bendigamos a Dios, nuestro Señor. Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora.
R/. Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
R/. Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero.
R/. Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Ven, Señor, y concédenos tu paz para que nuestro corazón se alegre en ti con alegría perfecta.
R/. Aleluya, aleluya.
PROCLAMACIÒN Del santo Evangelio según san Juan: 5, 33-36
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
"Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad.
No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven.
Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz. Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan:
las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre".
Palabra del Señor.
¡Gloria a ti, Señor Jesús!.
meditaciòn
Esas dos invitaciones siempre serán válidas. Lo complicado será aplicarlas sin vacilar, ni intimidarse.
Uno va adquiriendo compromisos, o como luego se dice "va vendiendo su alma al diablo" y ya no puede dar un paso en firme en la dirección correcta.
Tanto el profeta Isaías como el Señor Jesús defendieron su libertad interior y su independencia. Hablaron, actuaron y callaron como y cuando lo juzgaron pertinente. No dejaron que les acortaran su libertad. Sería tanto como perder parte de su vida.
Jesús obró con la transparencia y la rectitud que creyó oportuno; por esa razón cuando fue sometido a interrogatorios y cuestionamientos, tuvo la posibilidad de poner sus obras sobre la mesa para que las escrutara quien decidiera hacerlo
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS
¡AMÉN!
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