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Señor, serenas son...
Señor, serenas son Todas las horas Que derrochamos, si en Malgastarlas, Como en un jarrón, Colocamos flores.
No hay tristezas Ni alegrías tampoco En nuestra vida. Luego déjanos aprender, irreflexivamente sabios, A no vivirla.
Sino a dejarla flotar, Tranquila, serena, Permitiendo que los niños Sean nuestros profesores y que nuestros ojos sean Colmados por la Naturaleza.
A la orilla de la corriente, Al borde ,de la carretera, Cae erguida- Siempre en el mismo Respiro de luz De estar vivos.
El tiempo pasa, No nos dice nada. Crecemos envejecidos. Déjanos aprender, como si irónicamente, Nos observara partir.
Es inútil mientras Hacemos un gesto. No hay resistencia Al dios cruel Devorador sempiterno De sus hijos.
Permítenos recoger las flores, Permítenos humedecer Éstas nuestras manos En los apacibles riachuelos, De los cuales debemos aprender A ser apacibles como ellos.
Los girasoles siempre Están mirando hacia el sol, Déjanos marchar de la vida Tranquilos, sin abrigar Siquiera el remordimiento De haber vivido
DE PESSOA.
PROSPE
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