Jueves de la
17ª semana de Tiempo Ordinario
Jueves 2 de agosto/2012
PRIMERA
LECTURA
del
libro de Jeremías 18, 1-6
Palabra del Señor que recibió
Jeremías:
-«Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi
palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que
estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que
estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del
Señor:
-«¿Y no podré yo trataros a
vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-.
Mirad: como está el barro en manos
del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»
PALABRA DE DIOS
¡TE ALBAMOS SEÑOR!
SALMO
RESPONSORIAL 145, lb-2. 3-4. 5-6
Responso: Dichoso a
quien auxilia el Dios de Jacob.
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
R. Dichoso a quien
auxilia el Dios de Jacob.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.
R. Dichoso a quien
auxilia el Dios de Jacob.
Dichoso a quien auxilia el Dios de
Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él.
R. Dichoso a quien
auxilia el Dios de Jacob.
LECTURA
DEL SANTO EVANGELIO
SEGUN SAN MATEO 13, 47-53
¡GLORIA
A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, dijo Jesús a la
gente:
-«El reino de los cielos se parece
también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces:
cuando está llena, la arrastran a la
orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo:
saldrán los ángeles, separarán a los malos de
los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar
de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron:
-«Sí.»
Él les dijo:
-«Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de
familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
PALABRA DEL SEÑOR
¡GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS!
MEDITACIÓN
“El reino de los cielos se parece
también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está
llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y
los malos los tiran”… ¿Cuál es el pez bueno? ¡El que se parece a Cristo!.
En eso consiste nuestra vida, en
irnos identificándonos con Cristo. Dejar que el Espíritu Santo nos vaya
moldeando:
“Mirad: como está el barro en manos
del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel”.
Y el modelo es Cristo. No es ni este
sacerdote, ni este Obispo, ni esta religiosa, ni aquel personaje: Sólo Cristo.
Los demás podemos ser ayuda o
impedimento para acercar a los otros a Cristo, pero incluso de los renglones
torcidos se sirve Dios para escribir derecho.
Ser barro es muy fácil y es muy
difícil. Es fácil porque simplemente consiste en dejarse hacer, que Dios vaya
guiando nuestra vida por donde quiera y sepamos responder con generosidad a los
hábiles dedos del Señor. Y es difícil porque nos da por querer ser alfareros,
tomamos el barro y pretendemos hacer una vasija, y solo nos sale un amasijo informe.
Eso es lo que hacemos los que no sabemos
cuando nos metemos a alfareros. Cuando Jesús se convierte en una ideología, en
una simple moral o en un referente sin más, al que queremos actualizar,
modernizar y manejar…, pero al que no dejamos actuar porque lo consideramos
muerto. ¡No! Jesús sigue moldeando por medio del Espíritu Santo a los suyos y
su Iglesia. Si le dejamos habrá cada vez más peces Buenos.
Así que nuestros ratos de oración
nos van identificando con Cristo y nos irán ayudando a que otros, al encontrarse
con nosotros, se encuentren con Él.
Madre nuestra del cielo, imagen
perfecta de tu Hijo, que encontrándonos contigo nos encontremos con Él. Y
bendice a todos los que hoy lean La Palabra de DIOS.
POR
LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS
¡AMÉN!