El señor hizo los árboles.
Hizo el ciprés...alto como una buena intención...
y como una buena intención... flaco.
Hizo el roble... exclusivamente para que los hombres pudiesen decir
"fuerte como un roble ".
Hizo, en fin... el álamo y el abeto... el aliso y el alerce...
el sicomoro... el empinado pino... el duro alcornoque...
y luego hizo árboles de exóticos nombres resonantes... como el ombú y el baobab.
Y dijo con alegria el hombre:
-Gracias... señor...por el don de los árboles!
Con ellos podremos hacer los hombres nuestras casas...
desde la primera que es una cuna...hasta la ultima que es el ataúd.
Y podremos hacer también la mesa para mantener nuestra vida y el lecho para perpetuarla!
-Gracias... Señor...por el regalo de los árboles!
Con su madera podremos hacer los hombres muchas cosas.
-Si dijo el Señor con honda melancolia-
Podran hacer...por ejemplo...
una cruz.
Rubens